Sesion 06: Caer Callidyrr
El que alguna vez fue el barco de Wilma Tres Lenguas, se aproxima a las costas de Caer Callidyrr, en la isla Alaron. El grupo se prepara para desembarcar y Wrenn aprovecha el momento para disculparse con el resto por su empecinamiento al verse enfrentado a un celestial y una aberración. Por su parte, Harisa intenta incitar a Little Gigio VI para que vaya por su propio camino, pero la criatura se siente pasada a llevar y se esconde en la cubierta. El ánimo cambia después de que Wrenn consigue reemplazar su espada rota con la del semiorco, quien al ver que se acercan los barcos de la guardia de Caer Callidyrr, se tira al agua y comienza a nadar.
La guardia llega hasta ellos pensando que la tripulación de Wilma Tres Lenguas está a bordo y rodean a la party. El grupo inmediatamente se rinde y los guardias los llevan a la fortaleza del pueblo para interrogarlos respecto a lo sucedido en el Escarlata Errante y cómo terminaron en un navío pirata.
Al entrar al edificio, los cinco se percatan de una joven que parece haber estado llorando, quien abandona el lugar. Los guardias llevan al grupo a un pequeño calabozo, y los llaman uno a uno a la oficina del Senescal Rubens della Forte:
• La primera en ser interrogada es Harisa, quien responde de forma arisca pero honesta, por lo que el guardia la deja ir.
• Esaltazión es la siguiente. La hechicera pone al día al Senescal sobre la situación, pero deja fuera los detalles que involucran demonios y celestiales.
• Cuando Wrenn entra a la estancia, Rubbenz lo reconoce inmediatamente como un Paladin al servicio de la autoridad y le confía información sobre la desaparición de poblados completos en la región, como el pueblo de Llewellyn. El Dragonborn es completamente transparente y le habla al hombre sobre todo lo acontecido, solo escondiendo la marca de Abrazhador. Incrédulo, Rubbenz le recomienda hablar con Irna Dellrum, la sacerdotisa local.
• Della Forte detiene por completo la investigación con la entrada de Yardis, dejándolo solo dentro del lugar después de recibir una bolsa de monedas de oro. El soldado es reemplazado por una figura encapuchada que le pide un cheque mágico, propiedad de su empleador, Donovan. Antes de irse, agrega que se reúnan nuevamente en la taberna, y que le busque como "La persona más hermosa del segundo piso".
• El último en pasar es Oz, a quien dejan libre inmediatamente. Fuera de la fortaleza, lo espera Mirt el Prestamista, una autoridad de la organización de los Harpers, quien le pide explicaciones por su misión fallida. El semielfo le dice que no todo fue pérdida, ya que lo que estaba sucediendo a bordo del Escarlata Errante fue detenido. Mirt también lo interroga sobre la marca en su brazo, y le confía su nueva misión: "Descubre qué es esa marca", agregando que tiene permitido matar a sus acompañantes de ser necesario. También le encarga investigar sobre las desapariciones en Llewellyn, ya que no han recibido información sobre otro de los agentes en el área, Pier Pascallini. Finalmente, le confía un laúd nuevo, que le permitirá comunicarse directamente con sus superiores.
El resto del grupo queda libre de sospechas y se les permite marcharse. Antes de salir, Esaltazión le pregunta al Senescal sobre su abuela, Ilsa Castellblanc. Él le confirma que no han tenido noticias suyas en varios meses, pero le recomienda dirigirse a su refugio, confiado de que está esperándola en el lugar. Mientras los aventureros se dirigen a la puerta, Rubbenz les aconseja preguntar sobre "La Banda de las Trufas" y extrañamente agrega que "Cualquier rumor sobre cabezas que están apareciendo sin cuerpos, es una invención de los pobladores con mucho tiempo libre".
