Lo que haría por una hora más

Querido diario...
Estamos en el año 378 de la Segunda Era y esta entrada se escribió el día...
Yo soy Varis y esta es...
 
Madre, no sé qué hacer. Ultimamente ocurrieron muchas cosas, demasiadas como para que pueda parar para pensarlas una por una. Y cuando finalmente creo tener el tiempo para poder reflexionar un poco sobre mi vida, algo sucede, algo que requiere toda mi atención, y si dejo de estar atento aunque sea por un segundo durante esas situaciones, mi vida se acaba. Al final no tuve más opción que quedarme despierto hasta altas horas de la noche, donde el sonido del aliento de un dracónido quemando carne y los insultos de un enano con problemas de temperamento escasean... por ahora. Y lo peor de todo es que mis preguntas más importantes son las que no tienen respuesta. Ni siquiera sé si está pequeña aventura que estoy teniendo sirve de algo, ¿Será mi pueblo capaz de aceptarme si los ayudo con esto de la profecía? ¿Eso es todo lo necesarío para ser incluido? Sin importar cuánto me recuerden lo importante que es todo esto, nada va a cambiar el hecho de que soy un semi-elfo, y siempre que lo sea, esas miradas de desdén y superioridad permanecerán...
 
Desearía poder poner en palabras cuánto te hecho de menos mamá, desearía poder tener a alguien con quien hablar de mis problemas, alguien que me entienda y que no le importe qué tan puntiagudas sean mis orejas. Ahora que ya no estás, lo único que hago es arrepentirme de todas las preguntas estúpidas que hice. ¿Quién soy realmente? ¿Cuál es mi propósito? ¿Dónde se encuentra mi verdadero hogar? Tengo tantas preguntas que quisiera hacerte, pero ahora... simplemente no puedo. ¿Esto es lo que significa crecer? Hasta este punto, no tengo ni la menor idea. Lo único que sé, es que el peligro acecha en cada esquina, y tengo que estar preparado para cuando me encuentre cara a cara con él. Así que me aferraré a tus enseñanzas, me aseguraré de leerlas una y otra vez hasta que me las sepa de memoría. De esta forma sobreveviviré ante las adversidades, porque si muero ahora, todas estas preguntas se quedarán sin respuestas y tu muerte será en vano. Tus enseñanzas y tu collar, eso es lo único que me queda de ti. No las pienso perder por nada en el mundo. Lo juro. Te quiero mamá, con amor, Varis.