Sesión: Tesoros en el fondo del mar

General Summary

Descifrando el código...

Ha-dar Isk-ur pide que lo sigan a la oficina que el piensa que es lo que las visiones de Valandrea de Penthagast le indicaron. La curiosidad se apodera de todos cuando de pronto el pequeño pasillo del costado en la recepción de La Banca Laboral de Oniris, se ve atiborrado por los aventureros, incluso la pequeña Altalas los sigue curiosa.   Mientras tanto el explorador devenido en caudillo Goren Luncan, comenta que se extraña que no han encontrado ahogados hasta ahora. Algo que nunca le había pasado en estos 5 años bajo las olas.   Velaq Lorenz se divide las dos puertas que están al final del pasillo con Larissa Pleassure, el elfo toma la que dice CONTABILIDAD y la tiefling bardo trata de abrir la que reza PRESIDENCIA. El bibliotecario, ávido del conocimiento oculto y escondido por el desastre y los años, comienza a indagar en la habitación que antes servía de asesoría y cuentas bancarias en la institución. Entre las cosas que encuentra, hay un tubo que pone inmediatamente a reproducir en su Topófono.    

Un reptil en la alcantarilla

  El reptil entra a la habitación no le llama mucho la atención nada que no haya visto antes. Papeles y escombros dejados atrás por los homínidos que habitaban antes. Vuelve con los demás aventureros y los nota parloteando sus cosas por lo que pierde interés en lo que están haciendo así que continúa recorriendo las alcantarilla donde encuentra algo desconcertante:    

El misterio de un padre devoto

  Larissa empuja las puertas ornamentales con diseños geométricos, con dificultad las compuertas se abren. Valandrea nota que es la oficina que vio en sus visiones. La tiefling comienza rápidamente su investigación con la esperanza de encontrar algún tesoro que recolectar para su beneficio, pero también para encontrar la clave de la apertura de la bóveda. Abriendo un cajón del derruido escritorio encuentra un anillo de zafiro junto con una carta que no sabe leer, pero que Valandrea ayuda a descifrar.  

Mi amada Daestina

Este gran cambio ha afectado nuestro cotidiano andar, pero ciertamente no ha distanciado nuestros corazones. Cuando les prometí un destino mejor y las hice armar las maletas nunca pensé que las horas pasarían tan lento en el día a día aquí abajo. En mi trabajo me encuentro con el número 39 y nunca dejo de pensar en que ese es el número que nos permite vivir con libertad aquí en esta ciudad.   Lejos ya de la invasión de seres inferiores en nuestro territorio, sin tener que dar vuelta la cara cuando un sucio mediano. o un grotesco enano nos viene a tocar la puerta. Aquí abajo podemos prosperar aunque nos tome la vida trabajar para que esta ciudad funcione. Aquí nos visitan solo elfos y debemos estar agradecidos por ellos. Juntos vamos a resurgir y la próxima vez que salgamos del agua será para recuperar lo que por derecho es nuestro, dominar la tierra y subyugar a las bestias.   Hasta entonces tus sagrados deberes en el Jardín del Edén y mi diligencia aquí nos han de dar honor que nos otorgue tierras y fortuna para nuestra querida Zilin.   Por siempre, todo tuyo

Beolosan Dustro

  La clériga se abre paso y ordenando los papeles recita la carta y despliega los otros papeles que se ven abollados en lo que era un tacho de basura.     Por lo visto el autor de los mismos estuvo practicando mucho esta forma de representar números. Q'almy Malhor y Morgan Greyhorn se reúnen alrededor de los papeles y comienzan a descifrar. El médico entiende que está una formula que ayudaría a descifrar el número. El bibliotecario Velaq, muy interesado en el desafío de averiguar el acertijo, hace a todos a un lado y pide los papeles y empieza a compararlos. Llega a la conclusión que el papel clave es la carta del director del banco a su amada. El número 39 se puede traducir en esa tabla como 1 0 0 1 1 1 y eso ingresarían en la combinación de la bóveda para intentar abrirla.  

El reporte de avanzada

Ha-dar Isk-ur vuelve con cierta prisa, frustrado porque asumió que habia un cadáver "fresco" pero que no se lo podía comer porque hay 100 ahogados y no podía contra ellos. Pero esta descripción alerta de sobremanera a los aventureros. Valandrea pregunta donde vió eso y la criatura de un salto en el mostrador de la banca, despliega un mapa hecho a mano con algunas inscripciones que asimilan a las letras del élfico antiguo que se usa en el lugar. La clériga lee "Jardín del Edén" cuando las manos con ventosas señalan donde están los ahogados. Mientras los homínidos discuten sobre esos mapas, el sapo se pone a hacer un ungüento, masticando plantas y aplastando rocas en un cacharro.   Goren comenta que la ausencia de ahogados como algo alarmante y ahora sabiendo que están juntos los ahogados se pueden estar organizando para algo. La rana le pasa esa pasta a la herida supurante de Q'Almy y aunque le arde el tacto, evita que la enfermedad y la viscosidad negra de su cuerpo.  

