Sesión 102: Infiltración en La Torre Del Cielo
El grupo decidió que la mejor opción para entrar en la Torre del Cielo era hacerlo desde el piso superior, ya que Tharcon había visto unas trampillas. Avisaron a Hadley, el barquero que les había pedido rescatar a Shalfey. Cuando Hadley llegó, le explicaron el plan, y este los acercó hasta la pared de la torre que le indicaron. El grupo aprovechó para escalar la fachada hasta un pequeño balcón donde se encontraba una de las trampillas. Para cualquier otra persona, trepar por esa pared habría sido casi imposible, pero Tharcon se transformó en una araña gigante y, tras escalar, dejó caer una cuerda para que los demás pudieran subir.
Una vez arriba, el grupo decidió que Malkian, Syleneth y Krik se infiltrarían mientras el resto esperaba a ver qué descubrían. Descendieron por la trampilla y exploraron la segunda planta, donde encontraron la cocina, con una gran olla de crema de calabaza en el fuego, y una despensa que saquearon. En el comedor, Syleneth escuchó ruidos de gente hablando a través de la puerta y decidieron no entrar.
Bajaron por una escalera de caracol hasta la planta inferior, donde encontraron el dormitorio de los magos de la torre y una biblioteca llena de magos, envuelta en un hechizo de silencio. Malkian se dio cuenta de que los magos estaban buscando información sobre "El Tomo de la Profecía". El grupo decidió que no podían avanzar por esa planta y optaron por subir hasta el observatorio a través del tejado.
Una vez allí, se colaron por uno de los paneles de vidrio, pero al tocar el suelo, se activaron las defensas de la sala, convocando a cuatro estatuas animadas. El grupo luchó contra las estatuas saliendo victoriosos sin mayores dificultades. Después de esto, continuaron hacia la planta inferior.
Krik, Syleneth y Malkian descubrieron que, bajo el observatorio, había una sala donde, más allá de la puerta, se extendía una masa giratoria de colores y formas que parecía no tener fin. Krik tocó la masa y fue teletransportado a una dimensión de bolsillo que resultó ser un laberinto gigante. Preocupados por la desaparición de Krik, Malkian y Syleneth subieron a avisar a los demás. Mientras planeaban qué hacer, Krik logró completar el laberinto y apareció al otro extremo de la sala. Parecía que la única forma de cruzar era atravesando el laberinto, y todos lo intentaron con mayor o menor éxito.
Finalmente, descendieron por unas escaleras hasta llegar a una sala con una puerta cerrada por una cerradura arcana. Al intentar abrirla, una voz desde el otro lado los amenazó con quemar los libros si intentaban entrar. Krik y el hombre tras la puerta comenzaron a insultarse, pero Malkian intervino y logró convencer al hombre de que no representaban un peligro. Se enteraron de que la voz era Shalfey, el mago al que debían rescatar. Después de ganarse su confianza, Shalfey les permitió entrar. Lo encontraron en un estado deplorable: sin comer durante varios días y gravemente herido.
Shalfey les pidió que se encargaran de Piyarz, quien había llegado a un acuerdo para entregar a la Orden de los Milagros el Tomo de la Profecía a cambio de convertirse en un Redactahechizos de la orden y quedarse como Alto Adivinador de la Torre del Cielo. El Tomo de la Profecía es un libro que predice los eventos del día siguiente, escribiendo una única página que se borra cada día. Sin embargo, el tomo había dejado de funcionar, y Shalfey creía que la caída de la estrella, que los Buscadores habían encontrado, había creado otro tomo. Según Shalfey, el tomo original fue entregado por unos gnomos de las profundidades que viven en la Forja de Kagu cuando cayó una estrella hace muchos años.
Shalfey les propuso que, si llevaban la estrella a los gnomos de las profundidades, estos podrían proporcionarles un nuevo tomo con sus propiedades intactas, antes de que la Orden de los Milagros se apoderara del nuevo tomo. A cambio, Shalfey les ofreció cinco mil piezas de oro.
El grupo se dirigió a enfrentarse a Piyarz, quien se encontraba acompañado de sus hombres de confianza y de Sion, el albino que les había atacado en el bosque. Sion confirmó que ellos eran los que iban tras la estrella y que poseían los recuerdos de los hombres de Shalfey. Tras esto, el grupo comenzó el ataque.
