El tomo ámbar
El Tomo Ámbar alberga una antiquísima orden monástica, cuya dedicación inquebrantable a la preservación del conocimiento es tan perdurable que en Andoria se da por sentado. Tan natural como el vuelo de los pájaros y el crecimiento de la hierba, los agentes del Tomo Ámbar siempre han recorrido el mundo, tomando notas en juicios públicos, archivando periódicos, explorando antiguas ruinas y copiando pergaminos. Para la mayoría, excepto los eruditos más entregados, el trabajo del Tomo Ámbar parece aburrido y trivial.
Pero la realidad es muy diferente. Bajo la fachada de una orden de monjes que parecen entregados solo a la literatura, el Tomo Ámbar es en realidad una de las organizaciones de espionaje más tenaces del mundo. Sus agentes secretos, conocidos como Expositores, son espías que manejan la verdad como un arma más poderosa que cualquier espada. El Tomo Ámbar surgió en Dalmasca poco después del final de la Divergencia, cuando Ioun fue derrotada por un dios maligno. Sus seguidores más leales se ocultaron y juraron continuar su divina tarea de conocer todo lo que es posible saber y, aún más importante, emplear la verdad como un arma sagrada contra la mentira y la propaganda.
Estructura
Cada archivo del Tomo Ámbar sigue una jerarquía común, y los miembros de mayor rango pueden dar órdenes a sus camaradas de rangos inferiores, incluso desde archivos distintos.
Monjes. Los monjes del Tomo Ámbar son los miembros más visibles de la organización, ya que recorren la tierra en busca de conocimientos, tanto contemporáneos como antiguos. Sin embargo, no todos los monjes participan en estas misiones de campo, especialmente los nuevos reclutas. Aquellos que se dedican exclusivamente al trabajo dentro de un archivo juegan un papel crucial en la organización y preservación de la información.
Lo que pocos saben es que estos monjes están profundamente dedicados a Ioun; en Andoria, la creencia generalizada es que son ascetas, apasionadamente entregados a la crónica del conocimiento, en lugar de devotos de un dios.
Expositor. Entrenados en las artes del espionaje, los Expositores del Tomo Ámbar emplean su pericia en la infiltración para desvelar los secretos de gobiernos, líderes mundiales y sectas oscuras. En épocas de crisis extrema, los Expositores encubiertos han llegado incluso a fomentar revoluciones al compartir el conocimiento que han adquirido con aquellos que luchan bajo regímenes malévolos. Esta auténtica misión de los Expositores se mantiene en secreto, incluso para los monjes de rango inferior, quienes simplemente los perciben como agentes de campo altamente entrenados.
Archivista. Aunque no se involucran en misiones de campo, los Archiveros cumplen una función vital al organizar el flujo de información que los monjes y Expositores traen de vuelta a sus archivos. Además, desempeñan un papel fundamental en la formación de nuevos monjes y gestionan diversas tareas administrativas, incluyendo la negociación con vendedores de artefactos y funcionarios gubernamentales para asegurar la estabilidad de su archivo.
Bibliotecarios. Cada archivo está dirigido por un reducido grupo de tres a cinco bibliotecarios que supervisan las operaciones de alto nivel. Entre ellos, uno ostenta el título de Alto Conservador y es la máxima autoridad a la que todos los demás miembros del archivo deben rendir cuentas en última instancia.
Agenda pública
La misión del Tomo Ámbar es la de archivar el conocimiento con el propósito de enriquecer la vida de todos los pueblos de Andoria y emplear ese conocimiento para luchar contra la tiranía y asegurar la libertad de todos. Siguiendo las directrices de Ioun, el Tomo Ámbar pone sus archivos a disposición de todos, con la intención de que el conocimiento sea una herramienta para el bienestar general. No obstante, en privado, los bibliotecarios del Tomo Ámbar determinan qué información es demasiado peligrosa para ser difundida libremente.
Por lo general, esta información se relaciona con la magia, pero también incluye secretos recuperados por los expositores que deben ser utilizados estratégicamente para enfrentar a líderes opresores, sectas y facciones ansiosas de poder.
A pesar de las afirmaciones de los líderes más altos del Tomo Ámbar sobre su capacidad para sobrevivir a los tiranos de Andoria, reconocen que deben conformarse con acciones de insurrección limitadas, como socavar sutilmente la propaganda y compartir la verdad con aquellos dispuestos a escuchar. Esperan pacientemente el momento adecuado para asestar un golpe letal. No obstante, esta filosofía de paciencia ha llevado a la deserción de algunos de sus miembros más radicales.
En su mayoría, los desertores del Tomo Ámbar son expositores que han sido testigos de las realidades más crueles del mundo en repetidas ocasiones.