Los Trufianes
El primer paradero del grupo es la taberna local, donde reina un ambiente bastante deprimente. Pero con el dinero que lograron rescatar del naufragio, los cinco ordenan bastante comida y bebida. Wrenn aprovecha la ocasión para interrogar a Sven, un hombre casi incoherente por producto del alcohol. Sven les dice que la atmósfera se debe a que el pueblo tiene una maldición: cada cierta cantidad de días, desaparece una persona, sólo para que su cabeza sea encontrada poco después en la rivera. La desconfianza contra el Senescal es tangible, ya que el hombre se ha negado a reconocer el problema, y las sospechas de la gente están en su hija, Cindy della Forte.
En el intertanto, Yardis se lleva a Esaltazión a la barra y le pregunta sobre sus problemas con ciertos tipos de magia. Específicamente, los portales. Algo que parece ser un tema sensible para la mujer. La conversación se ve interrumpida cuando la figura encapuchada que había hablado con Yardis en la fortaleza, vuelve a buscarlo y lo lleva al segundo piso. Llegan a una habitación privada, donde la persona se quita la capucha revelando a una satyr rogue muy exhuberante y atractiva, que se presenta como Elektra Pentacast. Sin rodeos, le pide a Yardis que abra su libro y agrega una página, mientras le transmite nuevas órdenes de parte de Donovan: "Ya sabemos sobre las marcas que tienen tú y tu grupo. Cuando todas las marcas se enciendan, abre el libro. Esta página se va a encargar de registrar de qué se trata. Después, abandónalos y haznos llegar el libro. Si haces esto, Donovan dice que no vas a necesitar trabajar nunca más".
Ignorantes a esta reunión, el Paladín se acerca al cantinero y le pregunta sobre el paso de una mujer llamada Selice Silverflame. Él le responde que efectivamente estuvo ahí durante una noche y se fue rumbo a Llewelyn, hace ya tres semanas. También hablan sobre La banda de las Trufas. Una pandilla que ha estado robando a todos los mercaderes que comercializan el alimento. Alimentados y ligeramente ebrios, los aventureros se dirigen a su siguiente destino, el templo dirigido por la sacerdotisa Irna Dellrum. Ella les habla sobre los crímenes en el pueblo: Al menos una persona desaparece cada 1 a 3 semanas, durante los últimos dos años. La clériga parece estar convencida de que se trata de los ladrones de trufas, pero el grupo sospecha que está escondiendo información sobre Cindy. Es también la primera persona que se muestra amigable con Harisa, simplemente por ser un tiefling.
Wrenn le cuenta a la party sobre Selice, por quien ha estado preguntando en el pueblo, simplemente afirmando que es "La mejor Paladin que existe". Habiendo conseguido pocas pistas, los cinco hacen una parada en una tienda al centro de la ciudad. Los atiende una mujer profundamente afligida quién les confía que está tratando de mantener a flote el negocio de su marido, quien fue la última víctima de las desapariciones en Caer Callydirr, siendo encontrado hace seis días.
Mejor equipados, discuten un plan para encontrar a los "Trufianes", como Yardis ha apodado a los ladrones de trufas, y usan al Dragonborn y sus posesiones como carnada para atraerlos. Luego de un par de horas, un hombre se acerca a atacar a un Wrenn aparentemente dormido. Se ve inmediatamente flanqueado por Esaltazión, Harisa y su propia víctima, que lo reducen en el suelo. El bandido se reconoce como parte de los ladrones y se presenta como "Manos Mojadas". Les ofrece conducirlos a la guarida de sus compañeros si lo dejan libre, y les asegura que no tienen nada que ver con los asesinatos, culpando a Cindy della Forte, de la que parece profundamente asustado. Fuera del lugar, el resto de bandidos le disparan al que fue su aliado. Yardis y Wrenn comienzan a acercarse a ellos lentamente, haciendo que se alarmen por la presencia de los extraños. Para disuadir un ataque, Harisa usa algunos de sus trucos para asustarlos y apoyada por Oz, consiguen que los rufianes se arrodillen y bajen sus armas, creyendo que se trata de Cindy. Escuchan temerosos las órdenes de los aventureros, y acceden a abandonar la isla y devolver las trufas, incluso dejando su barco atrás.
