Dharvius Abyssi
Dharvius Abyssi (a.k.a. El Magnífico)
Physical Description
Condición física general
Dharvius es un monje tiefling del camino del dragón ascendente, primo de Dharxes. Es un hombre de estatura promedio, de alrededor de 180 cm (5'11"), pero su constitución es delgada y ágil. Tiene una piel clara y rosada, que a menudo lo hace confundir con un humano, hasta que se percatan de su melena grisácea y sus largos cuernos.
Mental characteristics
Historia personal
La vida de Dharvius, un nombre que resonaría en los anales de la historia, estaba entrelazada con las sombras de su linaje y los relámpagos de la tormenta. Su nacimiento, marcado por la oscura influencia de los Abyssi, se teñía aún más con los secretos oscuros que rodeaban a su familia. La figura de su padre, Dharvok, se cernía como un espectro sobre su infancia, un hombre cuyas acciones siniestras lo convertían en un monstruo incluso a los ojos de su propio hijo.
La relación entre Dharvok y Dharvius estaba destinada al fracaso desde el principio. Dharvok, un hombre cuyas manos estaban manchadas de la sangre de sus doce hermanos, había sembrado una cosecha de amargura y rencor que Dharvius heredó en su corazón. A medida que crecía, Dharvius se dio cuenta de la verdadera naturaleza de su padre, una oscuridad implacable que dejaba poco espacio para el amor o el entendimiento. El tiefling, sin embargo, encontró pequeños refugios en su madre, Dharina, y su hermana menor, Dharaina. A pesar de las sombras que se ciñeron sobre su hogar, Dharvius buscaba consuelo en el amor que compartía con ellas.
Fue en medio de este ambiente opresivo que el destino decidió intervenir. Una noche tormentosa, cuando Dharvius tenía apenas doce años, un dragón de la tormenta descendió de los cielos, una criatura majestuosa llamada Kaylbeis "El victorioso". Este dragón, con su resplandor eléctrico y su rugido atronador, cambió el rumbo de la vida del joven tiefling.
Kaylbeis vio en Dharvius un espíritu afable en un mundo de oscuridad. El dragón de la tormenta vio más allá de los lazos de sangre y de las expectativas impuestas, y eligió bendecir al joven con un toque de poder ancestral. Las fauces eléctricas del dragón se abrieron sobre Dharvius, envolviéndolo en un abrazo electrizante. A partir de ese momento, Dharvius se convirtió en un ser ligado al viento y la tormenta, capaz de conjurar la energía misma de la tormenta con un gesto de su mano.
La bendición de Kaylbeis trajo un rayo de esperanza a la vida de Dharvius, pero también generó una brecha aún mayor entre él y su padre. Dharvok, en lugar de ver la bendición como un regalo, la consideró una traición al linaje oscuro de los Abyssi. La relación entre padre e hijo se volvió aún más volátil, y Dharvius se dio cuenta de que su hogar ya no podía ser su refugio.
A los quince años, en una noche de tormenta similar a aquella en la que Kaylbeis lo bendijo, Dharvius tomó una decisión audaz. Empacó sus pertenencias en silencio, su corazón latiendo con una mezcla de emoción y miedo. Dejando atrás las sombras de su pasado, se aventuró en el mundo, dispuesto a forjar su propio destino lejos de las cadenas impuestas por su linaje. Dharvius regresó a casa con el tiempo, pues no quería abandonar a su madre y a su hermana, pero sus visitas se volvieron cada vez más fugaces y secretas, ya que sabía que su padre nunca aprobaría esos momentos de conexión y ternura.
Mientras Dharvius viajaba por tierras lejanas, Dharxes, su prima materna, se unía a él en una serie de travesías cómicas y peligrosas. La curiosa propensión de Dharvius por meterse en problemas a menudo ponía en peligro la vida de Dharxes y la suya propia. Sin embargo, la valentía intrépida y el deseo de aventura de Dharxes también le salvaron la vida en más de una ocasión, a pesar de que sus escabrosas situaciones parecían sacadas de una obra de teatro cómica.
