Clero de Unhi Era
Aquellos que viven en armonía con la naturaleza, se maravillan con ella y consideran que la madre naturaleza es un ser vivo a quien se debe cuidar, son fieles seguidores de Unhi Era. Existe un sinnúmero de criaturas que oran a La Salvaje sin nunca en su vida visitar un templo de la diosa ni tener contacto con miembros del clero.
Los seguidores pueden estar en alineamiento extremos entre sí, lo que hace que se conformen muchas sociedades independientes, pero fieles a la diosa, y aunque su visión sobre otras culturas pueda no coincidir, los une su entendimiento y protección de la naturaleza, algunas veces interpretado de manera bastante diferente.
Estructura
Al diferencia de otros cleros, donde los clérigos y paladines son los miembros más numerosos, entre los seguidores de Unhi Era la gran mayoría son druidas, y debido a que muchos prefieren relegarse a vivir lejos de otras comunidades, el clero se divide en dos grandes grupos; Las Sociedades druídicas que adoran a la diosa totalmente aislados y los grupos de adoradores que conviven o interactúan cada cierto tiempo con otras culturas.
No todas las Sociedades druídicas adoran a Unhi Era, a pesar de que todos los druidas reciben su favor, sin embargo, todos respetan la naturaleza y siguen sus propias normas morales al respecto. Las sociedades de este tipo que adoran a La Salvaje tienen templos en medio de la naturaleza donde viven exclusivos para si mismos, se limitan a un área geográfica específica y rara vez sus miembros salen al mundo exterior.
El resto de adoradores se organizan alrededor de templos también naturales, pero cercanos a poblados o a comunidades diferentes, lo que les permite interactuar con otras culturas. Estos templos pueden ser habitados por druidas, clérigos, paladines y otro tipo de seguidores, además de permitir visitantes y fieles.
No existe un rango o jerarquía definida en el clero, se respeta a los más sabios y a quienes han encontrado una armonía con la naturaleza, aunque usualmente estos son quienes menos están interesados en habitar en templos y prefieren vivir como ermitaños. Aún así, aquellos que sienten el llamado de su diosa para compartir con otros la sabiduría de la naturaleza, lideran los Concilios salvajes, reuniones oficiales del clero donde se tratan temas específicos y se toman decisiones. Ejemplo de estas juntas puede ser el intervenir en un pueblo que está acabando con un bosque cercano para su propio provecho.
Cultura
Las acciones de los seguidores de Unhi Era pueden parecer inclinadas hacia el mal al desear detener y acabar con aquellos que parecen querer destruir la naturaleza, pero éstos no buscan que las criaturas se vuelvan seres de luz que mediten a la sombra de un árbol, simplemente que vivan sin acabar sus recursos naturales cercanos.
Muchos seguidores son prevenidos y desconfiados con el resto de criaturas y piensan más en el resultado de sus actos que en sus medios. Un pueblo de humanos puede poblarse en una sola generación, pero un bosque tardará cientos de luxantes en tener siquiera árboles jóvenes, no hay dudas en la balanza moral de los seguidores de La Salvaje.
Mitología e historias
El hecho de que Unhi Era haya nacido de la propia Eiláatir quien era considerada la madre de la naturaleza por los Elfos antiguos y que se originara por el crecimiento de las Sociedades druídicas originó la creencia generalizada de que la diosa es en verdad los bosques y aguas de Eiláar, lugares que cedió Eiláatir a su hija según la leyenda.
Esta creencia afecta enormemente a sus seguidores, quienes consideran a su diosa una criatura omnisciente y omnipresente mientras estos no se confinen a las ciudades.
Cosmología
Todo está conectado en la naturaleza, desde los árboles que comparten el suelo con sus raíces hasta los gigantescos mares que unen sus aguas. Teniendo esto en cuenta, los seguidores creen que todo puede llegar a ser conocido escuchando a la naturaleza, a quien consideran el ser vivo más antiguo de la creación.
Principios de la fe
Ya que las comunidades adoradoras de Unhi Era suelen estar muy apartadas unas de otras y también pueden estar alejadas en sus intereses específicos, no hay reglas estrictas que deban ser seguidas, sino más bien unas guías que pueden ser adoptadas en el modo de vida de cada quien.
- Comprende profundamente las relaciones de los animales y plantas allí donde habitas, hasta la criatura más insospechada puede ser clave para el equilibrio.
- Escucha a la naturaleza antes de juzgar a otros, sus acciones pueden no tener sentido para ti, pero siempre tienes la sabiduría de tu madre a disposición.
- Convéncete antes de iniciar una empresa importante, si hay duda en tu mente podrá ser usada en tu contra, la determinación de tus actos será compensada por el resultado final.
Ética
El equilibrio natural es casi siempre la esencia que regula las acciones en los miembros del clero y más aún en los druidas. Si un seguidor está convencido de que debe hacer algo para mantener dicho equilibrio, podría hacer casi cualquier cosa posible con tal de lograrlo, y si en su camino convence a otros, pues será una gran movilización con un fin claro a la que tendrán que enfrentarse aquellos que estén desestabilizando el preciado equilibrio.
Esta forma de moral hará que criaturas de razas, culturas y alineamientos diferentes se unan entre sí hasta lograr su cometido, para luego desbandarse nuevamente y volver a sus orígenes. Esta forma de agrupación es muy temida por quienes cometen actos en contra de la naturaleza.
Sectas
Existen muchas sociedades consideradas seguidoras de La Salvaje, pero que no son bien vistas a ojos de otras, sin embargo, cada una mantiene su interpretación de cómo debe defender la naturaleza y mantener el equilibrio, ninguna es considerada una secta a pesar de que no actúen de forma totalmente neutral. En algunos Concilios salvajes son convocados miembros de diferentes sociedades, mientras dure el concilio son iguales a ojos de la diosa.
Poderes divinos otorgados
Aquellos que desean ser parte del clero requieren de un guía espiritual, usualmente otro miembro con cierta experiencia. La criatura recibe una enseñanza sobre la meditación y la paz interior y debe sobrevivir en un lugar salvaje durante dos ciclos sin ser devorado por las bestias. Se espera que si la criatura recibe el favor de Unhi Era, entonces la naturaleza que lo rodea lo comprenderá y no lo atacará mientras está en la meditación.
Quienes vuelven del ritual ya convertidos son acompañados por un pequeño animal, el cual les servirá fielmente dentro de sus posibilidades y desarrollará una forma especial de comunicarse con su nuevo amo, dicho animal comenzará su apagamiento una vez considere que la criatura ya está a plenitud en el camino hacia Unhi Era, y una vez muera, debe ser enterrado en donde se realizó el ritual originalmente, cerrando el ciclo.
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