La gran visión
Afortunados aquellos que no fueron participes de aquella nefasta y dolorosa visión, extrañados y espantados observaban como algunos se retorcían en el suelo, presas de una tortura al parecer desoladora, mientras otros levantaban su vista al cielo con ojos desorbitados y suspiraban en un éxtasis profundo. Todo comenzó el Noxante del 2274 CH de la época octava, me encontraba en compañía de mi siempre leal camarada, sin previo aviso, un lacerante dolor de cabeza comenzó a fastidiarme, no le presté mucha atención, ya que lo relacioné con la tensión tan cotidiana que reina entre nosotros ante un nuevo Noxante, de repente el dolor fue insoportable, mi cuerpo se convirtió en un oxidado yunque y caí al suelo entre convulsiones, gritos y quejidos, el dolor se esparcía voraz y mordía mis entrañas, en mi mente se proyectó un ser abominable, ni siquiera la mente más trastornada de toda Eiláar podría haber imaginado algo así, su piel era pálida y sin vida, en su rostro destacaban unos ojos perversos de color rojo, su espalda estaba coronada por dos gigantescas alas que destilaban sangre sin detenerse, su pecho desprovisto de toda vestidura exhibía los símbolos de los dioses tallados en su piel a fuego y en su cintura se posaban miles de plumas negras que no cesaban de crecer y al tocar el suelo se convertían en unas grotescas sombras que danzaban a su alrededor. Luego de varios minutos, que se me antojaron interminables, culminó aquella innominable visión y pude por fin volver a la realidad, mi cuerpo se sentía magullado por los bruscos movimientos y mi respiración logró acompasarse, para alivio del aterrorizado espectador, sin embargo, el horror y la preocupación por estas imágenes nunca me abandonaría.
En búsqueda de respuestas y para confirmar que no estaba loco, ya que mi compañero se preocupó por mi salud y mi cordura, me dirigí a una taberna de manera sigilosa para escuchar si alguien más había sido víctima de aquella terrorífica criatura pero sin querer levantar sospechas, con sorpresa escuché a varios sujetos encapuchados relatando la misma visión pero en su voz no se escuchaba ni un ápice de miedo, todo lo contrario, parecía que este ser había sido creado a imagen y semejanza de todas sus fantasías, pude deducir por su apariencia y por los dijes de Nancrix que colgaban de su cuello , que no estaban aquí con buenas intenciones. Me asaltaban mas dudas que respuestas, por lo que salí de allí para hablar con un viejo erudito que se caracterizaba al igual que yo por su bondad, en el camino encontré un mago que parecía haber caído de una altura importante, ya que varios huesos se encontraban fracturados y habían traspasado la carne, al llegar allí comprobé que el anciano había visto y padecido lo mismo que yo, me explicó que el zeclón había dejado de funcionar y que por eso aquellos que se encontraban en el aire tuvieron ese trágico final, se mostraba igual de preocupado por el avistamiento de esa criatura y por el cielo color carmesí intenso que al parecer había secuestrado a la oscuridad y a la esperanza del mundo.
Los augurios no eran buenos, algo malo está por suceder.
Recepción cultural
En los cleros de los dioses buenos, está tétrica visión fue tomada como una advertencia de sus dioses de que una oscura época se cernía sobre ellos, quizás una guerra por la sangre derramada en el suelo, una enfermedad que acabaría con miles de vidas o el nacimiento de un ser espantoso que traería consigo una destrucción nunca antes vista.
Por el contrario, para los cleros de los dioses malignos parecía ser una buena nueva, ya que al parecer la maldad por fin podría sobreponerse y gobernarlos, quizás este ser vendría a acabar con los tontos e incautos y premiaría a todos aquellos que supieron desde siempre el camino correcto, la maldad al fin reinaría, impartiendo su oscura y cruel justicia sobre todos.
Mientras tanto, los seres de alineación neutral no sabían por cuál interpretación decantarse, lo único que vieron ese día fue cómo el cielo se tornó carmesí y a su alrededor se desató un caos formado por gritos de dolor y exhalaciones llenas de placer.
En el arte
La profecía se cumple
Unos luxantes después, una plaga inmunda comenzó a esparcirse en Eiláar, la gente adolecía de fiebre y dolores durante varios ciclos hasta que moría en un vómito de sus propias entrañas, la Perversión Cetrina le llamaron.Esto confirmó la versión de los cleros de los dioses buenos de que aquella sobrecogedora visión había sido el inicio de todo, sin embargo, para aquellos que tienen su corazón lleno de maldad, fue una desagradable sorpresa, ya que esta enfermedad fue implacable con todas las criaturas, borrando así la bella percepción que tenían de que serían recompensados por sus elecciones.
¿Será este el principio del fin? ¿Qué otros males están al acecho?
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