Las puertas se abren

  Es la clériga es la asignada para ingresar la combinación y todos empiezan a protegerse de lo que puede haber del otro lado de la puerta circular. La tiefling grita de fervor "todos menos Goren, entren" e ingresa a la bóveda. La cámara pequeña esta llena de tesoros, todo el oro queda opaco casi ante una repisa que tiene 3 hachas de batalla.   Valandrea ingresa tratando de apaciguar a todos y juntando el dinero cuando posa sus ojos en una armadura que es igual a la suya, algo raro en una ciudad élfica que estuvo oculta por mas de cien años. Recoge la armadura y se la coloca pero debajo, algo más inquietante es encontrado:     Velaq sin mirar el resto de las cosas se abalanza sobre un libro:   De las 3 hachas, Larissa se guarda una de ellas con la intensión de venderla. Esa hacha humea un viscoso humo azul, pero sin importar esto se la guarda para hacerla monedas.   Ha-dar toma el hacha dorada y comienza a dar vueltas para probarla y al impactar en la pared de acero mágico, no se mella, pero el hacha brilla con un resplandor de una moneda. No muy satisfecho, al no usar dinero, Ha-dar suelta ese hacha sabiendo que otorga dinero con cada golpe bien proporcionado. Termina cargando las dos hachas restantes.   Q'Almy al revolver una bolsa con joyas, encuentra una bolsita de felpa violeta. Se sienta y la abre, una luz muy brillante emerge de ella cuando toma 9 bolitas de vidrio de su interior en cuyo centro parece haber un punto de fulgor cambiando de forma en cada una de esas bolitas. Cierra la bolsa y se concentra para ver si había visto algo similar antes. Sus poderes psiónicos le hablan de un pueblo gnomo al borde de un lago, donde capturaban la luz de las estrellas en esas bolitas.   Larissa frustrada por no encontrar nada comienza a revisar los pequeños nichos y encuentra una caja adornada con un maso de cartas  

Las medidas de seguridad de la plaza

Un temblor grande es seguido por temblores rítmicos, y el guardia que cuidaba la puerta salta sobre el mostrador para acurrucarse temeroso por lo que vio. Larissa cae y pega un grito desgarrador como si esta se hubiera quebrado, en su cabeza resuena una frase  

Libérame

  A lo que instintivamente usa sus uñas como garras y golpean levemente a la armadura de Valandrea aunque todos se tuvieron que correr, hablando con esa voz. Los demás se sorprenden y la joven explica que habla con una entidad, después de un accidente en el que se hizo cargo de la hija de Goren, Eliyen Luncan.   Todos recogen su parte de dinero que Valandrea estuvo dividiendo, y Larissa permite a Goren entrar a revisar la bóveda y después de revisar y llevarse algunos libros, les pregunta si todos tienen lo que buscaban.   El guardia advierte que están acorralados a su capitán, pero Goren intimidado por Larissa en silencio le pide que lo acompañe a ver que los amenaza. Vuelve con la noticia que es uno de los gigantes que adornaba la plaza de la moneda, esta vez animado con su martillo.   La tiefling es iluminada por la luz roja de la descompuesta torreta mientras avanza decidida a enfrentarse con lo que sea que hay en la Plaza de la Moneda. Con su arpa emite una ilusión óptica en el orificio de entrada al banco pero esto no tiene efecto así que decide asomarse.   Espera pacientemente hasta que el constructo le de la espalda y lanza un dardo de magia antigua y algunos pedazos de piedra se desprenden de la criatura. Larissa sale corriendo de vuelta a la bóveda y el golem la persigue, trata de entrar por la apertura pero es muy pequeña. Valandrea corre a los demás para ponerlos a resguardo y prepara su escudo. Ella ve la abertura con escombros y del otro lado la estatua que empieza con su martillo a golpear la abertura, tratando de hacerla mas grande.   Q'Almy materializa dagas en sus mano y se las lanza a la abertura provocando que la mampostería de sus piernas pierda algunos pedazos, iniciando el combate por liberarse de la Plaza de la moneda...