Sanctasanctórum neuma
Conocido en las historias como uno de los pocos artefactos helkadinos creados desde la primera época ha sido obsesión y perdición de innumerables anticuarios, cazadores de tesoros y fanáticos de la cultura helkadina.
Historias
Sobre el sanctasanctórum neuma se saben o se creen saber muchas cosas, cuál de ellas es verdad y cuál no, es objeto de estudio de muchos, antes de embarcarse en su búsqueda. De común acuerdo, entre las historias escritas, orales y pasadas entre generaciones de aquellos interesados en lo antiguo y arcano, se han llegado a varias características que tiene el artefacto, aunque algunas de ellas pueden parecer contrarias, se cree que de alguna manera el poder del artefacto puede tenerlas, desafiando la realidad misma:
- El sanctasanctórum neuma es una bóveda o recámara.
- El sanctasanctórum neuma puede portarse como un objeto personal
- El sanctasanctórum neuma emula magia tan poderosa como aquella que existía en la primera era
- El sanctasanctórum neuma otorga un gran poder a aquel que lo usa, potenciando sus capacidades arcanas
- El sanctasanctórum neuma roba magia y absorbe energías arcanas a su alrededor
- El sanctasanctórum neuma es capaz de ligarse al alma de quien lo usa
- El sanctasanctórum neuma hace inmortal a aquel digno de usar su poder
Escritos
En los albores de las civilizaciones, según los grandes arcanos, el poder sin igual de los infantes mortales forjó la bóveda en el corazón de una realidad moribunda. El zeclón, cercano a los pensantes, permitió la hazaña casi contraria a la existencia. La bóveda era una con un poder lo suficientemente pequeño para ser llevado por aquellos destinados a grandes hazañas, pero su interior albergaba un espacio infinito, un santuario donde el alma encontraría refugio.
Los rumores indican que está imbuida con la esencia de la magia primordial, aquella que existió al principio de los tiempos. Usarla, entregaría las corrientes de magia, incrementando sus propias habilidades místicas.
Pero no sólo el poder era otorgado, también robado, con una dualidad que podía aprovecharse siempre que pudiera saciar su voraz hambre.
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