Esferas de Energía

El recurso más importante de la Dimensión Etérea es la energía, que canalizada y empleada por los precursores es llamada Poder. Por esta razón, la herramienta más valiosa de la dimensión es la esfera de energía, capaz de absorber, concentrar y redirigir el Poder como si fuera una batería, alimentando así diversos sistemas sin necesidad de que lo haga un precursor. Estas esferas pueden activarse, adoptando diferentes tamaños en cuyo interior contener la energía dependiendo de su fabricación, y desactivarse, reduciéndose su tamaño al de una canica.
Su uso se ha generalizado a lo largo y ancho de la dimensión, pero es en las civilizaciones más desarrolladas como Urbs Portarentis, el Imperio Áureo y el Reino de Vaessar donde predomina. En cuanto a las Tribus Aliadas, estas esferas escasean y son un bien preciado en algunas y rechazado en otras, pues son vistas como una forma rastrera de potenciar la fuerza de una tribu sobre otras de forma injusta. Las esferas de energía más grandes y poderosas jamás creadas se encuentran en Urbs Portarentis. Son cuatro ejemplares de estos artefactos de tamaño descomunal, que tiene como función sostener la montaña hueca para proteger así la ciudad en su interior.
Dada su composición, las esferas de energía son complicadas de controlar por un sólo precursor, siempre dependiendo de su tamaño. Sin embargo, existen varios rasgos a tener en cuenta al respecto: un precursor capaz de canalizar la energía correctamente, podría sobrecargarse si la esfera es demasiado grande para su resistencia e incluso matarlo; un precursor con algún problema interno o externo que le impide canalizar correctamente la energía, podría descontrolarse por contener demasiada cantidad de la misma y morir; un etéreo o terrenal sin la capacidad para canalizar la energía (por tanto no-precursor), podría tocar y coger estas esferas sin problema alguno, pues su cuerpo, al no ser conductor de la energía, simplemente haría que esta lo rodease y evitase.