Fue en una noche de tormenta, similar a aquella en que Kaylbeis "El victorioso" descendió del cielo, en la que el destino puso a un Dharvius de diecisiete años en el camino de Xander Ironwood, un hombre de edad avanzada y apariencia imponente. Xander había sido en otro tiempo un estafador magistral, un maestro en el arte del engaño y la astucia. Aunque el tiempo y las experiencias habían mellado su espíritu aventurero, su mente afilada aún brillaba con la chispa del ingenio.
El encuentro con Xander marcó un punto de inflexión en la vida de Dharvius. A pesar de su apariencia severa y sus métodos de entrenamiento estrictos, Dharvius encontró en Xander no solo a un mentor, sino a un amigo y figura paterna que nunca había tenido. Las enseñanzas de Xander abrieron los ojos de Dharvius a un mundo de estrategia, artimañas y destrezas que superaban con creces sus travesuras anteriores.
Sin embargo, el pasado de Xander seguía siendo un misterio. Sus historias eran como un tapiz enredado de verdades y mentiras, y Dharvius nunca estuvo seguro de su verdadera raza. Las generaciones parecían haberle dado forma, y su conexión con el submundo criminal añadía un aire de misterio y peligro a su figura.
A pesar de las tentaciones del inframundo y las conexiones turbias que a menudo lo envolvían, Dharvius buscaba la aprobación de su mentor en cada paso. Xander, aunque retirado de sus días de estafa, aún tenía conexiones peligrosas que se extendían por los rincones más oscuros del mundo. Dharvius se esforzaba por equilibrar su anhelo de aventura y sus travesuras con la búsqueda de la aprobación de Xander, una figura que había llegado a significar más para él de lo que hubiera imaginado.
Agobiado por las deudas y un gran número de personas afectadas por sus intentos de estafa, Dharvius se dirigió al este, huyendo de Noelzia y tratando de empezar de cero. Sus pasos lo llevaron hasta una taberna en la frontera con las Tierras del Olvido llamada El Reencuentro, donde se decía que había ofertas de trabajo para aventureros con buenas recompensas...
Sexuality
Sí
Ocupación
Estafador
Personality Characteristics
Motivaciones
En cuanto a su personalidad, Dharvius es un espíritu libre, que se enamora y desenamora con facilidad, siempre andando detrás de alguien. Es más bien un estafador que un ladrón, y aunque se ha peleado muchas veces, jamás ha matado a nadie. Busca su independencia en todo momento y es un maestro en guardar secretos, lo que lo hace muy astuto en sus negocios.
Virtudes y cualidades personales
A pesar de sus defectos, Dharvius se lleva muy bien con su prima Dharxes. Aunque son muy diferentes en muchos aspectos, comparten una pasión por la aventura y la emoción. A menudo se unen en misiones peligrosas, y aunque a veces discuten, siempre se apoyan mutuamente en momentos de necesidad. Una vez, mientras exploraban un laberinto subterráneo, Dharvius se encontró atrapado en una trampa mortal. Sin dudarlo, Dharxes se lanzó al rescate y, con su agilidad y astucia, logró liberar a su primo a tiempo.
Vicios y defectos
El mayor defecto de Dharvius es su incapacidad para resistirse a una cara bonita. En este momento, está obsesionado con una joven elfa llamada Nalathiel Evenwood, una estrella de la arena famosa por su belleza y habilidades de combate. Dharvius se ha metido en problemas tratando de impresionar a Nalathiel, y aunque ella a veces parece interesada en él, su relación es complicada y llena de altibajos. Nalathiel es una elfa de piel clara, con cabello largo y dorado y ojos verdes como esmeraldas. Su belleza es legendaria en todo el reino, y muchos hombres la han cortejado sin éxito.
Social
Contactos y relaciones
Dharxes - Prima
Raider - Compañero de aventuras
Eco - Compañero de aventuras
Júpiter - Compañero de aventuras
Summer - Compañera de aventuras
Lucien - Compañero de aventuras
Lazos familiares
Dharvius es perteneciente a una familia con un siniestro legado, aunque es totalmente ignorante de este hecho. Tuvo una infancia difícil debido a su mala relación con su padre Dharvok y, aunque se quieren, perdió el contacto con su madre Dharina hace mucho tiempo. Tiene una hermana pequeña, de alrededor de 8 años, que a pesar de que la ve quizá unos pocos días al año, se quieren con locura y es una gran referencia para ella. Su mayor apoyo en su familia es su prima Dharxes, quien le ha llevado por varios rincones del mundo viviendo aventuras y rescatándolo en innumerables ocasiones de problemas en los que él mismo genera.
