"Ellos se encierran, se arrugan y se llenan de polvo entre sus libros; nosotros sentimos la vida que corre por nuestras venas, el poder de los antiguos. Los comunes nos temen, y hacen bien. Nos odian, y hacen bien. Nos cazan, y se equivocan"
Un mártir de Meseta Gris
HIJOS DE YN
Los hechiceros hacen magia igual que los poetas escriben poesía: gracias a un talento innato, perfeccionado mediante la práctica y la afluencia de nuevas fuentes de Esencia. De cierto modo, un hijo de la Esencia en Kalh se alimenta de la propia Esencia que lo forma, mientras que un mago moldean la que encuentra en el ambiente a su alrededor. Un hechicero no tiene libros, mentores ni teorías, simplemente el poder de su herencia, que controla a su voluntad.
El poder de los hechiceros reside no solamente en su sangre, como se cree popularmente, si no que en todo su ser. Aunque lo de la sangre tiene algo de verdad, ya que si se escarba en su linaje, se podrá encontrar alguna criatura sobrenatural que dio origen al poder que el hechicero maneja. Sin duda, muchos de los hechiceros de hoy son las consecuencias del Caos de Ajhen, donde diablos y demonios llamaban hogar a Kalh, y por aquella razón aún siglos después son resistidos por la mayoría de la gente. Sobre todo en los Reinos del Norte. En menor medida, existen aquellos que debe su herencia a otros tipo de criaturas primordialmente mágicas: dragones, elementales, hadas...
A raíz de lo anterior, uno de los mitos más populares relata que cada cierto tiempo, y mediante un oscuro ritual, los hechiceros deben de beber la sangre de una criatura similar a aquella que le heredó sus talentos mágicos, para así aumentar su poder. Cierto o no, muchos hechiceros no desmienten aquello, e incluso algunos se divierten recalcando sus raíces y atemorizando al vulgo.
HECHICEROS Y LA SOCIEDAD
Dado su carácter muchas veces oscuro e inestable, y a su falta de control sobre sus habilidad, pero sobretodo dada a la naturaleza de su magia, los hechiceros son resistidos en la mayoría de las poblaciones civilizadas de Kalh, sobre todo en los Reinos del Norte, Dal'Viari y el Imperio. Eso no parece importarles demasiado, claro está.
El único lugar donde he oído que los hechiceros son bien recibidos es entre los pueblos nómades, quienes les dan un carácter casi divino, pues los chamanes forman parte medular de cada clan. Y es que el origen de los Hijos de Yn encaja con los mitos y creencias de los pueblos nómades de Kalh, tanto taidji como ney-tikva.
Entre ellos, los hechiceros no suelen apoyarse, y tampoco molestarse. En todos mis años de viaje he llegado a pensar que simplemente se toleran sus mutas presencias, o a veces se ignoran. Nunca he tenido noticias de una agrupación de hechiceros, o un cónclave o alguna de esas cosas que tan bien se les dan a los magos. Al final, cada hechicero vive su mundo sin molestarse por el resto de los suyos.
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