Iglesia de Deel'Armil
Si bien Deel'Armil ha emergido recientemente de vuelta a su lugar en el panteón, su culto nunca ha dejado de practicarse: el Heraldo tomó su lugar tras la desaparición del Primogénito y ahora le ha devuelto sus dominios. Por lo tanto, para la gente común, nada ha cambiado. Y el regreso de Deel'Armil le ha dado un nuevo brío a sus seguidores.
Estructura
El clero de Deel'Armil se organiza de manera regional. Así, en cada reino existe un Isyn, que hace de cabeza de la iglesia. Luego, cada templo importante a nivel regional, de divide en dos cabezas.: El Huleg, el sacerdote de mayor rango dentro del templo, vela por las cuestiones dogmáticas y religiosas. Por su parte el Deen, un arcanista, se dedica a la parte arcana del templo.
Los templos menores son generalmente dirigidos por un sacerdote destinado de un templo mayor.
Cultura
Los siervos de Deel'Armil suelen ser retraídos, aunque no llegan al nivel monásticos de otras religiones, y es más bien por un carácter erudito que misterioso. Invierten gran parte de su tiempo en la investigación mágica, mientras que otros más inquietos prefieren la investigación de campo. Sin embargo, la tarea más mundana y a la que se avoca la mayoría de sacerdotes es hacer entender la magia a los kalaii, intentando alejarlos de los prejuicios supersticiosos. Una tarea titánica, la verdad sea dicha.
Orígenes divinos
Luego de la formación de Kalhastor, y la Guerra de los Hermanos entre las primeras creaciones de la Esencia, el primer dios en emerger fue Deel'Armil, el Primogénito. Fue él quien, en su sabiduría, logró desbalancear el conflicto eterno inclinando la balanza hacia los Aldunai, a quienes consideró los legítimos herederos de Yn. Así, los otros dioses que siguieron a Deel'Armil se sumaron también a la lucha contra los Ilferi hasta que acabaron rendidos, volviendo a las raíces de Kalh.
La Guerra de los Hermanos había terminado, y los Aldunai, conscientes de que ya no tenían lugar en Kalhastor, se durmieron para siempre. Una nueva era comenzaba, encabezada por Deel'Armil y sus hermanos: la Era de los Dioses, la Era de los Kalaii.
Cosmología
En un comienzo sólo existía Yn, la Esencia.
Un poder infinito, consciente de sí mismo y del vacío a su entorno, con una mente que no se podría explicar de forma alguna. Fue esta consciencia quien dio forma a Kalhastor, proyectando sus pensamientos, transformándose a si misma en un mundo vivo, latente de magia y poder. Y su obra magna fueron sus hijos: Ilferi y Aldunai, los Primeros Nacidos, también de una materia tan indescifrable como la propia Yn, cada uno diferente al otro.
Y esas diferencias rompieron el equilibrio y desataron el caos. Los hermanos se enfrentaron entre ellos nutriéndose de la propia Yn, en una guerra interminable y cíclica. Hasta la aparición de los dioses. Es los albores de la Primera Edad de los Kalaii, los dioses surgieron de esa Esencia remanente que quedó dispersa en el mundo y que no formó a Aldunaï ni Ilferï. Y cuando esa fuerza, los dioses, comprendieron su entorno, intervinieron pues el conflicto llevaría a la destrucción de Yn. Apoyaron entonces a los Aldunaï y finalmente los Ilferï fueron devueltos a Kalhastor, su fuerza, su Esencia, fusionándose con su madre nuevamente. Los Aldunaï, entonces, entraron en letargo en la Eternidad Invisible.
Los dioses tenían ante sí un nuevo mundo, y muchos desafíos.
Comenzaba la Primera Edad.
Principios de la fe
- Respeta la Esencia libre de la magia, pero no te sometas a ella ni sucumbas a la ambición de poseerla.
- Busca la magia allá donde vayas, porque la magia es variable y moldeable y siembre está cambiando.
- No uses la magia si la tarea que vas a emprender la puedes hacer por ti mismo: tus otras capacidades se atrofiarán.
- No debes depender de la magia, si no la magia de ti.
- Crea y aprende nuevas formas de moldear la magia siempre que puedas, y haz una copia para el templo.
- Aprende de aquellos más sabios que tú.
- Enseña la magia sin restricciones, tal como tú la aprendiste.
- Evita cometer errores pensando que la magia los podrá resolver
- No pretendas dominar aquello que escapa a tu comprensión, da un paso después del otro.
Ética
El conocimiento y la difusión de la magia suele ser la fuerza motora del clero, aunque lo que eso significa difiere de una corriente a otra.
Mientras la corriente que nació bajo la protección del Heraldo difunde la magia de manera abierta, patrocinando escuelas de magia e investigaciones arcanas; la corriente tradicional del clero es más cerrada, enseñando sólo a sus elegidos. Una tercera corriente, de menor importancia, proclama que la magia debiese ser privilegio de unos pocos, y su impacto en el mundo debiese ser el menor posible.
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