Spirit

Ya hace dos años que falleció mi papá. No lo he ido a visitar al cementerio como normalmente lo hace toda mi familia. Éramos una familia de cinco. Yo soy el mayor de los hermanos. Mi familia tiene como tradición visitarlo cada mes el día de su muerte, un 2, si un 2 de abril de 1988, para conmemorar las alegrías y tiempos que compartieron juntos. Más sin embargo a mí no me gusta esa tradición, de hecho, nunca he ido, me parece sin sentido.
Hoy es día de visita allá, 2 de noviembre 1990.
Suena mi celular y me saca de mis pensamientos. ¡Diego! cómo estás? –es mi madre- Vas a venir a visitar a tu papá, sabes que a él le gustaría verte. Para allá vamos tus hermanos Jacinta y Roberto, y también tu tío Miguel. Nos encantaría verte.
Está bien madre, yo llegaré -le respondo.
A las 3 :00pm del 2 de noviembre, día de los muertos y espíritus, llego al pasillo 4 del ala oeste, en donde estaban los restos de mi padre. Me parece extraño, llamo a mi madre, y escucho: “este número no pertenece a ningún abonado” –que raro pienso.
Me acerco a la lápida de mi padre, Don Antonio Quesada descansa en paz. Y una lápida encima que no había visto dice, acá descansa la familia de Don Antonio, su esposa Maria, su hermano Miguel, y sus hijos Jacinta y Roberta.