Creencias religiosas
Aunque Dharvius no profesa ninguna fe en particular, fue bendecido en su niñez por un dragón de la tormenta llamado Kaylbeis "El victorioso", un descendiente de una legendaria dragona de la tormenta llamada Eshaedra. Es, con casi total probabilidad, la mejor figura paterna que tiene.
Aficiones y mascotas
Hyenacho
Ya sabes quien soy.
View Character Profile
Alineamiento
Caótico neutral
Ubicación actual
Títulos honoríficos y profesionales
El Magnífico
Edad
19
Fecha de nacimiento
1 de Anu del 746 E.S.
Lugar de nacimiento
Imperio de Noelzia
Family
Children
Residencia actual
Villa Dharvius (Oficialmente Remanso del Alba)
Gender
Masculino
Ojos
Ámbar
Pelo
Blanco
Tono de piel
Blanco
Estatura
180cm
Peso
60kg
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Origen de los Abyssi
En un mundo donde la magia y las sombras tejían un tapiz en constante movimiento, surgió un individuo cuyo carisma y ansias de grandeza marcarían su destino y el de su linaje. Dharokar, un alto elfo de porte noble y cabellos dorados, irradiaba una mirada ardiente y una ambición insaciable. Antes de adentrarse en los abismos de la magia oscura, su apariencia resplandecía con la elegancia característica de su estirpe. Con una figura alta y esbelta, y cabellos dorados que enmarcaban un rostro de facciones distinguidas y mirada inquisitiva, portaba vestimentas finamente confeccionadas que dejaban entrever símbolos de poder y ambición.
La vida de Dharokar transitaba por caminos que entrelazaban intrigas palaciegas, leales aliados y ambiciones sin límites. Sin embargo, su sed de poder lo condujo a desentrañar un antiguo tomo prohibido, cuyas páginas resonaban con secretos oscuros. Fascinado por la promesa de un poder sin igual, no dudó en sumergirse en el estudio de lo oculto.
El ritual, enigmático y ominoso, exigió un precio de proporciones titánicas: la sangre y las almas de su propia descendencia. Dharokar, cegado por la codicia y el anhelo de perfección para su raza, no dudó en emprender el pacto. Su determinación implacable lo impulsó a desafiar las advertencias y a enfrentar los límites del mundo conocido.
Con la realización del ritual, su mirada ardiente se tornó inquebrantable. Dharokar se sumergió en la magia oscura con una sed insaciable. Pero este acto de desafío a lo desconocido desencadenó una transformación que jamás habría imaginado. La influencia de Vecna, el rey liche, tejió su destino con un poder oscuro más allá de su comprensión.
La maldición que se abatió sobre él y su linaje transformó sus vidas en un entramado de tragedia. Los descendientes de Dharokar, la estirpe Abyssi, surgieron con cabellos blancos y nombres malditos. La endogamia y el incesto se convirtieron en una necesidad, un sacrificio para preservar la pureza de su raza y alcanzar la magnificencia deseada.
Dharokar dejó de ser un alto elfo noble para convertirse en un paria atormentado por su elección. La influencia de Vecna y el precio de su pacto lo transformaron en un tiefling, un ser con cuernos, piel oscura y rasgos infernales. Su rostro, antaño orgulloso y desafiante, se tornó una máscara de tormento. Su búsqueda de poder y grandeza lo llevó a una caída ineludible hacia la oscuridad.
Cuenta la leyenda que Dharokar pervive en la penumbra, oculto en algún rincón insospechado, tal vez en el plano de las sombras u otro lugar secreto. No obstante, su poder es tan vasto que, si regresara a Dilmund, sería casi como vivir bajo el yugo de Vecna. La sombra de su legado se proyecta sobre las vidas que quedan atrapadas en su influencia, como un eco incesante de la ambición desmedida que arrastró a todos hacia la oscuridad.
