Northar

¿Qué queda intacto en Northar, sino su continente más viejo? They. Después de haber sido arrasado durante el Gran Cataclismo, el resto de lugares del mundo son poco más que inalcanzables entre ellos. Si uno se aleja lo suficiente hacia el sur, adentrándose en el Océano Neraste acabará engullido por las aguas salvajes, las perpetuas tormentas y las abominaciones nacidas de la destrucción del mundo. Si uno osa aventurarse en las Tierras Salvajes hacia el Oeste, no volverá a ser visto, devorado por las plagas de insectos gigantes, la flora carnívora o por los restos de las salvajes razas que antes habitaron esos lugares.

Intentar viajar entre las Islas Óseas en dirección Este, acaba con aquellos lo suficientemente temerarios como para intentarlo, separados de su alma y convertidos en poco más que cascarones sin mente ni voluntad, animados por las tormentas de magia residual que, desde la muerte del anterior dios de lo arcano, plagan la zona.

Northar ha pasado de ser un vasto mundo de culturas diferentes, vivas y variadas, a convertirse en los remanentes aislados de todas estas, separadas y sin posibilidad de reencontrar mucha de la variedad que tuvo en un pasado. Mucho se ha perdido a lo largo de los años, sobre todo ante la destrucción despiadada y voraz de las invasiones orcas desde el lejano norte, o bajo las lluvias de hielo y fuego que asolaron el planeta durante el Gran Cataclismo.

El mundo se recupera, pero sus sociedades y culturas, son vagas sombras de las que existieron en el pasado.

Mientras las razas de enanos y humanos se convierten en las fuerzas dominantes bajo la atenta mirada de los dioses, las acciones de estos seres divinos, son cada vez menos frecuentes, y se habla que hasta en el hogar de los creadores del mundo, Dumnhëim, la Diosa Sin Nombre ha abandonado su palacio al inicio de la creación, y los divinos intentan mantener su poder, ante una amenaza exterior, pero no saben cómo actuar.

En las profundidades de los mares, los pobladores originales del mundo, antes de ser alterado por la mano del Primogénito, despiertan y desean recuperar lo que, en el pasado, perteneció por derecho a su raza.

La Era del Cambio llega a Northar.