Artus Manonegra
El orco salió desafiante de la formación, miró a Artus como si pudiera abrasarlo con la mirada y lanzó su hacha apuntando a la cabeza. Artus se giró tan rápido que el arma pareció haberlo golpeado, con un ágil movimiento de su mano apuntó al orco y sin mediar palabra expulsó un delgado proyectil negro, tan fino como un hilo. El orco sólo atinó a poner sus manos para interceptar lo que parecía un virote. Artus elevó ambas manos sobre su cabeza y justo a la vez que el cuerpo del orco tocaba el suelo, pronunció un galimatías, bajó sus manos y se acercó al cuerpo.
-Levántate y toma tu lugar en la fila.
El orco se levantó sin pronunciar palabra y desmadejado como estaba tomó su lugar.
-Me obedecerán, como orcos o como zombies -apuntó a decir Artus a la formación.
Physical Description
Rasgos faciales
Artus tiene la mitad de la cara sin piel, su carne se ve roja como si recién se hubiese desollado la cara. Su pacto con Janukra le permite mantener su apariencia casi humana.
Mental characteristics
Historia personal
Infancia y juventud
Artus nació en cuna real, hijo primogénito del entonces rey de Meikos, Makhtu Manonegra, Artus estaba destinado a continuar con la dinastía Manonegra, que llevaba cinco generaciones en el poder. Desde muy joven comenzó su instrucción como príncipe, como era costumbre por los Manonegra, le acompañaron durante su infancia y adolescencia cinco pajes, con los cuales se entrenaba en condiciones de igualdad, tanto en la lucha, como en la lectura. Artus demostró desdén por la defensa personal en cuerpo a cuerpo, en cambio siempre fue muy curioso y tenía un por qué para cada respuesta que recibía.
Cuando comenzó su adolescencia fue un lector consumado, y en su honor se construyó el primer templo de Lerman en el Reino de Meikos, además, cualquier pregunta que el joven príncipe no conseguía resolver, era motivo de investigación por sus criados y hasta el mismo consejero del rey, tanto así, que muchos de los libros de su biblioteca personal fueron encargados y traídos sólo para poder resolver a sus inquietudes.
Los Luxantes plateados
Cuando llegó a su mayoría de edad se le permitió salir de la ciudad, escoltado obviamente. Fue entonces cuando Artus comenzó a explorar la Ciudadela de los Artesanos y La Fortaleza. Artus se maravillaba con la vida de los demás, desconocida hasta ese momento para él, le interesaba conocer lo que hacían los artesanos, los guerreros, los magos. Cuando conoció el comercio, empezó a preguntarse de dónde venía cada producto, a dónde se enviaba lo que creaban en Meikos y quiso empezar a viajar por Mercari, cosa que no aprobaba su padre, en vista del peligro que representa enviar a un príncipe sin hermanos a viajar por un país que sólo mantenía a raya la guerra civil debido al buen comercio de su capital.
Así fue que Artus aprendió todo lo necesario sobre su propia ciudad debido a su gran curiosidad, y de paso aprendió lo suficiente para poder gobernar, y a la edad de 78 luxantes comenzó a acompañar a su padre en asuntos de gobierno, ya fueran reuniones con los nobles o atender a los ciudadanos en las solicitudes que hacían en audiencias reales, lo que ocupaba casi todo el tiempo del rey. Artus leía parte de la correspondencia de su padre y resolvía él mismo los asuntos menores que el rey le delegaba. Así fue hasta que el príncipe cumplió sus 90 luxantes, estos años fueron recordados como Los Luxantes Plateados de la dinastía Manonegra, por lo bien que reinaba Makhtu en compañía de su hijo.
Reinado
Artus comenzó a apartarse de los asuntos de gobierno cuando el rey se negó a la solicitud de su hijo de expandir las fronteras meridionales de Mercari, con a excusa de anexar pueblos de los cuales importaban materiales que salían bastante caros a la capital. Entonces el príncipe decidió volcar todos sus esfuerzos a aprender algunos artes a mayor profundidad, en especial la alquimia y la herbología, dejando paulatinamente que su padre reinara solo nuevamente.
Fue dos luxantes antes del festejo de su centenario, cuando el Rey Makhtu muriera al caer desde lo alto de una de las torres del castillo, estaba un poco ebrio según dijeron algunos testigos y lo confirmó el médico real al examinar el cuerpo. De esta manera, y a la edad de 98 luxantes, Artus Manonegra se convirtió en rey de Meikos. Contrario a lo que muchos creían, se adaptó fácilmente a gobernar de nuevo.
Uno de los primeros actos reales de Artus fue el de cancelar su festejo centenario, el cual le parecía un despropósito de recursos. Ordenó que no recibiría regalos fastuosos de los nobles y que no habría festival en todas las ciudadelas en su nombre, y para asegurarse de que así fuera, estaría viajando por el país para esa época. Los primeros luxantes de reinado de Artus fueron bastante modestos, creó algunos cargos nuevos con la tarea de recorrer sus dominios y de mantenerlo informado de las necesidades de los poblados. Apostó permanentemente parte del ejército en las fronteras norte y sur de Mercari, los primeros para vigilar que los bárbaros de las Tierras Salvajes se mantuvieran en su propio terreno y los segundos para conocer quiénes cruzaban su frontera y con qué objetivos.