Relaciones de Dharvius
Sadie Sheepfall
En la ciudad costera de Portmire, situada en la costa del Imperio de Noelzia, Sadie Sheepfall surge durante su precoz adolescencia como la líder de una banda de ladrones huérfanos antes de tomar la decisión de unirse a la tripulación de un capitán pirata llamado Alistair Stormcrest y abrazar la Senda de la Bestia. Siendo una pirata orgullosa, buscaba redimirse sin dejar atrás su vida en el mar, por lo que consiguió su propio barco “La golondrina negra” y tripulación, tratando de lograr una patente de corso para cumplir su objetivo.
Durante su estancia en la ciudad de Arakyl, otra ciudad portuaria de Noelzia, Sadie conoció a Dharvius, un encantador tiefling que se hacía pasar por un exitoso comerciante con contactos en las altas esferas. Dharvius, además de engañarla con promesas de convertirse en corsaria, cortejó a Sadie y ella no pudo evitar empezar a enamorarse de él. Manipulando su deseo de reconocimiento y poder, Dharvius aprovechó su atractivo y persuasión para ganarse la confianza de la tripulación del "Golondrina Oscura".
La traición de Dharvius se hizo evidente cuando Sadie lo descubrió vistiéndose con su ropa y dando órdenes a la tripulación como si fuera ella.
Esta revelación rompió la ilusión que Dharvius había tejido sobre ella y despertó su ira. Sadie decidió que no dejaría que nadie se aprovechara de su identidad ni de su vida pirata, ni siquiera aquel que había conquistado su corazón.
Además del daño emocional infligido por la traición, Dharvius escapó con una bolsa de oro y un barril de ron robados. Utilizó el barril de ron como bote para llegar a la orilla.
Esta experiencia fortaleció la determinación de Sadie de proteger su identidad y su tripulación. Aprendió a no confiar ciegamente y a mantener su corazón cerrado a las artimañas de otros. A medida que continuaba su vida como una pirata feroz y decidida, Sadie encontró en su orgullo y su valentía las guías hacia su redención en el mar. Y aunque el recuerdo de Dharvius era un sentimiento agridulce en su corazón, Sadie comprendió que su vida en el mar era su verdadera pasión y su único camino.
Hem Grodin
Hem Grodin, una figura de poder en la árida parte de Noelzia, ejercía su dominio como un cacique en los mercados locales de especias, telas y piedras preciosas. Su influencia se manifestaba con impuestos cada vez más abusivos, que exprimían a los comerciantes más humildes y les dejaban al borde de la quiebra. Su control en la región era tan firme que había establecido un pequeño ejército de mercenarios que le servían como su séquito personal, atendiendo a sus deseos y caprichos. Preparaban suculentos banquetes, baños de leche de cabra y cumplían con incluso las tareas más íntimas, como cortarle las uñas de los pies.
Pero Hem Grodin no era invulnerable, y Dharvius, el estafador nefasto, encontró una oportunidad para explotar sus debilidades. Durante su paso por la región, el tiefling propuso un juego de cartas con Hem Grodin. Sin embargo, la astucia de Dharvius lo llevó a hacer trampas descaradas, tratando de inclinar la balanza a su favor. Durante la partida, escondió cartas adicionales en las mangas de su atuendo y cambió las que tenía en la mano a escondidas.
El comerciante incauto, sospechando que algo andaba mal, finalmente descubrió las artimañas de Dharvius. Furioso y avergonzado, acusó al tiefling de hacer trampas y exigió su dinero de vuelta. Dharvius, rápido en su engaño pero más rápido aún en la huida, se apresuró a escapar con la bolsa de monedas de oro en su mano.
Sin embargo, en su desesperación por escapar de la furia de Hem Grodin y sus mercenarios, Dharvius cometió un error que sería su perdición. Corriendo por los callejones y tropezando en su prisa, se topó con un grupo de gallinas que picoteaban el suelo en busca de alimento. Al resbalar y caer, la bolsa de monedas de oro voló de su mano y quedó atrapada en la jaula de las gallinas.
