El destierro de Vor'Goth
Celestial / Cosmic
Vor'Goth es obligado a portar el liderazgo del plano infernal y desterrado a este, por sus crímenes contra el Gran padre y los Protodemos.
Tras la muerte del
Gran Padre, los Protodemos culpan a Vor'Goth de lo que esta pasando, solamente
Canis defiende a su mejor amigo indicando que no puede ser el culpable, a lo que Vor'Goth solo guarda el silencio tratando de contener sus lagrimas. Vor'Goth es encerrado en su casa e interrogado por Canis para saber la verdad, este le cuenta lo que vio en el futuro y como trató de evitarlo, pero el Gran Padre se negó, lo cual enfureció a Vor'Goth y con la mente nublada pensó que si no estaba el Gran Padre, no habrá tragedias. Canis se retira del domicilio con dudas de lo que ha escudado y le indica a los mas fuertes que vigilasen la casa para que no intente escapar, mientras que Canis, la Gran Madre y los demás realizaban el ritual de sucesión.
Al escuchar de lo que le paso a su mejor amigo, intenta desesperadamente llegar a la Gran Sala, pero es bloqueado por
Tyran y
Harib, los cuales para desquitarse no solo lo golpearon brutalmente, también le insultaban y provocaban, para hacerle enojar.
Cuando se inicio la división del poder del Gran Padre, nadie quería hacerse cargo del
Plano Infernal, por lo que Tyran, aún molesto con Vor'Goth, sugiere que este sea el encargado de dicho plano como castigo castigo por el crimen cometido, a lo cual fue aceptado por todos y la Gran Madre procedió a su castigo.
Con el pasar de los días, poco a poco Vor'Goth empezaba a cambiar su aspecto, la piel se le puso rojiza y los cuernos le crecían, voces le susurraban, provocando un disgusto en su pueblo, a excepción de
Felos con la cual aún tenía confianza y amistad. Cuando comenzaron los primeros abusos de poder por parte de Tyran, solo Vor'Goth le hacía frente y lo detenía, ganando devuelta un poco de la confianza de sus compañeros. Al avanzar el tiempo el poder de Tyran aumentaba considerablemente y buscando la creación de una criatura capaz de dominar el mundo de Mythra fijando sus ojos en Felos, la diosa de la vida. Cuando Tyran la encerró en su propia casa e intenta abusar de ella, Vor'Goth entra forzando la puerta, dominado por una ira incontrolable, y golpea salvajemente a Tyran dejándolo agonizando en el suelo. Con su mano alzada, y para el asombro de los presentes, comienza a succionar la esencia de Tyran, siendo detenido por Felos. Una vez calmado, observa a los demás dioses que tienen un rostro lleno de terror y, viendo su reflejo en la sangre de Tyran, ve que su cambio físico ha sido completado, ahora es todo un demonio.
Arrepentido por lo que paso hace unos días atrás, Vor'Goth intenta convencer a los demás que solo fue un accidente y que no era la intención la de eliminar a Tyran. Al caer en oídos sordos empieza recriminar a sus compañeros por que el tiene que ser el culpable si son Tyran y Harib quienes están mal, comenzando a manifestar un aura rojiza y perdiendo poco a poco la razón. En un rápido movimiento por parte de
Rostapcia,
Senemis y
Harib, abren la entrada al plano infernal y empujando a Vor'Goth a través de este. Con la ayuda de la La Gran Madre y
Mayia destruyen todos las salidas del plano, dejándolo encerrado por la eternidad junto a los demonios.