Albélum (alˈβelum)
La Infraterra alberga mucho más que criaturas amenazantes, culturas hostiles o peligros naturales, pues hay una enfermedad temida por muchos de los que se aventuran a estos inhóspitos lugares, la llaman el velo blanco o albélum.
Causas
En realidad lo único seguro sobre el albélum es que está confinado a la Infraterra, por suerte para los habitantes de la superficie, pero no se sabe qué lo causa, si es el contacto con el agua que se filtra en la supraoscuridad, algún mineral no conocido de la mesoscuridad o la exposición al aire enrarecido de la infraoscuridad.
Muy pocos han investigado sobre la enfermedad, principalmente aquellos contratados por dueños de minas que buscan proteger a sus mineros, y quienes lo han hecho, en su mayoría, han sido herbario y curanderos, enfocándose más en manejar los síntomas que en encontrar cómo se contrae.
Síntomas
Aquellos que pasan varios ciclos en la Infraterra corren el riesgo de sufrir de albélum, los primeros síntomas en casi todos los casos son ignorados, pues el enfermo simplemente ve sombras en la periferia, algo difícil de discernir estando bajo tierra, en este estadío tan temprano, algunos curanderos han logrado detener la enfermedad sin secuelas permanentes.
El siguiente síntoma es muy parecido a una leve fatiga ocular, lo que hace que en muy cortos períodos de tiempo, la vista aparezca desenfocada, nuevamente, algo que podría ocurrir normalmente en una incursión bajo la superficie, sin embargo, a partir de este momento serán más recurrentes y más largos los períodos en los que la vista parece un poco borrosa.
El último síntoma es un aclaramiento de los colores, hasta verlos todos blancos, finalmente, las formas se desdibujan y el afectado queda ciego, aunque podrá distinguir intensidades de luces que se presenten o discernir entre el día y la noche, pero nada más. Los que han sufrido el albélum tienen sus ojos totalmente cubiertos por un velo blanquecino.
El albélum es considerado una ventaja para muchas criaturas de la Infraterra, aquellas que no han desarrollado una inmunidad a la enfermedad, principalmente las que viven en las zonas más profundas. Esto debido a que, al no poder ver, han desarrollado mucho más otros sentidos, además, en algunos lugares de la nictoscuridad hay zonas tan negras que contienen oscuridad mágica, lo que haría vulnerable a una criatura que dependa de su vista para sobrevivir.
Tratamiento
Únicamente para aquellos que están en el primer estadío de la enfermedad hay cura definitiva conocida, aunque quien lo trate debe ser un curandero, basta con un aprendiz. Para el afectado se preparan varias vasijas grandes con agua, y en cada una se hacen diferentes mezclas, de polvos, plantas y se colocan pequeños fragmentos de rocas cercanas al lugar donde se contrajo la enfermedad. Gradualmente, el enfermo deberá meter su cabeza en cada vasija y mantener sus ojos abiertos dentro de ella, el tiempo que le indique el curandero, aunque algunas mezclas pueden arder o hasta picar, se debe resistir si no se desea terminar ciego.
Para aquellos que están en el segundo estadío, no vale el tratamiento de las vasijas, además se requiere un curandero experto, cuando menos. Al afectado se lo inmoviliza, preferiblemente boca abajo en un armazón de madera en forma de X, su cabeza se sujeta firmemente al armazón y se le colocan unas aparejos que impiden que cierre sus ojos. Con ayuda de utensilios curvos se extrae uno de los ojos procurando no perforarlo, se cortan de raíz los filamentos carnosos que lo sujetan al cráneo y luego, se disecciona para extraer una parte específica del mismo, la cual se usará para frotar sobre el otro ojo, finalmente, se cubre con un parche y un paño al enfermo para que, con la ayuda de los dioses, recupere la vista normal por el único ojo que tendrá en adelante.
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