Elegía del Nueznauta ahogado (Publicado el 31/12/2021)
El segundo poema Nueznauta
Todo cabe en un grito de gaviota:
la sal de tus labios,
mi cuerpo hundido.
Las escucho tan lentas;
son campanas,
son curvas de lluvia
allí donde un nogal
cubre sus voces, antiguas siempre
en un grito de gaviota.
Me separan del aire
cinco breves pies
de agua oscura.
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