Los Yashas

En muchas leyendas se habla de los Yashas, magníficas criaturas de magia y poder, dedicadas a la protección del plano material. Cuando arrivaron a Rel, se los llamó dragones. Algunos no creen que hayan existido, ya que el prospecto de un dragón parece completamente absurdo. Sin embargo, la información a continuación viene de los mejores archivos del Imperio, tanto así como del mundo. Cada quién puede decidir por sí mismo si estos cuentos tienen algún tipo de peso real o no.
Cuentan las historias que los Yashas fueron creados por los dioses con el expreso propósito de cuidar su creación, luego de la Guerra Arcana. Durante milenios, se mantuvieron a distancia, sobrellevando las tareas divinas como ángeles. Los clérigos no se ponen de acuerdo al definir exactamente cuando comenzaron a involucrarse en la historia, pero se sabe su origen. El nuevo consejo de dioses, después del trágico asesinato de Ioun, encomendó guardianes suficientemente poderosos para controlar el desarrollo de los mortales. Para hacer esto, Bahamut, dios de la justicia y dragón platinado de los cielos, tomó partes de sí, transformándolas en cuatro potencias: Oro, Plata, Esmeralda y Cobre.
Bahamut, junto con sus creaciones, se dedicaron a la protección de Rel. Las primeras pistas de esto se vieron con los elfos, cuando apenas llegaron al plano material, en el año 89. Son incontables las leyendas de estos paragones. Fue por esta razón que se les comenzó a llamar Yashas, una combinación de la palabra élfica "Dragón" y "Protector". Se les dio títulos incluso: Oro, el más sabio, fue nombrado Yasha del Cielo, ya que sus alas doradas asemejaban los rayos del sol; Plata, el más justo, fue nombrado Yasha de los Mares, ya que el brillo de sus escamas era igual a la luz de las mareas; Cobre, el más generoso, fue nombrado Yasha de las Montañas, ya que sus cuernos eran como los minerales más bellos; y finalmente, Esmeralda, la más compasiva, fue nombrada Yasha de la Vida, por su inquebrantable voluntad de preservar.
La historia de los Yasha, sin embargo, no está completa sin hablar del Tirano: Shast. Verán, cuenta la leyenda que Tiamat, diosa de la destrucción y gemela de Bahamut, al ver lo que el panteón le había encomendado luego de la Guerra Arcana, comenzó a planear un contraataque desde su cárcel de carbón. Luego de la muerte del Bélico, Bane, quien había comenzado el conflicto seduciendo a los mortales con las armas Ícaro, la diosa de la destrucción fue encerrada, por su hermano y por otros dioses, en aquella celda eterna. Desde allí, sin embargo, acumuló su poder, y cientos de años después que los Yashas hayan sido creados, reveló los frutos de su trabajo: un Yasha para subyugarlos a todos.
Vyksha, el "Dragón Tirano", fue creado. La energía que Bahamut usó para crear cuatro, Tiamat concentró en uno. Así nació Shast, destinado a terminar con todo lo que los Yashas habían hecho, llevando con sí la voluntad de la diosa de la destrucción. Una vez entrado al plano material, comenzó a expandir el caos: un dragón negro y rojo gigantesco, muchas veces más grande que cualquiera de los protectores. Estos, al darse cuenta que no podían derrotarle, pidieron ayuda a los dioses, pero ninguno respondió. Extrañados, los yashas tuvieron que acudir a los mismos mortales que habían jurado proteger. Así es como algunos comienzan a contar la leyenda de Johane y el dragón.
Shast fue derrotado por los Invencibles, con las bendiciones de los Yashas. Desde entonces, no se ha escuchado mucho de ellos. Algunos piensan que desaparecieron, que comprendieron lo futil que era intentar preservar el bien y la justicia cuando las fuerzas del mal solo empujan con la misma fuerza. Se dice que ya no protegen los cielos, ni los mares, ni las tierras. Tanto como los dioses los abandonaron a ellos, ellos abandonaron a los dioses.

Spread

El Mito de los Yashas a sido expandido por todo el mundo de Rel. Hay recuentos que hablan del Yasha de la Tierra en Markett tanto como en Dwindal, así como se dice que Oro, Yasha de los cielos, todavía viaja por el mundo, buscando mantenerlo en paz. En cuanto a Plata, Yasha de los Mares, le dio el nombre al famoso mar plateado, tanto como al canal plateado, que atraviesa el continente del lado Este hasta la vorágine. Se lo llamó así porque muchos aseguran haber visto entre las aguas el brillo indiscutible de las escamas del protector. El Yasha menos conocido es sin duda Esmeralda, la Yasha de la vida, ya que se asegura que está siempre entre los mortales cuando estos pasean por un bosque, toman de un río, o corren por una pradera.

Variations & Mutation

Se han asociado diferentes colores a estos dragones: a Oro se le ha dicho el dragón dorado, a Plata el dragón azul, a Esmeralda la dragona verde, y a Cobre el dragón rojo. Otras variaciones incluyen el color del mismísimo Shast, que algunos aseguran haber visto negro como el carbón, mientras que otros dicen haber escuchado que era rojo como el magma.

In Art

La idea del Dragón es puramente incautada por la imagen de los Yashas y de sus dioses: Tiamat y Bahamut. En consecuencia, se a tratado en incontables historias y obras de arte la ilustración de la serpiente alada, del reptil escupe fuego, y del monstruo voraz, en alusión a Shast, tanto como el viejo sabio, en honor a Oro; entre otras representaciones.

Los Yashas son estrellas, velando por nosotros cuando dormimos. Recuérdalos bien, hijo, pues algún día quizá volverán a protegernos.

Date of First Recording

Nadie sabe cuando se comenzó a hablar de los Yashas, solo que en algun momento comenzaron a presentarse a Rel.

Date of Setting

Nadie sabe verdaderamente. Se discuten diferentes primeras intervenciones de los Yashas, desde el año 89 hasta el fin del Triple Conflicto.

"El dragón es una bestia que todo ilumina
sus escamas, su voz, todo lo domina...
me dio nombre, apellido, la mitad de mi destino,
y puso mi alma perdida de vuelta en su camino.
El dragón es una bestia que posee alma pura,
protege la justicia, el deber, la cultura...
Nunca olvides la Esmeralda, el Oro, la Plata, ni el Cobre,
Que lucharon tanto por el rico, como por el pobre.
Yo a ellos les brindo mis servicios
Mismo si al ser un bardo los saco un poco de quicio...
Me relego a por lo menos contar la gran historia
De la voz del cielo y su compañero, para que queden en la memoria."