Mercari de Occidente
Luego de diez luxantes de viajes, de conocer su país y las necesidades de sus gentes, Artus comenzó la primera de sus múltiples cruzadas, consolidar a Mercari como el país mercante por excelencia. Se exigió entonces que todos los hijos varones de La Fortaleza sirvieran en el ejército, no sólo el primogénito, además, las hijas debían casarse con alguien de la misma ciudadela y mantener su casta por encima de la del varón, asegurando de esta manera que el ejército creciera en número.
Tras casi duplicar el ejército, Artus en persona partió en su más grande empresa, acompañado de sus pajes ya convertidos en donceles, miembros del ejército. Con el objetivo de crear un paso en El Cinturón del Gigante, la cordillera que delimitaba la frontera occidental del país, se armó con más de 100 soldados y 30 constructores. En su primer viaje, Artus estuvo 3 meses con la compañía, quienes poco a poco iban ganando terreno en la cordillera, abriéndose paso entre monstruos y tribus, dejando tras de si un camino transitable por al menos un carromato a la vez. La construcción del camino que atravesara la cordillera tardó 12 luxantes y fue el inicio de la conquista del que comenzó a denominarse como el Mercari de Occidente.
Luego de 22 largos luxantes de agotadoras batallas, finalmente el último pueblo al occidente del Cinturón del Gigante jura lealtad al rey de Meikos, es entonces cuando Mercari se convierte en el primer país con costas en mares diferentes. Al tener una salida segura hacia el Mar Navegante inicia la prosperidad y el comercio con tierras lejanas.
Guerras en la cordillera
Pasaron algunos luxantes en calma y prosperidad hasta el momento en que Artus comenzó a pensar que no era suficiente con tener el mejor comercio de la región, no bastaba con tener puertos en ambas costas del país, debía también poseer las minas y bosques de dónde surgía la materia prima. El problema con esto era que la roca y el metal provenían de pueblos enanos del El Cinturón del Gigante, algunos ubicados dentro de los límites de Mercari, por lo cual pagaban tributo para evitar una guerra, mientras que los bosques estaban ubicados al norte del país y pertenecían a los elfos. Artus no halló aliados entre los nobles ni sus donceles que lo secundaran en la idea de invadir estos pueblos, por lo que se sirvió de extranjeros que lo aconsejaran.
Artus comenzó a rodearse de personajes que eran completos desconocidos para los nobles, asistía a la menor cantidad posible de reuniones y se la pasaba encerrado en consejos secretos con sus nuevos aliados. En el luxante 53 de su reinado inicia una guerra contra los pueblos enanos de la cordillera, creyendo erróneamente que podría derrotarlos fácilmente, envía un frente del ejército a marchar hacia el norte, en búsqueda de los elfos. Pero los enanos resisten fieramente y Artus se ve con dos frentes de batalla, ambos muy distantes uno del otro.
Tras dos luxantes de batallas, los nobles comienzan a aliarse con miembros de La Fortaleza, en vista de que el ejército se ve reducido a un puñado de hombre que resguardan la ciudad, el resto se encuentran ya sea en la cordillera o en los bosques del norte del país. En una guerra que mengua los recursos de la ciudad y en la que parece que el rey está dispuesto a invertir lo que sea necesario. Al enterarse Artus de que podrían derrocarlo la nobleza usando su guardia personal, convoca mercenarios que llegan al reino, al ser en su mayoría orcos genera el descontento general de los meikitas. El frente de batalla contra los enanos se vuelve insostenible y Artus concentra toda su fuerza en el norte contra los elfos.
Huída de Artus
La gota que derramó el vaso fue cuando la nobleza se entera de que Artus ha comenzado a experimentar con la nigromancia. Es entonces cuando comienzan las revueltas al interior de la ciudad y al llegar un ejército contratado por los nobles para tomar el control de la capital, Artus huye con sus seguidores y orcos. Se corre el rumor desde el Reino de que el rey ha muerto y la ciudad comienza su lento cambio hacia una nueva forma de gobierno, ahora regida por la nobleza.
Artus había enviado a un grupo de mercenarios a robar una reliquia a los elfos, considerado un objeto de gran poder y con el cual podía acabar con los enanos y cualquier otro pueblo que deseara. Es por esta época en la que se conoce que Artus había hecho un pacto con Janukra y por ello le seguían orcos y muertos vivientes. Artus y un pequeño, pero poderoso grupo de seguidores, buscan a los mercenarios que habían logrado robar la reliquia con éxito, pero buscaban estafar al monarca. Los encuentra escondidos en unos viejos cuarteles subterráneos, Artus consigue ganarles y activa el objeto, que resultó ser la Reliquia de la nigromancia que resguardaban los elfos.
A partir de estos acontecimientos, los elfos abandonaron sus tierras y se dice que se escondieron tan al norte que no pudieran volver a ser atacados, Artus perdió interés por seguir gobernando Meikos y en cambio inició la organización conocida como La mano negra, la cual vivió en el completo anonimato durante cientos de luxantes, convirtiendo al propio Artus en una leyenda, y creyéndolo muerto luego de su huída de la capital de Mercari.
"Me obedecerás, como orco o como zombie"
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