Concilio de Ilean
El Concilio de Ilean, nombrado así en honor al mítico tabaxi que gobernara la región ahora conocida como Tierras del Caos, es una supraorganización formada por decenas de organizaciones de diferente carácter y que tiene por función principal investigar, explorar y aprender todo lo posible sobre las Tierras Interiores, los engendros del Ajhen y los Despertares.
En su Consejo tienen un asiento las Universidades de Lefield y Ae'Llanfyl, el Círculo de Evhin, la Torre de Onentto, Los Filos Libres, la Sociedad de Eruditos y Aventureros, el Pacto Azabache, el Círculo de Aradh, la Orden de la Vigilia, el Nuevo Pacto de Kestone y el Principado de Aradh. Las Repúblicas de Domhull, Dal'Viari, el Imperio de Daran, el Darham de Sunah y la Ciudad Libre de Arganois también tienen un embajador en el Concilio.
Estructura
El Concilio tiene una estructura rígida, en función de poder cumplir su tarea sin contratiempos ni influencias externas. Cada organización que forma parte del Concilio tiene un embajador en el mismo, el cual cumple diversas tareas administrativas según su investidura. Las investiduras van cambiando cada cierto tiempo, a fin de que cada embajador se desempeñe en cada ámbito de la organización.
Las once organizaciones principales tienen un asiento en el Consejo. Son quienes toman las decisiones importantes, deciden el curso de acción del Concilio y determinan como guiar los recursos. Es un trabajo de tiempo completo, por lo que cada delegado pertenece en realidad al Concilio más que a su organización, y esa es la premisa, pues quien pertenece al Concilio entiende que su tarea está por sobre los objetivos de cualquier otra organización a la que perteneciere.
Agenda pública
La misión del Concilio es sencilla: aprender del Ajhen, para evitar que vuelva a suceder.
Para ello, regularmente envía expediciones hacia las Tierras interiores, buscando recolectar información y extender su área de influencia. El Concilio sabe que allí descansan las respuestas más certeras de un pasado oscuro, y las ruinas de la Segundad Edad aguardan para ser exploradas. Pero es un terreno peligroso, que se ha resistido durante siglos.
Poco a poco el Concilio ha ido estableciendo puestos de avanzada para sostener sus investigaciones, pero es una tarea ardua. Cada metro ganado al Caos entraña nuevos desafíos para los Delegados y el Concilio.
Quizá la razón que hace más conocido al Concilio son sus expediciones, pues regularmente está contratando aventureros para explorar las Tierras de Ilean. Pero no se trata de un grupo de mercenarios, no confundir, si no que aquellos que son reclutados por la organización pasan por un filtro importante de selección para determinar que sean afines a los objetivos del Concilio.
Historia
Curiosamente, el Concilio fue fundado por el desaparecido Imperio de Kestone. Desde entonces su objetivo no ha cambiado y a lo largo de su historia sus delegados han sabido mantener la independencia total del Concilio frente a los poderes políticos, militares o religiosos de turno.
Al final del primer milenio, cuando el Imperio ya estaba asentado en La Frontera Salvaje, comenzó a mirar hacia las Tierras Interiores, más conocido en ese momento como Valles de la Oscuridad. Sin embargo, una campaña militar directa sería una locura, sin antes conocer un terreno del todo inexplorado. No habían rastros de asentamientos, ni caminos, ni civilización. Sólo las más osadas de entre las tribus nómades se atrevían a bajar al Gran Valle, en los bordes de las Tierras Interiores.
El emperador de ese entonces, Jonah IX, decidió convocar a eruditos, militares y exploradores. Necesitaban una forma de expandirse hacia el interior. Asesorados por el Ashkan Elgen, líder de los salvajes, se creo el Concilio en el año 998, con una tarea en común con los nómades: mantener a raya a los Engendros del Caos. Pero con los siglos, los objetivos se han separado. Mientras los nómades se limitan a combatir a los Engendros, cada vez más escasos, los esfuerzos del Concilio miran hacia el interior de los Valles, poniendo cada vez más un grado de tensión con los taidji, los nómades nativos de la región.
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