Sesión: El viaje al Este
General Summary
Tras ayudar en el éxodo de Sokeby, la party decide tomar cartas en el asunto y solucionar el problema de raíz. Dirigiéndose al Este como pueden, después de haber recibido un impacto en la tempestad, el Cithara vuela con torpeza hacia lo desconocido.
Dos años atrás
Dos padres se abrazan con orgullo mientras en sus mentes le rezan a la Diosa Madre porque a su hija, Valandrea le espere un destino favorable. La joven aspirante y alegre aspirante a los puestos más exclusivos de la aristocracia tristiana, se da vuelta y con una sonrisa y la frente muy en alto proclama:Voy a trabajar para que su orgullo sea glorificado, todo el mundo sabrá quien es su hija...Los meses han pasado y Valandrea ha encontrado su lugar bajo la tutela de un Mentor, un anciano con buenos contactos pero la sabiduría que le ha dado la edad y sus viajes. El emisario es de hecho llamado a la la Santa Catedral y con su discípula escuchando tras la puerta, es un Cardenal que le entrega un colgante con el mandato de dárselo a los mandatarios elfo de Windcliff Landing sin más explicación que "Entrégueselo al canciller, el van a entender". No mucho después la encomienda era entregada en manos de la joven Cleriga, que siente esta oportunidad como la chance para ascender en la jerarquía eclesiástica y política de la capital humana. Dos semanas después el bote de Valandrea sufría escasez de recursos al no poder reabastecerse en la costa, las ratas y la falta de agua potable habían convertido un barco que solo era austero en apariencia a una carcasa en decadencia para lo que ella se concentró en su estudio y en averiguar de que era el símbolo que llevaba muy protegido en su cuello. Algo le recordó a la clériga de las arquidiócesis y prelaturas que tienen los Tristianos y allí encontró el nombre del Opus Trium, una prelatura que nunca ocultó ser la favorecida por el Sumo Sacerdote. Los hechos nos traen al presente donde la barcaza humilde es utilizada como ariete contra el barco volador, por un mar que acompaña a la tormenta que quiere impedir el viaje al este de los aventureros.
La capitana ha desaparecido!
Valandrea trata de ajustar su visión a la oscuridad de la cubierta de camarotes y a los refucilos de la tormenta que afuera azota a la barca voladora. Tantea tocar piso de madera y comienza a gritar para saber si alguien se encuentra bien en el navío. Nerviosa ve que acude a su llamado, un elfo con vestimentas humanas y su estado no para de alterarse. Se trata de presentar pero su interlocutor mantiene su distancia. La clériga ofrece su ayuda pero el mago bibliotecario decide avisarle a la capitana de la nave que hay un nuevo, involuntario, pasajero, y sospecha del rumbo de la barcaza, muy desviada de su supuesto rumbo a Windcliff Landing. Velaq entonces trata de visitar a la dormida capitana, pero solo se encuentra con algunos tablones interrumpiendo la puerta, trata de sacar las tablas para entrar a la habitación y se encuentra con un paisaje desolador. Gran parte del camarote ha desaparecido y solo se ve un piso de mar agitado y nubes ruidosas. Se enfoca en encontrar la mente de la paladin sin poder encontrarla así como gran parte de la recamara.Encuentros en la tormenta
Con cuidado Velaq sigue a la humana que aprovechó la confusión para subir a la cubierta en afán de consultar la bandera que iza el barco. La tranquilidad de ver la bandera de Tsedoria fue borrada al ver la tripulación Tabaxi. El único humano en el puente se acerca con una cara de cálida bienvenida, que no tranquiliza a la clériga. Entre todos se miden las distancias cuando Velaq cierra la puerta del puente principal. Se presentan y los felinos se enteran que Tiao Kain ha desaparecido completamente de la embarcación. La reacción de Sirio en la Tormenta es entendible, el marino dejó de escuchar a Velaq y se dirigió al camarote de quien habría sido encargada en sus manos por su propio padre. Le confesó al elfo que desea volver a buscar a su comandante. Velaq lo detiene sin mucho éxito y le comenta que hay que prestarle atención a la nueva visitante, pero el felino quiere saber quienes están bien.Las visitas no han terminado
La tormenta no cede pero es más peligroso volar bajo, los vientos azotan las cuerdas y el capitán se aclara la garganta para deshacerse de pensamientos que lo preocupan. Su equipo lo necesita listo y reacciona al escuchar dos chirridos entre las nubes. "Allí, capitán!" Exclama Oruga con una mano en los comandos del motor, y con la otra señalando entre dos negras nubes que contrastan con el destello de un relámpago. De repente dos siluetas pasan volando demasiado rápido para distinguirlas. Grifos!!! vocifera Blanco de Página mientras gira el timón a babor y se siente un golpe en el casco bajo. Blanco traba el timón y prepara una de las balistas, pero tal vez demasiado tarde... Una de las criaturas aterriza de golpe en el casco y Krauss no pierde el tiempo en buscar una balista y prepararla para disparar, la bestia trata de atacarlo entre los maderos del arma pero es el mago quien enciende con unas chispas azuladas causando un gran daño al grifo. Abajo en otra de las cubiertas se sienten ruidos de pasos y tablas que se rompen. Velaq apunta con sus dedos y tres bengalas llegan al monstruo y la encienden en una llamarada azul que hace desplomarse en el suelo.En defensa del futuro
La puerta de cubierta cae destruida, una cabeza de águila enorme asoma por ella y un cuerpo de león alado le sigue, los gritos estridentes son aún más aterradores que los de su par, pero no se mueve atacando, más bien retrocede cuidando la abertura. Los aventureros toman sus acciones como una amenaza y comienzan su ataque, no mucho tiempo después, y con el golpe final del monje, la bestia cae en protección de la entrada a los niveles inferiores. Y es la clériga quien se da cuenta de esa aptitud y baja a investigar al nivel de carga, donde encuentra un huevo que claramente estaba siendo defendido por la protectora bestia. Envolviendolo en su capa, Valandrea sube para darle calor a la huérfana criatura y lo encuentra cuando Oruga de Libro la invita a la cocina para que el huevo se caliente. Pasado el agite, Valandrea se concentra en hacer una comida con la que agasajar a sus nuevos anfitriones. El hipnótico revolver del estofado lleva a la clériga a sumergirse en sus pensamientos y este trance se va más allá de lo esperado cuando se encuentra con una imagen de una hermosa figura de vestimentas simples que opaca una luz enceguecedora. En su cabeza retumba la frase:Hija mía, este es tu caminoEl olor a azafrán llega hasta las narices de Krauss y la cena está servida. Pero la cocinera no puede dejar de mirar el Escudo que está apoyado sobre la pared opuesta. Velaq desciende a los restos de las bestias con ayuda de Blanco, y al revisarlos encuentra signos de pelea entre los dos grifos. La nave se tambalea torpemente y el capitán ya resignado a amarizar para hacer las reparaciones que pueda y volver en búsqueda de su protegida, observa como en el horizonte de proa, se asoma una isla...