Mientras Dharvius se levantaba y trataba de recuperar el control, las gallinas, intrigadas por el brillo del metal, comenzaron a picotear y arrancar pedazos de la bolsa. Monedas de oro rodaron por el suelo, y las gallinas, con su instinto insaciable, se lanzaron sobre ellas como si fueran gusanos jugosos. Dharvius observó con incredulidad y horror cómo sus monedas de oro eran devoradas por las aves de corral.
Su intento de escape había sido convertido en un espectáculo absurdo y cómico. Dharvius trató de atrapar a las gallinas y recuperar lo que quedaba de su tesoro, pero solo logró perseguirlas en círculos mientras las monedas de oro desaparecían entre los picoteos voraces. Hem Grodin y sus mercenarios llegaron al escenario de caos, encontrándose con una escena que desafió toda lógica y sentido común.
Anlyth Aelasar
Anlyth Aelasar, un alto elfo de aspecto impoluto y prematuro para su profesión, trazó su camino en la vida entre las altas esferas de la burguesía élfica. Su título de reputado geólogo, astrólogo, herbólogo y sociólogo no solo adornaba su currículum, sino que también revelaba su incansable curiosidad y sed de conocimiento. Nacido en la riqueza, Anlyth se sumergió en las profundidades de la tierra y los misterios del cosmos con un entusiasmo inigualable.
Aunque su coqueto despacho en el barrio opulento de la capital de Noelzia estaba repleto de clientes variopintos, fue en su faceta de prestamista donde su historia tomó un giro oscuro. Lo que en un principio había comenzado como un acto de buena fe, destinado a ayudar a los ciudadanos con los tributos, evolucionó con el tiempo hacia una explotación cínica de la precariedad de algunos. Las monedas de platino se multiplicaban mientras la brecha entre el deudor y el acreedor se ensanchaba.
Dharvius, un nombre que susurra a traición y astucia, se entrelazó en la vida de Anlyth de manera indeseada. El tiefling, con su verbo embriagador y promesas doradas, había tejido una red de préstamos, comisiones e intereses que sumaban más de seiscientas monedas de platino. Sin embargo, Dharvius no era un deudor común, y su apetito por el dinero era insaciable.
En una jugada audaz, Dharvius orquestó una propuesta loca e indecorosa que dejó atónito a Anlyth. El prestamista elfo, sorprendido por la audacia del tiefling, se vio atrapado en una tela de araña de codicia y manipulación. El dinero que Dharvius requería no era para pagar deudas, sino para financiar una empresa incalificable, que involucraba la compra de tierras en las regiones más remotas y misteriosas del mundo. Las tierras, según Dharvius, contenían secretos antiguos y riquezas inimaginables.
En un arranque de desesperación y el sueño de aventuras inauditas, Anlyth accedió a la propuesta. El tiefling huyó de la ciudad con las monedas de platino en su poder, dejando tras de sí una estela de incredulidad y desconfianza en el prestamista. Pero la ironía del destino se burlaría aún más de Dharvius.
Mientras viajaba a través de los caminos empedrados, el peso de las monedas se volvió más evidente para Dharvius. Decidió detenerse en una posada para descansar y aliviar su carga. Durante la noche, una rata traviesa logró roer su bolsa y llevarse varias monedas de platino. Cuando Dharvius despertó y descubrió la pérdida, el enfado y la incredulidad se mezclaron en una expresión que no pasó desapercibida para los presentes en la posada. Su ambición había sido socavada por un roedor curioso, y Dharvius se encontró gastando más monedas en comida para recuperar lo que le habían arrebatado.
Decidido a vengarse de la rata y recuperar sus monedas, Dharvius contrató a unos exterminadores que prometieron librarlo de la plaga. Pero, como el destino se burlaba de él una vez más, resultó que los exterminadores eran nada más que unos estafadores con hábiles manos y sonrisas encantadoras. Tras cobrar una tarifa exorbitante por sus servicios, desaparecieron con el resto de las monedas de platino que le quedaban.
