La daga en la oscuridad, la espada del Consejo. Algunos dicen que la Líder de los Templarios de la Luna es quien verdaderamente gobierna Tal'Dorei...
- Gender
- Mujer
Elena de la Hoja Rota, Líder de los Templarios de la Luna, es la tercera parte del Consejo Elfo. Comparte su posición con el Archibald Occuleth y con su hermano, Aen. Mismo si la última palabra siempre la tiene el Archibald, se suele comentar que quien verdaderamente toma las decisiones es ella, ya que controla una temible fuerza de asesinos.
Los Templarios de la Luna, como escuadrón de élite, fue conformado al hacerse el pacto con Tyr el Conquistador para crear el Imperio Dwindaliano. Como fuerza de inteligencia, funcionaron como un elemento disuasivo ante resistencias, tanto como presiones del exterior. Fueron los Paladines cuando todavía no existían los Paladines. Elena siempre estuvo a su cargo, viniendo de la gran casa élfica "Hoja Rota", guardas de la paz entre los elfos desde que llegaron a Rel, junto a Vyserion Nightborne.
La Hoja Rota siempre fue una casa secretiva, sin embargo. Se dice que de ahí salen los luchadores marciales más poderosos de todo el aquelarre élfo, adeptos en todo tipo de combate, y entrenados como cazadores de magos. Dotados de mucha magia de abjuración, se les llama los Magífagos, devoradores de arcana, casi inmunes a los hechizos. Elena no es ninguna excepción. Nadie sabe cómo fue su entrenamiento personal, ya que era hija directa de la anterior Matriarca, pero no se discute con sus resultados.
Muchos magos renegados, peligrosos para un país entero o incluso para todo Rel, fueron neutralizados por la Daga en las Sombras del Consejo Elfo. Nigromantes, simpatizadores demoníacos, e incluso brujos locos sucumbieron bajo el filo de la noche. Los Templarios de la Luna se formaron como extensión de los entrenamientos de Elena, que compartió fuera de su casa para mejor controlar el amanecer de este nuevo Imperio.
Previo a la muerte de Iremir, el Gran Montaraz, esta fuerza actuó en concordancia con el héroe, principalmente por la buena relación entre este y Elena. No solo eran los dos parte del Consejo Elfo, sino que también se habían criado juntos. Elena, desde pequeña, fue asignada como la guardia personal del futuro Archibal, Iremir. Cuando este, al crecer, decidió abandonar esta posición para aventurarse por todo Rel junto con Tyr, Vulcan y Johane, la líder de los Templarios se quedó en Tal'Dorei, protegiendo, aún desde lejos, a Iremir, mismo si le agregaban cada vez más responsabilidades.
Occuleth, nacido para la política, tomó el lugar del Archibal, al ser el mayor de los Tres Hermanos. Uno podría preguntarse, por qué se le había delegado el puesto a Iremir, si no era el primogénito? Por una profecía. Sería el segundo nacido de Tres Legendarios Hermanos quien cambiaría el mundo. Aquello terminó pasando, y no por el puesto que se le impuso al nacer, sino por sus propias acciones. Elena, quien esperaba ser la guarda personal del próximo Archibal, terminó teniendo que forjar su propio camino.
Cuando Iremir murió, presa del dragón Shast, todo el Consejo Elfo lo sufrió. Occuleth, que guardaba rencor y odio detrás de perfectos ojos azules, lloró a su hermano caído. Aen, aquel demonio en piel de elfo, mostró por única vez un semblante de pena. Se dice, en cambio, que Elena no mostró ninguna emoción detrás de aquella armadura. Esto no está del todo correcto. Pocos pueden contar esta historia, ya que casi nadie estaba presente cuando ocurrió, pero se dice que cuando arribaron las noticias de la muerte de Iremir, Elena cayó de rodillas, destrozada, antes de desaparecer por un mes.
Luego, retomó sus responsabilidades, más callada, y más letal, que nunca. Poco se sabe hoy en día de ella. Los Templarios, sin embargo, casi triplicaron sus rangos desde aquellos tiempos, y se volvieron solamente más efectivos. Vestidos de blanco como la luna, estos asesinos se dedican particularmente a terminar con quien use arcana. Sin embargo, son igual de letales contra expertos marciales también, ya que se centran en el sangriento arte del combate desde que son jóvenes.
Elena es sin duda la más capaz de todos los templarios, y una enigmática figura. Rara vez se la vio sin armadura, escondiendo su cara detrás de ese bizarro casco. Si viene por ti... bueno, se puede decir que no tienes mucha suerte.
