Sesión 104: El ataque a la torre
Mientras los Buscadores esperaban a Thalindra en la torre, una manada de hombres lobo, acompañada por un grupo de lobos huargos, les tendió una emboscada. El campo antimagia que rodeaba la torre dejó al grupo en clara desventaja frente a los hombres lobo, cuya resistencia natural complicaba el combate. Algunos miembros del grupo comenzaron a descender rápidamente, pero Syleneth, Krik y Tharcon se quedaron rezagados en el segundo piso. Pronto se dieron cuenta de que los hombres lobo eran resistentes al daño cortante, perforante y contundente, lo que los puso en una posición difícil.
En un intento desesperado por ayudar al grupo, Thorin se lanzó desde el segundo piso, pero al caer fue aprovechado por los enemigos, quienes rápidamente lo abatieron. En ese momento, Thalindra apareció cabalgando desde el bosque, equipada con armas de plata, letales para los hombres lobo. Con su ayuda, los Buscadores lograron tomar el control de la batalla en el exterior. Sin embargo, Krik y Syleneth quedaron atrapados arriba, con los hombres lobo a punto de alcanzarlos. Idearon un plan improvisado para escapar, colocando una cama en el montacargas, prendiéndole fuego y escondiéndose debajo, esperando que las llamas distrajeran a los hombres lobo. El plan fracasó cuando los lobos detectaron su engaño, pero ambos lograron escapar con vida.
Cuando los hombres lobo finalmente salieron de la torre, los Buscadores, con la ayuda de Thalindra, los eliminaron uno a uno. Después del combate, los Buscadores le explicaron a Thalindra que habían acudido a la torre tras escuchar de Sigismund que era un refugio para cazadores de sangre, a lo que ella respondió fríamente que ya no lo era, gracias a ellos. La desconfianza de Thalindra hacia el grupo, especialmente hacia Krik, fue evidente, pero Malkian logró convencerla de que lo mejor sería viajar juntos, al menos hasta encontrarse con Sigismund.
Durante el viaje, Tharcon utilizó su poder para resucitar a Thorin, mientras Thalindra, aunque distante, empezó a llevarse mejor con Malkian y Syleneth. Aun así, su personalidad difícil y reservada no facilitaba una relación cercana con el resto del grupo. Al llegar a su destino, Sigismund les explicó que la única forma de avanzar era entrar en la Wulfenhold, la fortaleza donde se encontraba la Orden, y descubrir qué estaba buscando Godfrey cuando los cazadores de sangre traidores se unieron a Dorian y le permitieron acceder. Sugirió que le ayudaran a acabar con los no muertos que se encontraran por el camino.
En un intento desesperado por ayudar al grupo, Thorin se lanzó desde el segundo piso, pero al caer fue aprovechado por los enemigos, quienes rápidamente lo abatieron. En ese momento, Thalindra apareció cabalgando desde el bosque, equipada con armas de plata, letales para los hombres lobo. Con su ayuda, los Buscadores lograron tomar el control de la batalla en el exterior. Sin embargo, Krik y Syleneth quedaron atrapados arriba, con los hombres lobo a punto de alcanzarlos. Idearon un plan improvisado para escapar, colocando una cama en el montacargas, prendiéndole fuego y escondiéndose debajo, esperando que las llamas distrajeran a los hombres lobo. El plan fracasó cuando los lobos detectaron su engaño, pero ambos lograron escapar con vida.
Cuando los hombres lobo finalmente salieron de la torre, los Buscadores, con la ayuda de Thalindra, los eliminaron uno a uno. Después del combate, los Buscadores le explicaron a Thalindra que habían acudido a la torre tras escuchar de Sigismund que era un refugio para cazadores de sangre, a lo que ella respondió fríamente que ya no lo era, gracias a ellos. La desconfianza de Thalindra hacia el grupo, especialmente hacia Krik, fue evidente, pero Malkian logró convencerla de que lo mejor sería viajar juntos, al menos hasta encontrarse con Sigismund.
Durante el viaje, Tharcon utilizó su poder para resucitar a Thorin, mientras Thalindra, aunque distante, empezó a llevarse mejor con Malkian y Syleneth. Aun así, su personalidad difícil y reservada no facilitaba una relación cercana con el resto del grupo. Al llegar a su destino, Sigismund les explicó que la única forma de avanzar era entrar en la Wulfenhold, la fortaleza donde se encontraba la Orden, y descubrir qué estaba buscando Godfrey cuando los cazadores de sangre traidores se unieron a Dorian y le permitieron acceder. Sugirió que le ayudaran a acabar con los no muertos que se encontraran por el camino.