De entre todas las gentes de Kalh, aquellos que más comprenden los orígenes de las cosas, del propio Kalh, son los manipuladores de la Esencia, llamados también magos. En realidad el término manipulador de la Esencia se puede aplicar a otros que sea capaces de hacer magia, pero no con tanta propiedad como para los magos mismos. Ellos pasan horas y horas estudiando sus apuntes, sus libros llenos de conocimientos arcaicos y comprendiendo el caudal de la Esencia.
A través de sus estudios, los magos comprenden la Esencia, al menos de una manera más profunda que el resto, y son capaces de modelarla en pequeñas cantidades. Un mago sabe dónde puede encontrar la Esencia, como atraerla a él y como forjarla en conjuros. La forma que le de dependerá de los estudios que haya realizado el mago con anterioridad.
Sin embargo, la Esencia es un ente vivo, y peligroso, y los magos reconocer que jugar en ella es jugar con su propia vida. Pese a ello, coinciden en que las recompensas suelen compensar el riesgo, siempre que se sepa cuando parar. Si bien cualquiera con la suficiente dedicación puede convertirse en mago, ya que sólo se requiere estudio y disciplina, muy pocos llegan realmente a lograrlo: el proceso es extenuante, requiere dedicación al cien por ciento, y a menudo el camino para convertirse en mago está lleno de dificultades.
Magos y la sociedad
Los magos tienen una relación de amor y odio con las sociedades civilizadas. Después del Caos de Ajhen, en el nacimiento de nuestra actual era, la reticencia a la magia se tornó general e incluso se le persiguió en los albores del tiempo. Hoy, si bien se ha avanzando en su aceptación, la gente sigue mirando la magia con distancia y haciendo las cosas de forma tradicional, incluso en aquellos reinos donde la magia es cosa de cada día, como Dal-Viari o Sunah. En realidad, se podría decir que la mitad de la población ve a la magia como un mal necesario, mientras otra mitad la teme y la odia. Sólo una pequeña minoría la acepta completamente. Esa minoría son los que comprenden que en su justa medida el manejo de la Esencia reporta beneficios sustanciales de diversas formas, pero siempre que puedan hacer las cosas por sus propias manos no recurrirán a la magia.
Los mismos magos comparten un poco la visión de la gente común, reconociendo que si bien la magia facilita la vida, también fomenta una dependencia peligrosa; en ese aspecto los Manipuladores de la Esencia parecen haber aprendido la lección que dejó la Segunda Edad, donde el abuso de la magia y la sed de poder y conocimiento fueron parte del proceso que llevó al Caos de Ajhen. Por aquí y por allá quedan ruinas donde la Esencia fue alterada y ahora extrañas criaturas andan a sus anchas, secretos de magia de pacto, magia de sangre, o magia de círculo que hoy sólo traerían destrucción sobre nuestro hogar.
Yn, la Esencia
El tema de la Esencia, Yn, es algo que por sí sólo alcanzaría para un largo estudio, así que me limitaré a darle una visión superficial para comprender el papel que juega para los magos, quienes la manipulan.
En un comienzo sólo existía Yn, la Esencia, una fuerza caótica, con conciencia de sí misma. Esa fuerza fue la que formó Kalhastor, pero no el que hoy conocemos, sino una tierra de pesadilla, retorcido y alienante, pues estaba hecho para comprensión de esa fuerza caótica, no para quienes luego habitaríamos este mundo. Así, con el paso de las eras, ese caos fue acomodándose a su propia forma. ¿Qué quiere decir todo eso? Hablando en sencillo, que si la Esencia formó todo, hay Esencia en cada cosa, incluso en el aire a nuestro alrededor. Los magos, conocedores de aquello, la estudiaron y fueron ideando fórmulas para atraer esa Esencia, concentrarla en ellos y darles forma según sus deseos. Todo eso fue un proceso largo, de aprendizaje y error, y que en gran medida fue avanzando en la Segundad Edad.
Escuelas de Magia
Hoy la magia, estudiada y clasificada, se encuentra separa en escuelas según los efectos y formas que toman sus conjuros. Estas escuelas son: Adivinación, Abjuración, Conjuración, Encantamiento, Evocación, Ilusión, Nigromancia y Transmutación, en cada una de las cuales se especializa un mago una vez ha avanzado en el camino de la disciplina mágica.
Más allá de la Esencia, se ha experimentado con algunas formas alternativas de hacer magia, sin embargo en la mayoría de los reinos estas son condenadas en incluso perseguidas.
Magia alternativa
Yo, a título personal, tengo conocimiento de dos formas alternativas de usar la magia, sin embargo desconozco los procedimientos y no pretendo tampoco incentivar que sea practicada. Recalco aquello por si alguno de los fanáticos del Heraldo se interesa en mi estudio.
La primera de estas formas deriva de la observación que se ha hecho de la forma en la que los 'Hijos de la Esencia' manejan la magia. Es la llamada magia de sangre. En un estudio anterior mencionaba la capacidad de los hechiceros de realizar magia de manera espontánea, eso debido a la herencia en su sangre, producto de algún ancestro en su linaje que poseía cualidades mágicas innatas. Bien, los magos que se desviaron por este camino, comenzaron a experimentar con su propia sangre y, luego, con sangre de otros. Lo cierto es que al parecer consiguieron su objetivo, pero a un alto coste. Conozco que los que practican esta magia deben inyectar su sangre con mezclas extrañas, y se dice que en ocasiones, aquellos sin escrúpulos usan la sangre de otras criaturas vivientes para realizar su magia. ¿Cómo es posible? Sencillo, por el mismo principio de la magia normal: la Esencia. La Esencia lo compone todo y, por ende, también está presente en la sangre. ¿Por que hacerlo por medio de la sangre, entonces? Pues por algún motivo, la Esencia en la sangre parece ser más fuerte que la que se puede moldear desde el ambiente.
La segunda forma es conocida como deryntología. Más fina que la magia de sangre, la deryntología es una mezcla entre ciencia y magia. En lo que a nosotros respecta, se basa en extraer la Esencia pura y primordial que forma a cada criatura y moldearla para crear magia. Una magia de fuerza devastadora.
Los Errantes
De la Primera Edad se dice que la Esencia era salvaje, indómita, que la magia se encontraba hasta en el más inofensivo de los animales.
En la Segundad Edad gran parte de la magia se perdió. O tal vez fuera canalizada o restringida por sí mismo; lo cierto es que hizo más difícil acceder a ella.
Ahora, en la Tercera Edad es aún poderosa, pero no como antaño lo fue. Y me atrevo a aventurar que con el paso de las edades, la magia desaparecerá. La Esencia, creo yo, se volverá difícil de encontrar, escondiéndose en la niebla.
En ese escenario, y desde que existe la Esencia, hay algunos buscando unirse a ella, volverse la misma Esencia que compone el mundo, para librarse de los esquemas y paradigmas mortales y moldearla a voluntad. De la Segunda Edad se sabe de cuatro que lo lograron, los llamaron ilithedi; muchos otros quedaron en el camino: ellos son los Errantes.
Los Errantes, o Locos, todavía existen y de vez en vez un Manipulador de la Esencia puede tener la mala fortuna de toparse con uno de ellos. Lo cierto es que ya carecen de voluntad propia siendo sólo un vehículo de la Esencia que se dejar arrastrar por su marea.
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