En el 715 CA, los exploradores del imperio regresaron tras haber atravesado el cordón montañoso conocido como el Espinazo del Demonio, contando historias acerca de las ruinas inexploradas y los tesoros que allí había y de la extensa llanura para el cultivo del cossuh. Además, los exploradores advirtieron al emperador de que el territorio estaba ocupado y que los nativos no eran amigables con los extraños. De cierto forma, dijeron, les recordaba a los primeros pasos del Kestone. Pese a ello, el emperador vio la ocasión para expandir su imperio y explotar el exótico fruto del cossuh, y envío más exploradores hacia el norte. Durante los siguientes cuarenta años, lo que hoy conocemos como Frontera Salvaje fue investigada, cartografiada y colonizada desde la Garganta hacia el oeste. En el 803, se establecieron los primeros asentamientos coloniales kestonitas.
Los campos de cossuh se establecieron al este del Gran Río, pero entre los conflictos con los clanes nómadas y la Guerra de la Meseta Ardiente, no prosperaron. No fue sino hasta 872 que la oportunidad volvió a presentarse. Algunos peregrinos crighanitas, queriendo dejar atrás a los paganos del imperio y dar pie a una comunidad centrada en su fe, avanzaron a través de La Garganta, fundando colonias e implementando campos de cossuh cada vez más hacia el oeste. Con los siempre difíciles teyrham orientales amenazando instalarse en los nuevos territorios a través del Paso de Haburh, el emperador quería asegurarse de tener bajo control el monopolio del cossuh. Demostrando una actitud pía, el emperador alentó a los peregrinos e incluso financió a muchos de los colonos que se establecieron en la Frontera Salvaje.
Debido a que el emperador aún estaba tratando de asegurar su participación en el comercio del cossuh y sus subproductos, no le dio la importancia debida al ultimátum de Allbach Ellaun. Para evitar una rebelión y darse el tiempo de supervisar el plan de producción del cossuh en la Frontera, el emperador cedió convirtiendo a Albach en un darh. A cambio de aquel título, Albach gastó tiempo y recursos en fortalecer las rutas comerciales de las regiones de Ae' Llanfyl, Maewyr y Campua beneficiando al Imperio con un notable aumento de ingresos.
Durante siete años, los teyrham sureños proporcionaron al Imperio un ingreso estable, permitiendo al emperador enfocarse en la pacificación de la Frontera Salvaje y en establecimiento de sus colonias. A esas alturas, las región compuesta por los teyrham de Ae'Llanfyl, Campua y Maewyr ya se agrupaban bajo el nombre de Sunah y, con la atención del emperador puesta en la Frontera, Albach abolió la esclavitud en la región eliminando de paso una importante fuente de ingresos del imperio: los artefactos saqueados de las ruinas sunitas, sagradas para los carmaenses. En ese momento, la palabra del emperador ya no significaba nada para los ciudadanos de Sunah. Albach Ellaun lo había reemplazado como su verdadero líder.
Para minar la posición incipiente de Albach, el emperador buscó gente capaz de contravenir el tratado de Albach con los carmaenses, explorando y saqueando las ruinas sagradas. Cuando más tarde capturaron a sus agentes, el emperador se desmarcó de la operación. Pero el darh, con pruebas otorgadas por los carmaenses, tuvo la evidencia necesaria para demostrar que el emperador estaba detrás de los saqueos. Allbach declaró entonces la independencia de la región de Sunah (Ae'Llanfyl, Campua y Maewyr) en el 943. Después de una sangrienta guerra de cuatro años, dentro de los cuales Allbach encontró la muerte, el emperador cedió. Intentar mantener el control de la península de Sunah se estaba volviendo demasiado costoso. Firmó tratados con el nuevo darh de Sunah y volvió su atención a la Frontera Salvaje, redoblando sus esfuerzos en el comercio del cossuh, que a la fecha aún se ejecuta y proporciona grandes réditos al imperio.
En definitiva, el Imperio cambiaba un territorio por otro. Dejaba atrás un terreno conflictivo como Sunah, y abría nuevos horizontes en una nueva tierra.
Comentarios