Bromgar Stonehammer
Bromgar Martillo de Piedra, un rey enano con una barba que rivalizaba en longitud con su reinado, gobernaba con destreza y dureza sobre su reino subterráneo. Sin embargo, tras su fachada de fortaleza y liderazgo, había un conflicto personal que lo atormentaba. Su "martillito" no le funcionaba como debía, y sus esfuerzos por embarazar a la reina habían sido en vano. La tensión en su relación era palpable, y Bromgar anhelaba desesperadamente encontrar una solución para su problema.
Dharvius, el estafador implacable, olió una oportunidad en la fragilidad de Bromgar. Con su lengua afilada y sus artimañas, se presentó como un comerciante con una fórmula maravillosa que podía resolver el pequeño "problema" del rey enano. Prometió una poción mágica que restauraría su vitalidad y garantizaría el éxito en sus intentos de concebir un heredero.
Intrigado y cautivado por la esperanza que ofrecía Dharvius, Bromgar accedió a escuchar la propuesta del estafador. Pero Dharvius, astuto como siempre, llevó su engaño un paso más allá. Le aseguró al rey enano que la poción no solo sería efectiva para concebir un heredero, sino que sería tan potente que podría tener descendencia con todas las enanas de su reino.
Convencido por la promesa de una progenie abundante, Bromgar aceptó la propuesta de Dharvius y decidió organizar una fiesta para celebrar la llegada de la poción milagrosa.
La fiesta se llevó a cabo en los salones subterráneos del reino enano, decorados con lujosos tapices y brillantes piedras preciosas. Dharvius estaba en su elemento, disfrutando del banquete y la música. Sin embargo, su verdadero plan estaba por revelarse.
Bromgar, ansioso por probar la poción que le aseguraba la solución a su problema, decidió tomar un trago de la misteriosa bebida. Pero cuando el líquido tocó sus labios, el efecto fue instantáneo y desorientador. El rey enano sintió que la realidad se distorsionaba a su alrededor, y se dio cuenta de que había sido engañado.
Mientras su mente se sumía en una neblina de alucinaciones, Bromgar observó la escena a su alrededor con horror. Dharvius, el estafador, había aprovechado la confusión de la fiesta para sumergirse en un festín de lujuria y desenfreno. Las enanas, sin haber bebido la poción, se acercaban a Dharvius por voluntad propia. La atmósfera estaba cargada de deseos y pasión desenfrenada, incluso la reina enana se sentía tentada por Dharvius y no podía resistirse a su magnetismo.
Bromgar, con su mente nublada pero su instinto protector intacto, se precipitó hacia Dharvius. A medida que avanzaba, la realidad fluctuaba y cambiaba a su alrededor, haciendo que cada paso fuera una batalla contra las visiones distorsionadas. Finalmente, logró llegar hasta el estafador y lo agarró de la ropa, exigiendo respuestas.
En medio de la confusión y el caos, Bromgar descubrió la verdad detrás de la poción. Era una droga alucinógena que había causado visiones distorsionadas en su mente. Se dio cuenta de que había sido engañado por Dharvius, quien había aprovechado la situación para sumergirse en una bacanal llena de lujuria y desenfreno con las enanas.
Dharvius, al ser descubierto en su engaño y rodeado por enanas que lo deseaban por su propia voluntad, decidió huir. Pero su escape fue tan absurdo como su intento de estafa. Al no tener tiempo para vestirse adecuadamente, Dharvius tomó un escudo enano que se encontraba cerca y lo usó para cubrir sus partes nobles, corriendo desnudo por los pasillos hasta huir sano y salvo de la ciudad enana.
Morvakri, emperatriz de Noelzia
En un oscuro rincón del imperio de Noelzia, el culto conocido como las Hijas de Vecna prosperaba bajo la tutela de la emperatriz Morvakri. En su monasterio oculto, las intrigas florecían y los secretos cobraban vida propia. En medio de este mar de oscuridad, Dharvius visualizó la oportunidad de su vida: saquear el monasterio y embolsarse un botín que podría hacerle saldar varias deudas... O mejor disfrutar de varios meses de atracones de comida y bebida a raudales en las mejores tabernas de Noelzia.