Recientemente, los Pibes averiguaron que ella es parte de la sociedad secreta Uroboros, liderada por el Barón Ganth, con el objetivo de traer a Xoth, Rey de Reyes, de vuelta. Como la Daga en las Sombras, líder de los Templarios de la Luna, y Magífaga experta, el grupo deberá encontrar la forma de terminar con ella... antes de ser visitados por el Filo de la Noche.
Los Templarios de la Luna, como escuadrón de élite, fue conformado al hacerse el pacto con Tyr el Conquistador para crear el Imperio Dwindaliano. Como fuerza de inteligencia, funcionaron como un elemento disuasivo ante resistencias, tanto como presiones del exterior. Fueron los Paladines cuando todavía no existían los Paladines. Elena siempre estuvo a su cargo, viniendo de la gran casa élfica "Hoja Rota", guardas de la paz entre los elfos desde que llegaron a Rel, junto a Vyserion Nightborne.
La Hoja Rota siempre fue una casa secretiva, sin embargo. Se dice que de ahí salen los luchadores marciales más poderosos de todo el aquelarre élfo, adeptos en todo tipo de combate, y entrenados como cazadores de magos. Dotados de mucha magia de abjuración, se les llama los Magífagos, devoradores de arcana, casi inmunes a los hechizos. Elena no es ninguna excepción. Nadie sabe cómo fue su entrenamiento personal, ya que era hija directa de la anterior Matriarca, pero no se discute con sus resultados.
Muchos magos renegados, peligrosos para un país entero o incluso para todo Rel, fueron neutralizados por la Daga en las Sombras del Consejo Elfo. Nigromantes, simpatizadores demoníacos, e incluso brujos locos sucumbieron bajo el filo de la noche. Los Templarios de la Luna se formaron como extensión de los entrenamientos de Elena, que compartió fuera de su casa para mejor controlar el amanecer de este nuevo Imperio.
Previo a la muerte de Iremir, el Gran Montaraz, esta fuerza actuó en concordancia con el héroe, principalmente por la buena relación entre este y Elena. No solo eran los dos parte del Consejo Elfo, sino que también se habían criado juntos. Elena, desde pequeña, fue asignada como la guardia personal del futuro Archibal, Iremir. Cuando este, al crecer, decidió abandonar esta posición para aventurarse por todo Rel junto con Tyr, Vulcan y Johane, la líder de los Templarios se quedó en Tal'Dorei, protegiendo, aún desde lejos, a Iremir, mismo si le agregaban cada vez más responsabilidades.
Occuleth, nacido para la política, tomó el lugar del Archibal, al ser el mayor de los Tres Hermanos. Uno podría preguntarse, por qué se le había delegado el puesto a Iremir, si no era el primogénito? Por una profecía. Sería el segundo nacido de Tres Legendarios Hermanos quien cambiaría el mundo. Aquello terminó pasando, y no por el puesto que se le impuso al nacer, sino por sus propias acciones. Elena, quien esperaba ser la guarda personal del próximo Archibal, terminó teniendo que forjar su propio camino.
Cuando Iremir murió, presa del dragón Shast, todo el Consejo Elfo lo sufrió. Occuleth, que guardaba rencor y odio detrás de perfectos ojos azules, lloró a su hermano caído. Aen, aquel demonio en piel de elfo, mostró por única vez un semblante de pena. Se dice, en cambio, que Elena no mostró ninguna emoción detrás de aquella armadura. Esto no está del todo correcto. Pocos pueden contar esta historia, ya que casi nadie estaba presente cuando ocurrió, pero se dice que cuando arribaron las noticias de la muerte de Iremir, Elena cayó de rodillas, destrozada, antes de desaparecer por un mes.
Luego, retomó sus responsabilidades, más callada, y más letal, que nunca. Poco se sabe hoy en día de ella. Los Templarios, sin embargo, casi triplicaron sus rangos desde aquellos tiempos, y se volvieron solamente más efectivos. Vestidos de blanco como la luna, estos asesinos se dedican particularmente a terminar con quien use arcana. Sin embargo, son igual de letales contra expertos marciales también, ya que se centran en el sangriento arte del combate desde que son jóvenes.
Elena es sin duda la más capaz de todos los templarios, y una enigmática figura. Rara vez se la vio sin armadura, escondiendo su cara detrás de ese bizarro casco. Si viene por ti... bueno, se puede decir que no tienes mucha suerte.
Recientemente, los Pibes averiguaron que ella es parte de la sociedad secreta Uroboros, liderada por el Barón Ganth, con el objetivo de traer a Xoth, Rey de Reyes, de vuelta. Como la Daga en las Sombras, líder de los Templarios de la Luna, y Magífaga experta, el grupo deberá encontrar la forma de terminar con ella... antes de ser visitados por el Filo de la Noche.
Social
Honorary & Occupational Titles
Filo de la Noche, Templaria en Jefe de la Luna Llena