Sesión 101: El molino, la torre y la estafa
Los Buscadores despertaron en la misma taberna, ahora sin dueña, donde habían cenado con Dorian Thorne. Sin decir una palabra, Tharcon decidió salir de la taberna, seguido por Keothi y Thorin. Tharcon se dirigió al molino para resolver el asunto de los pasteles hechos con carne de niño. Al enfrentarse a las molineras, descubrieron que en realidad eran tres sagas disfrazadas. Aunque Tharcon, Thorin y Keothi tenían experiencia en enfrentarse a sagas más poderosas, el combate no fue especialmente desafiante para ellos, hasta que Argos finalmente los alcanzó.
Argos se lanzó al combate decidido, preguntándoles si alguno aceptaría su duelo. Thorin se interpuso entre Argos y Tharcon para proteger a este último, pero Argos lo derribó con facilidad. Justo cuando Argos estaba a punto de rematar a Thorin, Tharcon aceptó su desafío, lo que provocó que el fuego cataclísmico que emanaba de la armadura de Argos se desatara, creando una torre de llamas que encerró a ambos, impidiendo que Keothi o Thorin pudieran intervenir. Sin embargo, sin el fuego alimentando sus poderes, Argos se debilitó considerablemente, y Tharcon estuvo a punto de derrotarlo. Pero, finalmente, el coloso venció y mató a Tharcon. El fuego regresó al cuerpo de Argos, quien luego desapareció.
El grupo llevó el cuerpo de Tharcon de regreso a la taberna para realizar un ritual de resurrección, logrando revivirlo. Durante la discusión, acordaron que la próxima vez que alguien se apartara, debía avisar al grupo antes de irse. Finalmente, partieron hacia la Torre del Cielo, esperando que los magos allí pudieran ayudarlos con Dorian y que Shalfey supiera qué hacer con la estrella. Mientras viajaban, los cuervos seguían al grupo, lo que indicaba que Dorian aún los vigilaba.
Al llegar a la torre, vieron que para acceder debían cruzar una pequeña extensión de agua que la separaba del continente. Un barquero llamado Hadley, que vivía en el lugar, se ofreció a llevarlos hasta la torre, ya que era su trabajo. Durante el viaje, Hadley dijo: "Bonito es el día", lo que Arsen y Keothi recordaron como parte de una frase que había dicho Shalfey en los recuerdos que habían visto del hombre asesinado por la Red de Memoria. El grupo respondió con "pero más bellas son las joyas de la noche", y entonces Hadley les reveló lo que estaba sucediendo. Aunque se decía que Shalfey había muerto, Hadley llevaba varios días escuchando su voz en la mente, pidiendo ayuda. Hadley creía que Shalfey estaba prisionero por orden de Piyarz, el nuevo guardián de las profecías, quien pretendía quedarse con su puesto. Hadley les pidió a los Buscadores que lo rescataran, y el grupo, también interesado en descubrir qué hacer con la estrella, aceptó.
Al llegar al embarcadero de la Torre del Cielo, vieron que la torre estaba protegida por un grupo de mercenarios llamados la Compañía Dorada. La torre estaba dividida en dos estructuras: la torre y el hostal. Cuando la gente llegaba, se alojaban en el hostal, pedían una cita para que les leyeran el futuro y luego tenían acceso a la torre. Arsen pidió una cita para que le leyeran el futuro, lo que le costó 100 monedas de oro. Durante la noche, Tharcon aprovechó para convertirse en pulpo y explorar la base sumergida de la torre en busca de una posible entrada, pero no encontró nada. La torre tampoco tenía ventanas, y parecía que la única forma de entrar era por la puerta principal.
Al salir del agua, Dorian lo estaba esperando. Dorian comentó que había quedado impresionado por el combate de Tharcon contra el coloso y que estaba reclutando druidas, ofreciéndole unirse a él. Tharcon rechazó la oferta de manera que Dorian consideró irrespetuosa. Dorian le advirtió que lo perdonaría por el acuerdo que tenía con los Buscadores, pero que la próxima vez no sería tan indulgente, y se marchó, por primera vez visiblemente molesto.
Al día siguiente, el grupo entró en la torre escoltado por un numeroso grupo de la Compañía Dorada hasta la sala donde un adivinador leería el futuro de Arsen. Sin embargo, resultó ser una estafa, ya que el adivinador solo le dijo frases vagas que podían interpretarse de muchas maneras. Al terminar, la Compañía Dorada los escoltó nuevamente hasta la salida. Thorin usó uno de sus hechizos para verificar si Shalfey estaba en la torre y, efectivamente, lo detectó dentro. La única opción que quedaba era entrar y liberarlo.
Mientras discutían cómo hacerlo, Tharcon sobrevoló la torre y vio que en las plantas superiores había cuatro trampillas, y que la cima de la torre estaba cubierta por una cúpula de cristal. Cada miembro del grupo propuso ideas sobre cómo entrar, pero todas parecían complicadas...**