La Orden de los Milagros

"La magia no es barata, pero los milagros no tienen precio". Tal es el credo de La Milagrosa, la misteriosa taumaturga cuyas palabras inspiran y guían a la Orden de los Milagros. Esta compañía de magos mercenarios es la razón por la que Cristalcross se ha recuperado tan rápidamente de la destrucción casi apocalíptica provocada por Daeron y La Orden de la Rosa. La ciudad resurgio de sus cenizas hasta alcanzar su antigua gloria en cuestión de meses.
  La gente de Cristalcross generalmente adora a la liga, aunque entre la clase media baja de las aldeas no comparte la misma devoción por ellos. Ahora que tienen el control de los poderosos adranachs que usan para levantar ladrillos de piedra caliza de miles de kilos para reconstruir muros, torres e incluso castillos en cuestión de días. Muchos de los redactahechizos de la liga se han convertido en héroes populares y famosos por sus milagros, que van desde curar a los mutilados en el ataque del nigromante hasta transmutar tocones de madera, barro y paja en casas en minutos.

Para la mayoría de la elite de Nauplia, la Orden de los Milagros es un aliado poderoso. El comercio y los viajes se han reanudado con más fuerza que antes, ya que la liga ha ofrecido con entusiasmo a sus talentosos arcanistas como guardias de caravanas y mercenarios. Sin embargo, no todos ven a la Orden como un aliado. Tras el ataque de Daeron, El Concilio Arcano ofreció miles de recompensas a proyectos de reconstrucción para que sus pueblos y ciudades se recuperaran, y los alcaldes y margraves locales de todo el país aceptaron estos subsidios para reducir el coste de la reconstrucción a unas poblaciones ya devastadas. Esperaban que el renacimiento de Cristalcross fuera un trabajo multigeneracional, pero la Orden de los Milagros se quedó con todas las recompensas, y los milagros de la liga no son baratos. Las facturas de enormes cantidades de oro en recompensas no dejan de llegar al Concilio Arcano. La riqueza necesaria para hacer una reconstrucción de treinta años en lo que la Orden preve que sean tres a día de hoy no existe.

Estructura

Los miembros de la liga tienen una jerarquía simple.

Mago mercenario. Los lanzadores de conjuros de todo Eilora son la base de la Orden de los Milagros. La liga trabaja como una agencia: ofrece a los mercenarios trabajos lucrativos, son intermediarios del pago y pagan a tiempo, restando el veinte por ciento. Estos mercenarios provienen de todos los estilos de vida.

Redactahechizos. Los miembros más talentosos (o mejor conectados) de la liga reciben el título de redactahechizos. Solo hay dos docenas de tales maestros arcanos en Eilora. Estos redactahechizos conocen los secretos de cómo crear adranachs, poderosas construcciones de energía mágica que se usaron públicamente para reconstruir la infraestructura devastada de Cristalcross, y también se usan en secreto como cazadores y destructores de los enemigos de la liga. Firman un pacto de sangre que conecta sus mentes con las misteriosas comunicaciones de La Milagrosa, que todos los redactahechizos están obligados a interpretar y promulgar.

Gran taumaturga. El título oficial del maestro en las sombras de la liga es el de gran taumaturga, aunque se le conozca popularmente como La Milagrosa. Nadie conoce su verdadera identidad. Los redactahechizos entienden que la gran taumaturga tiene un plan maestro que debe seguirse, y solo ellos tienen el privilegio de escuchar los mensajes psíquicos de su maestre.

Agenda pública

La Orden de los Milagros está compuesta principalmente por magos mercenarios de todo Eilora, y algunos incluso vienen del extranjero a medida que la reputación de la liga se extiende por Andoria. Para la mayoría de estos arcanistas, su objetivo es simple: ganar dinero. Los objetivos de los redactahechizos de la orden son más complejos. Escuchan las palabras crípticas de la misteriosa gran taumaturgua y se dedican a descifrar y promulgar su plan.

La magia no es barata, pero los milagros no tienen precio

Líder
Miembros destacados

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