Alexander Stuka
Alexander Stuka es una persona particular que, por su indumentaria y sus menciones en los textos de los inquisidores de la Amapola Negra, queda claro forma parte de dicha organización, pese a desconocerse su rango dentro de la misma.
La primera vez que el grupo entro en contacto con Alexander fue durante el viaje en Las Fauces, donde El’Barakas descubrió en la bodega de carga una enorme caja de madera que terminó abriendo. En su interior, una profunda e infinita oscuridad le sorprendió, como también lo hizo la máscara que salió a continuación. El inquisidor se presentaría, sin hostilidades, y pediría que lo dejasen dormir.
Esa misma noche, Alexander volvería a aparecer para advertir a Reagan de los peligros de seguir ciegamente a la entidad que se le aparecía en sueños, la cual se hacía llamar el Pernoctante.
Ya en Tifón, Alexander aparecería en diversos lugares, ayudando a Hardan a encontrar el camino en medio de la penumbra del vacío, a Jhun y Aidon a ascender hasta el pico de Auxilio VIII y a Rhava la advirtió sobre los peligros de bajar a la bodega, advertencia que obvió. Más tarde el inquisidor también se personaría de noche ante Rhava para encomendarle el cuidado del “arma”, refiriéndose a Nara. También habló con el grupo antes de que se dirigiesen al castillo y, para sorpresa del grupo, su imagen pareció atravesar sin problema las lanzas de los atónitos guardias.
En Helena, Alexander ofreció al grupo un salvoconducto para que se adentrasen en los sueños de Edmundo con el fin de pedir un deseo al demonio que llevaba dentro. Al parecer, Alexander tenía interés en liberar al ser, aunque no dio más detalles.
La primera vez que el grupo entro en contacto con Alexander fue durante el viaje en Las Fauces, donde El’Barakas descubrió en la bodega de carga una enorme caja de madera que terminó abriendo. En su interior, una profunda e infinita oscuridad le sorprendió, como también lo hizo la máscara que salió a continuación. El inquisidor se presentaría, sin hostilidades, y pediría que lo dejasen dormir.
Esa misma noche, Alexander volvería a aparecer para advertir a Reagan de los peligros de seguir ciegamente a la entidad que se le aparecía en sueños, la cual se hacía llamar el Pernoctante.
Ya en Tifón, Alexander aparecería en diversos lugares, ayudando a Hardan a encontrar el camino en medio de la penumbra del vacío, a Jhun y Aidon a ascender hasta el pico de Auxilio VIII y a Rhava la advirtió sobre los peligros de bajar a la bodega, advertencia que obvió. Más tarde el inquisidor también se personaría de noche ante Rhava para encomendarle el cuidado del “arma”, refiriéndose a Nara. También habló con el grupo antes de que se dirigiesen al castillo y, para sorpresa del grupo, su imagen pareció atravesar sin problema las lanzas de los atónitos guardias.
En Helena, Alexander ofreció al grupo un salvoconducto para que se adentrasen en los sueños de Edmundo con el fin de pedir un deseo al demonio que llevaba dentro. Al parecer, Alexander tenía interés en liberar al ser, aunque no dio más detalles.
Cassiopeia
Alexander suele ir siempre acompañado de un cuervo de ojos rojos, al que llama Cassiopeia. Pese a que los cuervos son muy inteligentes, la manera en como Alexander se dirige al animal hace sospechar que el ser debe su origen a un ritual mágico.
Remove these ads. Join the Worldbuilders Guild
Comentarios