General Summary
Luego de una cruenta y extenuante lucha contra una gigante de las nubes, que al final ganan, aunque no sin pérdidas, porque el ninja que se les había unido hacía poco en Meikos acaba estampado contra un árbol, los héroes no disfrutan de la paz y el descanso que merecen, pues al poco tiempo les toca luchar de nuevo y esta vez contra una hidra de múltiples cabezas, al final, tienen suerte y la vencen, esta vez afortunadamente sin pérdidas.
La exploración por las heladas tierras del norte sigue y los lleva a encontrar el cadáver de otra hidra y a su lado los cadáveres de quienes habían luchado contra ella, más adelante alcanzan a escuchar un llamado de auxilio, que resulta de ser de un nuevo ninja, lo que resulta misterioso por lo que lo enfrentan y acaban reduciéndolo y maniatándolo.
Sexmón 3, 2272 CH – Época octava
Al amanecer del tercer día de Sexmón, Boltos Fray John y Balder interrogan al ninja que tienen prisionero, y les cuenta que el escapó y se escondió en esa cueva esperando no morirse debido a que se encontraron con un gigante, aunque no alcanza a precisar que tipo de gigante porque los perdió de vista muy rápido y de ahí en adelante no supo nada más.
Boltos considera que van por buen camino y el día pasa sin incidentes, por lo que propone no descansar sino seguir adelante.
Llegan al parecer al cuarto día de Sexmón y siguen adelante saliendo de la cueva, al poco empiezan a oír unos ruidos raros en el transcurso del día. Se escucha que algo viene, cada vez más cerca, hasta que ven lo que resulta ser una esfera de oscuridad, luego que pasa esa oscuridad logran ver a Boltos que viene devolviéndose , pues se había adelantado mas que el resto del grupo, y viene en persecución de un elfo que según alcanza a decir perdiéndose a lo lejos: “se volvió oscuro”.
Los aventureros corren tras él y cuando logran alcanzarlo, notan que estaba enzarzado en una pelea contra un ser de rocas animadas. Boltos está convertido en oso y muy herido. La compañía se une entonces a la pelea. Fray John se dedica a curar al hombre oso, el nuevo Ninja se vuelve invisible para esperar el momento de lanzarse a la acción y Boltos y Kormak flanquean al extraño ser de piedras animadas.
Así, mientras los clérigos sirven de soporte, los enanos cargan y el resto se lanza al ataque cada uno a su modo, hasta que por fin logran vencer al misterioso oponente animado.
Luego de la batalla, el nuevo ninja y Onixa se dirigen a buscar el rastro del misterioso elfo y ven a lo lejos una antorcha que se mueve bajando y acercándose, se quedan entonces en guardia a la espera, hasta que descubren que la antorcha esta sostenida por un extraño jóven albino, al cual se acercan y lo conducen a donde se encuentran sus compañeros.
Dicho joven comenta, mientras Boltos y Balderk interrogan, haber visto unas extrañas huellas.
Boltos hace un agujero bajo la nieve y siente que el destino de la expedición se encuentra ya cerca pues dice haber encontrado roca labrada. Inmediatamente Balderk hace una fogata para preparar el campamento mientras que Boltos y el ninja se adelantan explorando y encuentran la entrada de una cueva. Se devuelven a avisar del hallazgo y teniendo en cuenta lo incierto del clima se mueve el campamento a la cueva.
La cueva se ve muy profunda y trabajada en pura roca viva. Boltos sugiere prudencia, no penetrar demasiado en ella esa noche y colocar antorchas para una visión mayor y más compacta, lo cual se hace y mientras unos descansan otros hacen las guardias respectivas, intercambiándose durante el descanso, todo se desarrolla normalmente sin nada digno de contarse.
Luego de dormir, todos se levantan y se disponen a explorar la cueva, encontrando pronto un lugar con las paredes y el suelo completamente lisos y el cielo raso se pierde a la vista, lo que más sienten es que donde están ha dejado de ventear, por lo que la sensación térmica se eleva. El aparente silencio no parece buen augurio para un lugar como éste en medio de un bosque tan inhóspito, al parecer.
Fecha Eiláar
Pentamon 19, 2272 CH Época octava
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