Todo en la vida es una ilusión
General Summary
La oscuridad lo rodeaba todo, el grupo descansaba del combate con el poderoso kraken, al parecer Kutrhuel había aprovechado el tiempo y había recolectado la tinta que había quedado del gran calamar, Grumbar como de costumbre, estaba en la cubierta, ‘’cuidando’’ por si pasaba algo; la verdad es que no cambia en ningún lugar aparte de este.
Quamón 5 del 0 CH Época novena
Luego de navegar por mucho tiempo, se pudo divisar a la lejanía lo que al parecer era un tipo de ciudad subacuática, según lo indicado este era el lugar de la misión, o así lo indico el capitán, que salió de su alcoba y se lanzó fuera de la burbuja, al parecer había alguien recibiéndolos, era un gran sapo con muy mala apariencia. El ambiente se puso muy tenso, el enorme sapo comenzó a dar órdenes, algo que al grupo no le gusto, insistía en que tenían que acompañarlo, todo se tornó de mal en peor cuando ataco a Kutrhuel y hechizó a Grumbar para que siguiese sus órdenes. Luego de mucho discutir se llegó a un acuerdo, el hombre sapo dejaría pensar a los aventureros para que estos tomaran una decisión, por lo menor uno de ellos se tenía que quedar en el barco, el resto lo tenían que acompañar, así lo impuso aquel feo amigo, claro está, sin nada de presiones, lo único era una enorme serpiente submarina que daba vueltas alrededor del barco, tal vez era para que les hiciera un poco de compañía al grupo. Se pensó mucho en lo que se haría, el clérigo de Hapirith tuvo que hacer un ritual para preguntarle a su dios sobre si era bueno o no, la respuesta no fue muy exacta, el único detalle que les dio, fue que solo con sabiduría podrían superar sus pruebas, y fue así como el grupo salió por su propia cuenta a buscar a ese sapo, y no con muy buenas intenciones que digamos. Luego de nadar por mucho tiempo y de tenerse que curar constantemente por el tema de la presión, el grupo llego hasta lo que desde arriba parecía un enorme laberinto, pero nada más tocarlo, desapareció, junto al resto de ciudad; todo era una ilusión. En el fondo del lugar donde quedaba el laberinto se podía ver una entrada, el grupo nado hasta allí y entro por un enorme tubo, al final de este se habría una gran sala en la que los estaban esperando el sapo y dos niños, una cálida bienvenida para ser sinceros, el sapo les dio algo de tiempo a los aventureros, que sin pensarlo dos veces se lanzaron por uno de los tubos que habían en la parte superior de la sala. Este tubo subía y luego decencia muy levemente a lo que parecía un largo pasillo lleno de estatuas y figuras, pero no demoraron mucho en este lugar, pues el enorme sapo se apareció pidiendo muy cordialmente que no arruinaran nada. Al intentar devolverse se encontraron con uno de los sirvientes del sapo, los ojos le brillaban de un color rojo intenso, y no más al verlo el grupo se abalanzo sobre él sin dejarlo hacer nada; rápidamente acabaron con la vida de lo que parecía un mediano de piel roja, que después de muerto se convirtió en un enorme sisiutl. Bajaron a la sala principal, donde los recibió nuevamente el sapo, esta vez estaban dispuestos a combatir. Todos se abalanzaron sobre el sapo, pero este rápidamente creo una imagen múltiple, que confundió la mente de los aventureros, al parecer era un maestro de la ilusión, puesto que él mismo era una ilusión, con solo pegarle a la imagen correcta, este tomaba su auténtica forma, un enorme aboleth con numerosos tentáculos. La cosa se puso cada vez más tensa, Kutrhuel lanzaba fuertes hechizos, uno de ellos logro abatir a uno de los niños que intentaban ahogar a los combatientes por medio de unos glifos, Arpad mandaba fuertes ráfagas de golpes, Lithos daba estocada tras estocada, para la mala suerte del grupo, el clérigo de Hapirith murió durante el combate, pero nada se podía hacer, tenían que luchar por sus vidas. El fragor de la batalla se intensificaba cada vez más, arpad había caído inconsciente y solo quedaban Lithos y Kutrhuel, cada vez era más difícil vencer las ilusiones del enorme pez, y en un descuido, Lithos entro en el área de uno de los glifos que cargaban los niños, esto causo que sus pulmones se llenaran de agua y obligó a Kutrhuel a marcharse del campo de batalla junto con su amigo que agonizaba. La pareja se teleportó al barco, por su suerte alguien tenía algún conocimiento sobre como curar a Lithos, e inmediatamente cogió un cuchillo y le perforo el pulmón con completa exactitud, pero este no era el único mal que tenía el pobre ninja, pues todos sus huesos se habían vuelto gelatina y no podía respirar aire, todo esto era culpa del aboleth que había utilizado su poderosa magia contra el joven combatiente.Arpad y Grumbar están bajo el poder de esta criatura, ¿que pasara con ellos?, nadie lo sabe, que los dioses los amparen.
Character(s) interacted with
Conociendo a "El Maestro"