Los Sentinaras

La ceremonia de entierro en los riscos de los cipreses es un rito sagrado que honra la vida de los ghredos fallecidos y asegura su unión con la naturaleza y con sus ancestros. Este ritual se lleva a cabo en los riscos sagrados de Saeka donde los cipreses milenarios extienden sus raíces, uniendo al fallecido con la tierra y los espíritus de los antepasados.

Participantes

• El San líder: Un ghredo con título de San es elegido para liderar la ceremonia.
• Familiares y amigos: Los seres queridos del fallecido, quienes participan activamente en el ritual.
• Miembros de la comunidad: Otros ghredos se unen para apoyar a la familia y rendir homenaje a los ancestros.

Preparación

Selección del árbol

El San líder, junto a la familia elige un árbol, ubicado en el risco de los cripreses, para enterrar al fallecido, esta elección se basa en que tenga sus raíces profundas, extendidas y sirvan como último descanso. En esta tarea los más jóvenes de la familia ayudan explorando los recovecos del risco, indicando al San sobre sus observaciones, hasta dar con el árbol adecuado.

Preparación de Incienso sagrado

La familia y amigos cercanos crean en conjunto un incienso especial que simbolice al fallecido, usando hierbas y resinas. Este incienso debe ser una receta única, creada únicamente para el ritual. Es común que la familia use algo representativo de su ser querido para la elaboración, como una parte de tela que le gustara, sus cabellos u otra cosa, cualquier componente se macera o reduce a polvo para ser integrado al incienso. En la creación se tiene en cuenta el olor, la forma del humo, la forma de consumirse y los lugares de emanación.

Los inciensos se ubican en el risco, rodeando el lugar seleccionado para el entierro, sirviendo como guía para que todos sepan dónde descansará el difunto.

Atadijo del cuerpo

Usando las mejores telas del fallecido, algo que le gustara vestir y que lo represente, se envuelve su cuerpo con ellas, no vestido, sino en forma de atadijo, una especial manera en que los ghredos cubren el cuerpo siguiendo un patrón de dobleces en las telas, únicamente usado en entierros o ceremonias de despedida.

Ejecución

Inicio del ritual

Todos los asistentes al ritual caminan hasta los riscos sagrados, la familia lleva sobre sus cabezas el cadáver envuelto, cada persona lleva una pequeña ofrenda, no solo para el fallecido, sino también para sus ancestros, pues es una forma de mostrarles su respeto.

Encendido del Incienso

El San da la orden para que se enciendan los inciensos, a la vez que se sujeta el cuerpo con cuerdas para poder descenderlo hasta el punto del entierro. El ambiente comienza a inundarse con los aromas del incienso, permitiendo lo que los ghredos llaman la comunión con sus antepasados.

Canto a los sentinaras

Los ghredos tienen una variedad de oraciones y cánticos, en este punto, comienzan a entonar el llamado canto a los sentinaras, una oración cantada que habla del fallecido como un centinela y del entierro como un reposo para que pueda convertirse en un ancestro. A la vez que entonan el canto, se comienza con el descenso del cuerpo por el risco. El cuerpo del fallecido, vestido con sus mejores ropajes, es ubicado con cuidado entre las raíces del árbol seleccionado. Este acto simboliza su unión con la tierra y la continuidad de la vida a través de la naturaleza. Luego de esto, el fallecido es considerado ahora un nuevo sentinara, un ancestro que velará por el bienestar de su gente.

Meditación en Silencio

Tras el canto y una vez colocado el cuerpo, los ghredos meditan en silencio, observando el humo del incienso mientras se eleva y se disipa. Este tiempo de reflexión permite a cada uno rendir homenaje a sus propios muertos. Se espera pacientemente hasta que los inciensos se consuman por completo.

Otros nombres

El Reposo del Centinela

Primary Related Location

Saeka

Etnias relacionadas

• Ghredos

Riscos sagrados de Saeka by MJ

Canto a los sentinaras

Ciprés en calma,
raíces que abrazan,
descanso eterno.

Vaho que se eleva,
susurros en el risco,
cantos para el alma.

Tierra que te acoge,
cuerpo entre raíces,
ancestro elevado.

Olas te vigilan,
quietud en la noche,
centinela eterno.

Memoria viva,
ecos y brisa,
familia altiva.

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