Pero lo que Dharvius ignoraba, o quizás simplemente no tomaba en cuenta, era lo peligroso que era su plan. Su torpeza habitual parecía velada por una idea tan tentadora que le hacía perder la perspectiva. Después de todo, ¿qué podría salir mal? En su mente, el saqueo de un lugar dedicado al culto de un rey liche sonaba tan divertido como una fiesta a medianoche.
Dharvius tramó su estrafalario plan con una sonrisa en los labios y un destello travieso en los ojos. Sin embargo, había un motivo adicional detrás de su entusiasmo. La tentación de cortejar a una monja en medio de la oscuridad del monasterio era irresistible para él. Imaginaba su sonrisa encantadora desvaneciendo la gravedad del lugar y reemplazándola con una especie de diversión desenfrenada.
Así que, vistiendo las ropas robadas de un ingenuo y beodo sacerdote al que previamente desplumó haciendo trampas a las cartas, Dharvius se infiltró en el monasterio, convencido de que su atrevida hazaña sería la clave de su éxito. Sin embargo, su desconocimiento en los rituales y las costumbres de los adoradores de Vecna llevaron a una serie de errores que precisamente Dharvius podria haber anotado en su bestseller "Cómo ser un Estafador Novato: Vida y memorias de Dharvius el Magnífico", ya a la venta por solo 9,99 piezas de cobre en las mejores librerías de Noelzia.
Sus torpezas no pasaron desapercibidas para el ojo agudo de Morvakri. La emperatriz, cuyo mirar era tan profundo como un pozo de secretos, observó con asombro la manera en que Dharvius, el supuesto sacerdote, bailoteaba alrededor de las novicias de Vecna, agitando incienso como si intentara espantar a los mosquitos y las trataba de engatusar con lujuriosa poesía en sus oidos. A Morvakri no le hizo ni pizca de gracia aquel espectáculo, pero ya que era conocedora de la leyenda de los Abyssi, decidió dejar al menos esa noche a Dharvius en su hogar. A la emperatriz le causaba bastante curiosidad su intruso, y en el fondo esperaba que le resultase de utilidad debido a su linaje. Nada más lejos de la realidad.
Pero la mayor hazaña de Dharvius, ignorante de la importancia de su linaje, aún estaba por venir. En el momento menos oportuno, los ojos de Morvakri se posaron sobre él, mientras intentaba ejecutar una suerte de ritual de invocación de Vecna que parecía más un número de malabarismo. Su mirada fue un viento frío que cortó hasta el alma, disipando cualquier ilusión de seguridad. Sin vacilación, Morvakri reveló su conocimiento y con una sonrisa gélida, le dejó en claro que no toleraría la profanación de su santuario.
El corazón de Dharvius latía como un tambor enloquecido mientras luchaba contra una oleada de verdades y mentiras. Su astucia, que había sido su mayor aliada en el pasado, no fue rival para la aguda intuición de una mujer aparentemente tan joven como Morvakri. Con un simple gesto de su mano, la emperatriz conjuró una niebla oscura que envolvió a Dharvius, cortándole cualquier vía de escape. La emperatriz, dueña de las artes oscuras, demostró que su conocimiento y control superaban con creces las artimañas de un simple estafador. Con una voz fría y melodiosa, le advirtió que sus juegos habían llegado a su fin.
La niebla oscura que envolvió a Dharvius eventualmente se transformó en unas negras cadenas que lo aprisionaban y amenazaban con ahogarlo y aplastarle los órganos. Morvakri le concedió una última oportunidad de sobrevivir si juraba lealtad a Vecna, y hacía honor a su linaje. Lejos de ser consciente de lo que le decía la emperatriz ni de la situación en la que se encontraba, comenzó a disociar con que la emperatriz tenía alguna especie de intenciones sadomasoquistas con él, rebatiendo cada frase de Morvakri con una indecente persuasión que sobrepasaba con creces la insensatez y rallaba la locura.
Al ver que el castigo físico no parecía hacer efecto, y el mental bastante menos, Morvakri empezó a desesperarse y perdió la concentración en su conjuro. Entonces, el tiefling vio su oportunidad para escapar. Pero sabía que su fuga sería efímera. Había cruzado el umbral de la emperatriz Morvakri y sus acciones no serían olvidadas, ni por ella, ni por el Imperio de Noelzia.
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