En medio del escape, Oz y Esaltazión se percatan de que una enorme criatura los observa desde la costa opuesta. Al sentirse observada, desaparece del rango de visión. Wrenn corre para detener a quien los acecha, pero simplemente se encuentran con Cindy della Forte, caminando a mitad de la noche por la plaza del pueblo.
La guardia llega hasta ellos pensando que la tripulación de Wilma Tres Lenguas está a bordo y rodean a la party. El grupo inmediatamente se rinde y los guardias los llevan a la fortaleza del pueblo para interrogarlos respecto a lo sucedido en el Escarlata Errante y cómo terminaron en un navío pirata.
Al entrar al edificio, los cinco se percatan de una joven que parece haber estado llorando, quien abandona el lugar. Los guardias llevan al grupo a un pequeño calabozo, y los llaman uno a uno a la oficina del Senescal Rubens della Forte:
• La primera en ser interrogada es Harisa, quien responde de forma arisca pero honesta, por lo que el guardia la deja ir.
• Esaltazión es la siguiente. La hechicera pone al día al Senescal sobre la situación, pero deja fuera los detalles que involucran demonios y celestiales.
• Cuando Wrenn entra a la estancia, Rubbenz lo reconoce inmediatamente como un Paladin al servicio de la autoridad y le confía información sobre la desaparición de poblados completos en la región, como el pueblo de Llewellyn. El Dragonborn es completamente transparente y le habla al hombre sobre todo lo acontecido, solo escondiendo la marca de Abrazhador. Incrédulo, Rubbenz le recomienda hablar con Irna Dellrum, la sacerdotisa local.
• Della Forte detiene por completo la investigación con la entrada de Yardis, dejándolo solo dentro del lugar después de recibir una bolsa de monedas de oro. El soldado es reemplazado por una figura encapuchada que le pide un cheque mágico, propiedad de su empleador, Donovan. Antes de irse, agrega que se reúnan nuevamente en la taberna, y que le busque como "La persona más hermosa del segundo piso".
• El último en pasar es Oz, a quien dejan libre inmediatamente. Fuera de la fortaleza, lo espera Mirt el Prestamista, una autoridad de la organización de los Harpers, quien le pide explicaciones por su misión fallida. El semielfo le dice que no todo fue pérdida, ya que lo que estaba sucediendo a bordo del Escarlata Errante fue detenido. Mirt también lo interroga sobre la marca en su brazo, y le confía su nueva misión: "Descubre qué es esa marca", agregando que tiene permitido matar a sus acompañantes de ser necesario. También le encarga investigar sobre las desapariciones en Llewellyn, ya que no han recibido información sobre otro de los agentes en el área, Pier Pascallini. Finalmente, le confía un laúd nuevo, que le permitirá comunicarse directamente con sus superiores.
El resto del grupo queda libre de sospechas y se les permite marcharse. Antes de salir, Esaltazión le pregunta al Senescal sobre su abuela, Ilsa Castellblanc. Él le confirma que no han tenido noticias suyas en varios meses, pero le recomienda dirigirse a su refugio, confiado de que está esperándola en el lugar. Mientras los aventureros se dirigen a la puerta, Rubbenz les aconseja preguntar sobre "La Banda de las Trufas" y extrañamente agrega que "Cualquier rumor sobre cabezas que están apareciendo sin cuerpos, es una invención de los pobladores con mucho tiempo libre".
Los Trufianes
El primer paradero del grupo es la taberna local, donde reina un ambiente bastante deprimente. Pero con el dinero que lograron rescatar del naufragio, los cinco ordenan bastante comida y bebida. Wrenn aprovecha la ocasión para interrogar a Sven, un hombre casi incoherente por producto del alcohol. Sven les dice que la atmósfera se debe a que el pueblo tiene una maldición: cada cierta cantidad de días, desaparece una persona, sólo para que su cabeza sea encontrada poco después en la rivera. La desconfianza contra el Senescal es tangible, ya que el hombre se ha negado a reconocer el problema, y las sospechas de la gente están en su hija, Cindy della Forte.