Arsen rápidamente desterró a Sion, lo que hizo que el combate fuera mucho más sencillo. Finalmente, lograron detener a Piyarz y a sus secuaces. Cuando Sion regresó del destierro, acordó una tregua con los Buscadores y se marchó.
Con la torre a salvo, el grupo decidió pasar la noche allí. Al día siguiente, Shalfey les ayudaría a ocultarse de la magia de adivinación.
Una vez arriba, el grupo decidió que Malkian, Syleneth y Krik se infiltrarían mientras el resto esperaba a ver qué descubrían. Descendieron por la trampilla y exploraron la segunda planta, donde encontraron la cocina, con una gran olla de crema de calabaza en el fuego, y una despensa que saquearon. En el comedor, Syleneth escuchó ruidos de gente hablando a través de la puerta y decidieron no entrar.
Bajaron por una escalera de caracol hasta la planta inferior, donde encontraron el dormitorio de los magos de la torre y una biblioteca llena de magos, envuelta en un hechizo de silencio. Malkian se dio cuenta de que los magos estaban buscando información sobre "El Tomo de la Profecía". El grupo decidió que no podían avanzar por esa planta y optaron por subir hasta el observatorio a través del tejado.
Una vez allí, se colaron por uno de los paneles de vidrio, pero al tocar el suelo, se activaron las defensas de la sala, convocando a cuatro estatuas animadas. El grupo luchó contra las estatuas saliendo victoriosos sin mayores dificultades. Después de esto, continuaron hacia la planta inferior.
Krik, Syleneth y Malkian descubrieron que, bajo el observatorio, había una sala donde, más allá de la puerta, se extendía una masa giratoria de colores y formas que parecía no tener fin. Krik tocó la masa y fue teletransportado a una dimensión de bolsillo que resultó ser un laberinto gigante. Preocupados por la desaparición de Krik, Malkian y Syleneth subieron a avisar a los demás. Mientras planeaban qué hacer, Krik logró completar el laberinto y apareció al otro extremo de la sala. Parecía que la única forma de cruzar era atravesando el laberinto, y todos lo intentaron con mayor o menor éxito.
Finalmente, descendieron por unas escaleras hasta llegar a una sala con una puerta cerrada por una cerradura arcana. Al intentar abrirla, una voz desde el otro lado los amenazó con quemar los libros si intentaban entrar. Krik y el hombre tras la puerta comenzaron a insultarse, pero Malkian intervino y logró convencer al hombre de que no representaban un peligro. Se enteraron de que la voz era Shalfey, el mago al que debían rescatar. Después de ganarse su confianza, Shalfey les permitió entrar. Lo encontraron en un estado deplorable: sin comer durante varios días y gravemente herido.
Shalfey les pidió que se encargaran de Piyarz, quien había llegado a un acuerdo para entregar a la Orden de los Milagros el Tomo de la Profecía a cambio de convertirse en un Redactahechizos de la orden y quedarse como Alto Adivinador de la Torre del Cielo. El Tomo de la Profecía es un libro que predice los eventos del día siguiente, escribiendo una única página que se borra cada día. Sin embargo, el tomo había dejado de funcionar, y Shalfey creía que la caída de la estrella, que los Buscadores habían encontrado, había creado otro tomo. Según Shalfey, el tomo original fue entregado por unos gnomos de las profundidades que viven en la Forja de Kagu cuando cayó una estrella hace muchos años.
Shalfey les propuso que, si llevaban la estrella a los gnomos de las profundidades, estos podrían proporcionarles un nuevo tomo con sus propiedades intactas, antes de que la Orden de los Milagros se apoderara del nuevo tomo. A cambio, Shalfey les ofreció cinco mil piezas de oro.
El grupo se dirigió a enfrentarse a Piyarz, quien se encontraba acompañado de sus hombres de confianza y de Sion, el albino que les había atacado en el bosque. Sion confirmó que ellos eran los que iban tras la estrella y que poseían los recuerdos de los hombres de Shalfey. Tras esto, el grupo comenzó el ataque.
Arsen rápidamente desterró a Sion, lo que hizo que el combate fuera mucho más sencillo. Finalmente, lograron detener a Piyarz y a sus secuaces. Cuando Sion regresó del destierro, acordó una tregua con los Buscadores y se marchó.
Con la torre a salvo, el grupo decidió pasar la noche allí. Al día siguiente, Shalfey les ayudaría a ocultarse de la magia de adivinación.