Liberta

Liberta es y ha sido siempre una región complicada. ¡Voto a mare si lo es! Aquella región de las Tierras Libres está repleta de piratas, sabandijas y alborotadores que solo quieren una cosa: una tierra sin leyes en donde poder hacer lo que les venga en gana. No es como si el resto de las Tierras Libres fuesen mucho mejores, pero aunque Tosang esté controlada por asesinos, ahí como mínimo existe una pizca de control. En Liberta no.

En solo unos pocos meses manteniendo las rutas con los mares del norte yo y mi tripulación fuimos atacados numerosas veces por bajeles con bandera negra. En una ocasión no tuvimos más remedio que atracar en sus muelles tras perder la mayor. Aquella experiencia confirmó lo que ya sabíamos: en la ciudad abundan los casinos, burdeles e incluso pabellones de lucha. Se realizan todo tipo de actos y eventos clandestinos, se trafica con mercancías robadas, algunas veces incluso con esclavos, y por lo general se hace todo aquello que las leyes prohíben en otros reinos.

La barbarie es tal que, de 20 hombres que llegamos a sus costas, solo salimos en barco la mitad. El resto fueron asesinados en las calles de la ciudad, muy probablemente a manos de prostitutas o rateros. Quién sabe si en la maldita “Casa de los Favores”.

Particularmente desagradable nos resultó descubrir que los hombres a los que inicialmente habíamos contratado para que reparasen el barco nos abandonaron a nuestra suerte, huyendo con la mitad de nuestras provisiones. Por suerte, al final otro barco de Victoria nos consiguió sacar de ahí.

“El implacable océano” [Extracto]

de Pablo Cansado, capitán de la fragata “la Implacable”

Tipo

Manuscript, Historical