La Edad de la traición

Sin embargo, el mundo no era tan pacífico como los dioses se esperaban y las razas mortales empezaron a tener problemas que no podían solucionar. Los mortales morían y algunos dioses estaban tan apenados por ello y llenos de frustración que empezaron a tener dudas de si habían hecho bien al escoger este mundo como cuna de la vida. Sylvanus, que no dudaba de que este mundo era el correcto, creo con ayuda de cuatro de sus hermanos a los primeros Guardianes o Semidioses. Ellos serían: Auril, Estas, Erus y Caduleus. Estos guardianes serían los semidioses asociados a las estaciones y permitieron a la tierra de Andoria tener ciclos y que la vida natural progresara de mejor forma.
Con el paso de los años, los dioses cada vez estaban más enfrentados los unos a los otros, lo que dio lugar a lo que se conoce como La Primera Traición. Los conocidos como Dioses Traidores intentaron convencer a sus hermanos de destruir toda la vida del mundo y empezar de nuevo sin cometer los errores que habían cometido. Sin embargo, los dioses leales a las razas mortales se opusieron completamente. Se dice que es aquí cuando los dioses empezaron a viajar a otros planos y tomarlos como territorios bajo sus dominios. Los dioses traidores convencieron a mortales para unirse a su causa, a estos mortales los convirtieron en diablos, formas retorcidas de los seres que una vez fueron. Los ejércitos de diablos eran muy poderosos y las razas mortales apenas podían defenderse de ellos. Es entonces cuando los dioses leales se aliaron con los seres del plano celestial y sus huestes se unieron a la batalla.   El universo mismo parecía ser consciente de la magnitud de la batalla que estaba teniendo lugar en Andoria. De esta colosal matanza surgieron océanos de sangre que se arremolinaron para crear los primeros portales al plano que hoy día conocemos como: El Abismo. De este plano surgieron los demonios, criaturas de puro caos que solo buscaban un mundo en el que satisfacer sus primarios instintos. Estos demonios atacaban a los dos bandos de forma indiscriminada, alimentándose del sufrimiento de los heridos y moribundos.   Mientras las titánicas batallas parecían salirse de control, las desesperadas razas mortales solo buscaron una forma de sobrevivir. Viendo como estas sufrían, Corelión enseño a los mortales los secretos para hacer magia ellos mismos. Los mortales más inteligentes e inquisitivos siguieron el camino que los dioses les habían revelado y crearon invocaciones y fórmulas arcanas para crear nuevos hechizos a través de la manipulación del éter. Con la magia, los mortales fueron capaces de ayudar a los dioses leales y desequilibrar la balanza a su favor y de esta forma dieron a las deidades leales el tiempo para desterrar a sus traicioneros hermanos a planos aislados que servirían de prisión. Una vez los dioses traidores fueron desterrados, los demonios no fueron mucho problema para los dioses que consiguieron sellar los portales al Abismo.   Andoria entro finalmente en un periodo de paz idílica. De esta paz nacieron las primeras civilizaciones, se cree que La Ciudad De Los Nombres Perdidos es una de las ciudades que se crearon en este momento.