En el intertanto, Yardis se lleva a Esaltazión a la barra y le pregunta sobre sus problemas con ciertos tipos de magia. Específicamente, los portales. Algo que parece ser un tema sensible para la mujer. La conversación se ve interrumpida cuando la figura encapuchada que había hablado con Yardis en la fortaleza, vuelve a buscarlo y lo lleva al segundo piso. Llegan a una habitación privada, donde la persona se quita la capucha revelando a una satyr rogue muy exhuberante y atractiva, que se presenta como Elektra Pentacast. Sin rodeos, le pide a Yardis que abra su libro y agrega una página, mientras le transmite nuevas órdenes de parte de Donovan: "Ya sabemos sobre las marcas que tienen tú y tu grupo. Cuando todas las marcas se enciendan, abre el libro. Esta página se va a encargar de registrar de qué se trata. Después, abandónalos y haznos llegar el libro. Si haces esto, Donovan dice que no vas a necesitar trabajar nunca más".
Ignorantes a esta reunión, el Paladín se acerca al cantinero y le pregunta sobre el paso de una mujer llamada Selice Silverflame. Él le responde que efectivamente estuvo ahí durante una noche y se fue rumbo a Llewelyn, hace ya tres semanas. También hablan sobre La banda de las Trufas. Una pandilla que ha estado robando a todos los mercaderes que comercializan el alimento. Alimentados y ligeramente ebrios, los aventureros se dirigen a su siguiente destino, el templo dirigido por la sacerdotisa Irna Dellrum. Ella les habla sobre los crímenes en el pueblo: Al menos una persona desaparece cada 1 a 3 semanas, durante los últimos dos años. La clériga parece estar convencida de que se trata de los ladrones de trufas, pero el grupo sospecha que está escondiendo información sobre Cindy. Es también la primera persona que se muestra amigable con Harisa, simplemente por ser un tiefling.
Wrenn le cuenta a la party sobre Selice, por quien ha estado preguntando en el pueblo, simplemente afirmando que es "La mejor Paladin que existe". Habiendo conseguido pocas pistas, los cinco hacen una parada en una tienda al centro de la ciudad. Los atiende una mujer profundamente afligida quién les confía que está tratando de mantener a flote el negocio de su marido, quien fue la última víctima de las desapariciones en Caer Callydirr, siendo encontrado hace seis días.
Mejor equipados, discuten un plan para encontrar a los "Trufianes", como Yardis ha apodado a los ladrones de trufas, y usan al Dragonborn y sus posesiones como carnada para atraerlos. Luego de un par de horas, un hombre se acerca a atacar a un Wrenn aparentemente dormido. Se ve inmediatamente flanqueado por Esaltazión, Harisa y su propia víctima, que lo reducen en el suelo. El bandido se reconoce como parte de los ladrones y se presenta como "Manos Mojadas". Les ofrece conducirlos a la guarida de sus compañeros si lo dejan libre, y les asegura que no tienen nada que ver con los asesinatos, culpando a Cindy della Forte, de la que parece profundamente asustado. Fuera del lugar, el resto de bandidos le disparan al que fue su aliado. Yardis y Wrenn comienzan a acercarse a ellos lentamente, haciendo que se alarmen por la presencia de los extraños. Para disuadir un ataque, Harisa usa algunos de sus trucos para asustarlos y apoyada por Oz, consiguen que los rufianes se arrodillen y bajen sus armas, creyendo que se trata de Cindy. Escuchan temerosos las órdenes de los aventureros, y acceden a abandonar la isla y devolver las trufas, incluso dejando su barco atrás.
En medio del escape, Oz y Esaltazión se percatan de que una enorme criatura los observa desde la costa opuesta. Al sentirse observada, desaparece del rango de visión. Wrenn corre para detener a quien los acecha, pero simplemente se encuentran con Cindy della Forte, caminando a mitad de la noche por la plaza del pueblo.
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