La abadía sanadora
La abadía sanadora, el hogar de Las Hiedras cantantes por casi 400 luxantes, fue concebida en su origen como un colegio de bardos dedicado a la adoración y estudio de la naturaleza por medio del arte y la gastronomía, con el paso del tiempo, el perfeccionamiento de su concepto los ha convertido en grandes académicos protegidos por inmensos muros de piedra que reciben los vestigios de sal del Golfo Verde sobre las colinas de Doble filo, en Senífini.
Propósito/función
El objetivo de este recinto ha sido siempre prestar un espacio propicio para las investigaciones de sus miembros, no solo en materia de seguridad, pues los únicos peligros que corren las hiedras son las bestias salvajes que deambulan el continente, la calma que se respira y la riqueza de la tierra son garantía para un gremio de herbolarios que utilizan sus experimentos en un sinfin de aplicaciones. Sus cámaras han servido por muchos luxantes para el remanso de miembros, enfermos e invitados que acuden a esta organización en busca de ayuda o conocimiento.
Arquitectura
La abadía sanadora es una gran fortaleza amurallada construida sobre una colina, su estructura está compuesta en su mayoría por dormitorios, laboratorios de alquimia y herbologia, sin embargo, las tres edificaciones que más resaltan son las siguientes:
La torre del silencio:
En este lugar reposan los afligidos que buscan ser curados por las técnicas naturales de Las Hiedras cantantes, en su mayoría, estas personas sufren trastornos de la voz, enfermedades respiratorias o auditivas, los miembros del gremio acostumbran a guardar completo silencio, usando sus voces solo cuando es necesario, pues para ellos es una manera de mostrar respeto hacia aquellas personas convalecientes que no gozan de unos sentidos sanos, lo que le da el nombre a este lugar.
Los jardines del mundo:
Una de las principales necesidades es la recolección de materias primas para ser usadas en sus experimentos, sea para crear aceites que potencien el sonido de la voz, o para crear curas contra exóticas enfermedades como las Infusiones de musgo voraz , cualquiera que sea el caso, los jardines del mundo es el lugar donde plantas de todos los territorios de Eiláar son cultivadas y estudiadas, ubicados en lo alto de la colina, está compleja instalación se trata de una gran torre de ocho pisos de altura, cuatro hechos en cristal sobresalen en la superficie, el resto perforan la montaña, con esto han logrado moldear un sistema de invernaderos controlando la temperatura, humedad, nivel de luz y la administración correcta del espacio que les permite distribuir plantas de todo tipo según sus necesidades.
Hic cibum:
Este edificio circular es el favorito de muchos y el más importante de toda la abadía, dos grandes mesas semejantes a una hoja flanquean otra tabla zigzagueante en forma de destello, cuando es vista desde los balcones interiores del segundo piso, se logra reconocer el símbolo sagrado de Feberraltir , patrón indiscutible de Las Hiedras cantantes. En este lugar se practican las artes que tanto caracterizan a los bardos, siendo el único de toda la abadía donde las liras, las arpas y sobre todo, las potentes voces de los miembros del gremio retumban. Mientras incontables oleadas de comida bajan por las escalas provenientes de las grandes cocinas de la parte superior.
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