Sesión 14: Final Report

Pocos minutos tras sonar la alarma Karim, Walter y Awambe, pueden oír el zumbido de máquinas voladoras acercándose.   Karim ata el trineo en el que yace, moribundo, Paco, al caballo de Bajan y el grupo comienza a correr buscando refugio.   Las máquinas no tardan en alcanzarles y comienzan a disparar ráfaga tras ráfaga con sus armas de proyectiles, hiriendo a Awambe y Karim. Por suerte el grupo entra en un área del complejo con varios edificios y ruinas repartidas por la desértica superficie, pudiendo alcanzar en un último esfuerzo, un montón de escombros entre los que poder cubrirse. Por desgracia el caballo del juez no tiene oportunidad protegerse en dichas ruinas y, aterrorizada, la bestia galopa sin rumbo tratando de huir de la máquina que le ataca.   Unos segundos después se pude oír otra ráfaga de disparos a lo lejos, junto a un moribundo relinchar.   Tras cubrirse bajo los escombros de las ruinas, Walter se posiciona con su rastreador y dispara contra las máquinas, derribando una de ellas instantáneamente. por desgracia, antes de que pueda apuntar a la siguiente, esta dispara y logra alcanzar al hellvetico, atravesando uno de sus brazos con varios proyectiles y alcanzando un pulmón.   Walter no se rinde y, apretando los dientes, trata de apuntar a pesar del dolor.   Ene se momento nota un pinchazo. Karim le ha inyectado algo y, antes de que pueda preguntar, nota como el dolor se desvanece. Sin decir nada, el hellvético apunta y dispara.   El último atacante cae destruido.   El grupo respira aliviado y se toma unos minutos para recuperar el aliento, tras lo cual salen de su refugio y comienzan a explorar los alrededores, habiendo en la zona únicamente una torre y un edificio de hormigón de varias plantas, que aún se mantiene en pie.   Awambe descubre en poco tiempo los cuerpos del caballo del juez y de Paco. Susurrando unas palabras para el Spitaliano, la anubiana comienza a recoger todo lo que le se pueda ser util.   Karim por su parte, encuentra una entrada al edificio, por lo que decide llevar al malherido Walter hasta el interior y aplicarle unos primeros auxilios, tras lo cual, fuerza la entrada a la torre, descubriendo que es una antigua estación de radio que los actuales habitantes han apañado para volverla funcional. En la torre descubre que puede comunicarse con los pálidos que realizan las entregas y que están a la espera de confirmación para el siguiente envío...   Podría ser una oportunidad.   El spitaliano se reúne con Awambe en ele dificio yd ecide pasar la noche operando a Walter. Si queiren tener una oportunidad de salir de aquí, necesitan que el hellvetico pueda pelear.   Tras la operación, descansan un par de días mientras Walter se recupera lo suficiente como para poder moverse. Durante estos días discuten su plan e acción y deciden que su mejor opción es engañar a los pálidos para que traigan un cargamento, emboscares y hacerse con su vehículo.   El plan parece sólido, por lo que se dirigen a la torre de radio y el hellveticos e comunica con los pálidos, haciéndose pasar por uno de sus superiores. Les indica que confirman el envió del siguiente cargamento, pero que han de enviar menos personal en el vehículo para transportar más suministros y "Una de esas máquinas para matar SAMCOMS (hombres maquina)." Los Pálidos confirman he indican que el envío llegará mañana.   El grupo decide pasar el resto del día preparando la emboscada.   Recordando que los extraños encontrados en el interior de las instalaciones iban vestidos con uniformes Spitalianos, deciden poner en la ruta del vehículo, antes de entrar en el túnel, el cuerpo de Paco con un explosivo oculto y, un poco más lejos, los restos de un hombre máquina en los que se ocultará Awambe, mientras que Karim y Walter se ocultarán a una distancia prudencial, aprovechando los boquetes en el suelo dejados por los disparos del hombre máquina que persiguió a Bajan.   El día pasa y los pálidos llegan. Según tenían planeado el vehículo se para frente al señuelo y uno de los pálidos baja a investigar, rifle en mano, mientras el otro vigila, apostado en la ametralladora fija del vehículo.   Walter activa el explosivo, que mata en el acto al primer pálido y, de un par de ráfagas elimina al segundo antes de que tenga oportunidad de hacer nada.   Se oye el disparo de un arma que no es del hellvético.   Walter es impactado por un disparo de francotirador que le atraviesa de lado a lado, dejándolo en un estado deplorable.   Karim sale de su escondite y se aproxima, pero en ese momento el vehículo estalla, lanzándolo por los aires y perforándole el abdomen con la metralla. Sigue con vida pero está herido.   Se arrastra y se pone a cubierto tras los ardientes restos del coche.   Awambe decide que su única oportunidad es atraer a los hombres máquina del interior y rezar, así que de una carrera entra en el túnel, evitando un disparo del francotirador.   Aprovechando él último disparo y usando las fuerzas que le quedan, Walter apunta al francotirador, que ahora tiene localizado, y dispara. Esta seguro de haberle dado, pero no podrá comprobarlo pues, en ese momento, pierde la consciencia.   Awambe atraviesa el túnel como una flecha y comprueba que en el hangar hay 2 hombres máquina activos. Si ella y el resto del grupo se ocultasen entre los escombros del túnel tras llamar la atención de las máquinas, podrían tener una oportunidad mientras estas se encargan de los pálidos. Decidida a intentarlo, regresa a buscar al resto.   Para cuando regresa, se encuentra con tres pálidos, armados con rifles, avanzando. Dos de ellos están rodeando el coche tras el que se guarece Karim, mientras el tercero acaba de rematar a Walter.   Karim se pone su máscara y lanza uno de sus agentes químicos, que alcanza a los dos pálidos que se acercaban rodeando el vehículo. Aprovechando la confusión, echa correr hacia el túnel sin mirar atrás, aunque alcanza a escuchar varios disparos y gritos del tercer pálido junto al gemido de dolor de un perro.   Desesperados huyen al interior del túnel, tratando de ocultarse entre los escombros repartidos por la estructura mientras los pálidos disparan a sus espaldas.   Awambe logra esquivar las balas.   Karim cae muerto a su espalda.   La anubiana nota como la desesperación la envuelve y comienza a gritar, a realizar todo el ruido posible. Oye como se aproximan los hombres máquina y trata de ocultarse.   El primero pasa corriendo, dirigiéndose en linea recta hacia los pálidos que ahora disparan con pánico contra la máquina.   Por desgracia el segundo se para frente a Awambe.   La anubiana saca su kopesh, no queda otra salida.   Awambe y la máquina se enzarzan en combate cuerpo a cuerpo. La anubiana logra alcanzar el interior de la coraza del hombre máquina varias veces, pero al final, un solo golpe de la mole de metal es todo lo que hace falte.   Awambe muere con el kopesh en la mano, mientras el resto del grupo es eliminado por el hombre máquina.  

FIN.