Sesión 108: ¿Para que beber agua si puedo beber vino?
El grupo recogió las botas que se habían caído del gigante muerto y decidió marcharse. Sin embargo, antes de irse, quisieron investigar la causa de la caída de la torre. Pronto descubrieron que algo enorme había golpeado la estructura desde el exterior, derribando gran parte de la planta baja. Además, notaron marcas en las rocas que indicaban impactos eléctricos. Dada la guerra entre los gigantes, no era sorprendente que unos gigantes de las tormentas hubieran acabado con sus rivales.
Mientras regresaban a Kagu, Arsen examinó las botas y descubrió que se trataban de unas Botas del Nómada, que le dieron a Erdan, quien podría sacarles mayor provecho. Al llegar a Kagu, los gnomos habían terminado de reforzar la armadura de Erdan. Durante su estancia, también se enteraron de que unos druidas habían visitado la forja semanas atrás para solicitar la sumisión de Kagu al rey Dorian, quien deseaba que les fabricaran armaduras. Kagu se negó, lo que provocó el asedio de los gnomos por parte de los druidas. Para defenderse, habían desarrollado un sistema de defensa y soltado a los Alborotadores por el bosque.
El grupo se reunió con Sigismund y decidieron viajar a Crystalcross. Utilizaron el círculo de teletransportación para llegar a las afueras de la ciudad y notaron que la zona estaba bastante abandonada. Pronto descubrieron la razón: un inmenso ejército de no muertos se encontraba en formación, esperando frente a las puertas de la ciudad. Si este ejército atacaba, Crystalcross no podría resistir. La población de los alrededores se agolpaba contra las puertas, intentando entrar mientras la guardia lo impedía. Sin embargo, el grupo logró entrar gracias a Thalindra, que esperaba a Sigismund y le comunicó que necesitaba hablar con él sobre un asunto importante.
Sigismund se despidió del grupo, ya que le habían informado que se irían a ayudar a Syleneth antes de enfrentarse al problema de Dorian, lo que lo decepcionó. El grupo se dirigió a la taberna conocida como El Faro, donde se habían alojado en su última visita. Decidieron descansar esa tarde y partir hacia Dinea al día siguiente, después de comprar lo necesario.
Sin embargo, durante la cena, un grupo de pescadores empezó a comentar que los peces habían desaparecido en la zona de Crystalcross. De repente, comenzaron a gritar y se transformaron en necrofagos, atacando a los presentes en la taberna. El grupo logró eliminar a los necrofagos, pero no pudo evitar que cuatro inocentes murieran. Thorin, en un acto heroico, consiguió desterrar al tabernero cuando un necrofago intentó devorarlo.
Al investigar lo ocurrido, los guardias que llegaron a la zona informaron al grupo que no era la primera vez que esto sucedía; desde hacía días, había personas que se convertían en necrofagos de la nada por toda la ciudad. Esa noche, Syleneth comenzó a sentirse mal y le empezaron a caer los dientes. El grupo dedujo que la única conexión entre Syleneth y los pescadores era que ambos habían bebido vino de la misma bodega: el Mago de los Vinos.
Krik tomó tres botellas de la bodega y decidió examinarlas en busca de respuestas. Al hacerlo, descubrió un líquido negro y viscoso en todas ellas. Por la mañana, Krik anunció que iría a las Torres de la Magia para ver si alguien allí sabía algo al respecto, ya que Syleneth se estaba poniendo peor y los planes debían cambiar. Thorin se quedó con ella en la taberna, intentando curarla sin éxito, mientras Keothi y Malkian fueron a comprar los suministros necesarios.tomó tres botellas de la bodega y decidió examinarlas en busca de respuestas. Al hacerlo, descubrió un líquido negro y viscoso en todas ellas. Por la mañana, Krik anunció que iría a las Torres de la Magia para ver si alguien allí sabía algo al respecto, ya que Syleneth se estaba poniendo peor y los planes debían cambiar. Thorin se quedó con ella en la taberna, intentando curarla sin éxito, mientras Keothi y Malkian fueron a comprar los suministros necesarios.
Mientras tanto, Anabel, la hija del tabernero, se dirigió al puerto para ver si había pescado fresco para que su padre lo preparara en la taberna. Arsen, preocupado por la seguridad de la niña, decidió acompañarla. Al llegar, Arsen vio a una mujer caminando sobre el agua, pero al cruzar un banco de niebla, desapareció sin dejar rastro, lo que lo puso en alerta.
Mientras esperaban Syleneth le pidio a Thorin que advirtiera a su madre de que la Syleneth que estaba con ellos no era la verdadera y que tuvieran cuidado. Sin embargo Thorin recibio un mensaje de la otra Syleneth que pidio que la dejaran en paz y que no se metieran en sus asuntos con su familia. Conversando con ella usando varios hechizos de mensaje descubrieron que esa Syleneth no era una creación de William Dilaurentis, era una consecuencia de la carta del Equilibrio que Sylethe saco en Crystalcross y que creo una copia de ella.
Krik, por su parte, llegó a la torre y se encontró con Blaine Kraverrogg, quien se encontraba allí. Krik intentó que le ayudara con el líquido negro, pero Blaine le confesó que no sabía nada. Sin embargo, otro mago que vio el líquido le sugirió que fuera con él al consejo. Cuando llegaron a la cima de la torre, Krik se encontró con Sigismund y Thalindra, quienes conversaban con dos mujeres, una de las cuales era Iggwilv.