Vosotros no erais más que niños cuando esto sucedió, puede que incluso no hubieseis nacido, y sin embargo...Os ha marcado de por vida.
Miradan reunió a varios grupos de personas jóvenes y capaces, gente que había demostrado su habilidad con la magia o con la espada, seres con capacidades extraordinarias y con conocimientos que pocos en Darn Doral tenían. A cada uno de estos grupos les asignó una misión, un que hacer especial. Unos tenían que traer consigo las semillas de unos arboles en concreto, otros tenían que explorar y cartografiar y entablar contacto con las poblaciones cercanas a la fortaleza y los últimos tenían que llegar hasta Gag Boldor, otra fortaleza enana en la que creían que podía quedar gente viva.
Aquel día salieron 3 grupos de entre 5 y 8 personas. Meses después regresó el primer grupo. De los 7 que salieron volvieron 4. Este grupo había conseguido las semillas de un árbol llamado Drosket, cuyo fruto puede curar la enfermedad de la cueva; enfermedad que se había empezado a extender entre la población tras abandonar los niveles inferiores del asentamiento. Varios años después llegó una única persona, Riniya. Esta elfa habías salido de Darn Doral con 7 compañeros. Esta chica estaba practicamente traumatizada pero traía consigo un mapa de las inmediaciones del asentamiento; en este mapa aparecían asentamientos en bosques, montañas y praderas, puertos... También marcaron lugares posiblemente peligrosos y otras amenazas, como lugares en los que las tormentas mágicas eran más habituales. El tercer grupo jamás regresó.
Los supervivientes de estos grupos contaban más o menos lo mismo. El mundo exterior es extremadamente hostil. Hay toda clase de criaturas peligrosas, magia salvaje que puede destruir a una persona en cuestión de segundos (Esto lo descubrieron por las malas)... Pero también ha quedado claro que hay gente que puede sobrevivir ahí afuera y que hay grandes oportunidades para aquellos que sean valientes y decidan luchar por algo mejor.
En estos 25 años Darn Doral ha extendido levemente sus fronteras, construyendo un pequeño poblado frente a la fortaleza y tomando algo de los bosques cercanos para tomar madera, cazar y demás menesteres. Aún así, para abandonar el asentamiento se le debe solicitar permiso al rey... Y eso solo ha ocurrido 2 veces.
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