Secuveria

El secuverus Ok’negur (ok-ní-yur) cuyo nombre real es desconocido, nos cuenta en una de sus numerosas gnositomias sobre el posible origen de la Secuveria:
Secuveria, como los mismos elfos antiguos nombraron a la versión humana para su Viavertat ya desconocida y sólo nombrada en los textos más antiguos de los eruditos estudiosos del lenguaje.
“Es de las razas estudiar la Secuveria, la búsqueda de la verdad, y de los elfos la Viavertat, el camino a ésta.”
La anterior frase se atribuye a los primeros elfos, aunque es más nuestra que suya, pues llevamos más tiempo sin elfos antiguos que el que se les atribuye a éstos haber vivido. Pero tiene algo de razón en ella, o mucho, según quien la interprete. Pues si nos referimos al élfico antiguo; veria y vertat comparten su raíz en la palabra verita que significa verdad, secu proviene de sequi que significa seguir, mientras que via es la propia palabra para sendero o camino. Así pues, la viavertat que profesaban los elfos sería el camino a la verdad, mientras que la secuveria de los humanos es la búsqueda de la verdad, si entendemos seguir como el que sigue o persigue algo.
Siendo más estrictos, la secuveria no es sólo de los humanos, sino de todas las razas que no son los primeros elfos, lo que a fin de cuentas significa todas las razas, considerando el detalle de los primeros elfos por haber desaparecido sin dejar rastro alguno. Pero hablo de los humanos porque fueron ellos quienes dieron origen al término secuveria al ser la primera raza, además de los primigenios elfos, en desear pensar y teorizar el todo tal como lo hacían los elfos con la viavertat. Al parecer los elfos deseaban compartir su magia, pero no su camino a la verdad y fue allí, cuando la viavertat se dividió, en aquella que partió a quién sabe dónde con los elfos y en la secuveria, la que actualmente practicamos todos aquellos que podemos tener pensamientos.


¿Y qué es, pues, la secuveria? Alejándonos de su significado en el lenguaje, podríamos decir que la secuveria es una forma de entender el todo, pero una forma de entenderlo que parte desde el mismo ser que intenta comprenderlo, usando como principal herramienta el pensamiento; observando, preguntando, contestando, analizando, debatiendo, deduciendo y concluyendo sobre todo esto.


Siendo así, no podríamos decir que se puede aprender secuveria, pues hay tantas formas de pensar como criaturas pensantes hay. No se trata de un arte que puede enseñarse a otro como lo es la alquimia, desde la cual se explica una parte del todo con base en las reacciones que tienen las partículas de las cuales se forman las cosas. El alquimista puede aprender lo que otro sabe si practica, conoce sus métodos, materiales y herramientas. Y podría llegar a obtener similares resultados llevando a cabo un conjunto de pasos sistemáticos a modo de receta. El secuverus, en cambio, sólo podría estudiar lo que otros han pensado y la manera en cómo esos otros comprenden el todo, sin embargo, podría deducir verdades nuevas o refutar falsedades enmascaradas. Sea cual fuere el camino que tome, el secuverus está solo en su sendero, pues es único y nadie lo ha transitado antes.