Religious event
Cazadores furtivos atrapan a unos grifones pero atraen algo que no esperaban. El evento cobra luego más importancia de lo que parece.
En ese momento no lo sabían; sin embargo, este encuentro que parecía casual contra unos cazadores furtivos será de mucha mayor importancia. En la mañana mientras recogen el campamento para seguir su camino, notan a un grupo de grifones siendo avatidos por algo. Al investigar llegan a un claro en el bosque donde dos imponentes grifones luchan por liberarse de una red en la que se encuentran. Alrededor, ocultos en tras los árboles otros cazadores les disparan flechas. Con la ayuda de los guardias logran someterlos sin mayor problema. De pronto más cazadores furtivos entran en escena; sin embargo, vienen huyendo de algo y es cuando caen en cuenta que otra batalla se está librando en otra parte. Al llegar lo primero que ven es un enorme dragón verde, bajo una de sus patas está el cuerpo de un grifón que ya no se ve nada imponente, algunos cazadores furtivos le tiran flechas sin sentido alguno, tal vez motivados por su pánico, observan algunos guardias como estatuas, al parecer petrificados de terror, finalmente dos figuras más sobresalen entre este caos: Un elfo herido que se recarga sobre un gran lobo gris y al paladín que conocieron días antes junto con el magistrado que lo ven correr despavorido y pasar a su lado. Lo siguiente que recuerdan es ver como el gran dragón se traga de un solo bocado al paladín, saben que no tienen algo que hacer contra este ser, es entonces que el guerrero, como movido por algo externo a él corre hacia el elfo pronunciando unas palabras, ráfaga de viento sale de la misma y corta el cuello del dragón un corte profundo y sangrante, de donde el paladin emerge como expulsado, con su armadura fundida por ácido y serias quemaduras de piel, al mismo tiempo la ráfaga empuja y tira a los cazadores. El guerrero le da el arma al elfo, que se ve en muy mal estado, al momento que la toma, el brillo del arma se intensifica casi al punto de no poder ver, de ella sale una ola luminosa que empieza a curar las heridas de todos incluyendo al dragón y estabiliza el paladín aunque no puede curar sus heridas. Los guardias aprenden a los cazadores, se encargan de llevarse el cuerpo del paladín y al salir del claro solo ven al elfo y su lobo, platicando con el dragón.