Un receso a los combates
General Summary
Música de fondo
Aparece Sakurech elegantemente vestido de gala, corbatín y toda la cosa, justo en el escenario de un teatro elegantísimo. Música de filarmónica de fondo lo acompaña. A su lado derecho vemos una figura conocida, es nuestro querido bardo narrador Nadie . Ambos son recibidos por los aplausos en pie del público, la música se alza en un final enérgico, para continuar con un ritmo lento y acompasado. El público se sienta y nuestros anfitriones hacen alarde de finas maneras, ofreciendo una elegante reverencia al público. A continuación inician sus diálogos finamente preparados.
Sakurech: Buenas noches, honorables miembros del público, es un honor para nosotros recibirlos esta noche de narraciones, en la cual tendrá lugar una muy especial novedad, como pueden inferirlo, seré quien les haga conocer qué ha sido el devenir de nuestros entretenidos agentes de entretenimiento, los aventureros de esta variopinta compañía.-La elegancia de su vestimenta y el exquisito tono de voz, así mismo el vocabulario que utiliza, resaltan aún más cuando advertimos que sus cabellos siguen estando igual de desordenados, parece que no hay fijador de cabello que pueda contra semejante reto-
-Nadie: Así es, honorable público, como bien lo ha dicho mí estimado compañero camarada, en esta ocasión les hemos preparado varias sorpresas, entre ellas, nuestro especial invitado que hará los honores en los relatos que nos reúnen para esta ocasión. No haciendo esperar más a nuestros invitados, ¡demos inicio de una buena vez!
La música de nuevo se alza con briosos compases, el telón se alza y encontramos una pantalla gigante donde claramente se ve cómo hay un contador, cual cine a blanco y negro, marca una regresión desde el 5, 4, 3, 2…
Parte I: Compras, porque el oro hay que “mecatiarselo” en cositas.
Música de fondoSakurech: Nuestros aventureros han logrado avances importantes en sus carreras como aventureros, algunos de ellos han logrado ascender en su escala de progreso a pasos agigantados, otros, menos afortunados, si se le quiere ver de éste modo, han tenido algunos retrasos –Hola, Arpad el cuervo gigante- Sea cual fuere el caso, ahora se encontraban en la ciudad de Mercari, invirtiendo su capital en adminículos de valor, especialmente nuestra querida Alaska, quien se ha tomado muy en serio el asunto de adquisición, el distrito mágico del reino se lo agradece.
Nadie: Jo jo jo, ciertamente, mi estimado Sakurech, nuestra pequeña aristócrata tiene facilidad para no decidirse entre aquella capa de hermosas tonalidades rosas que le combina con aquel arco mágico tan hermoso que ha conseguido, o comprarse la nueva armadura, con accesorios para maquillaje, que evita las estrías y le resalta su figura, esa armadura la hace ver di-vi-na.
Sakurech- Ehrrr… sí, claro. Imagino que ha de ser una difícil decisión. En todo caso, ella ha invertido los últimos 4 ciclos en diferentes tiendas mientras da cuenta de lo que pueda convenirle mejor. Ciertamente es una guerrera temeraria, parece que su capacidad de descansar, inclusive de comer o atender las necesidades básicas de cualquier humanoide quedan suprimidas cuando de comprar se trata. Ha de ser una habilidad sobrenatural, qué pintoresco.
Nadie: Ay, los orcos son tan básicos para los asuntos de la moda, pero eso es algo que podemos trabajar juntos, mi querido Sakurech, sólo me tomará una semana ponerte al corriente del último grito de la moda y lo fashion para que seas el más en tus círculos sociales, Jo jo jo
La grabación avanza unos momentos más, ilustrando claramente que nuestra querida Alaska aún no termina con sus compras. La imagen desvanece lentamente para dar paso a la siguiente escena.
Parte II: Los rituales
Música de fondo
Sakurech: Y entonces, honorables invitados, hemos llegado a la parte más intensa de nuestra relatoría en esta maravillosa velada. Aquí podemos observar –Imágenes en pantalla- tanto a Arpad como a Ryobak embarcándose en la nueva senda que tomarán sus vidas, cada una con la pretensión de acercarse más a sus respectivas divinidades tutoras, Kefhos y Zechi respectivamente.
Nadie: Por supuesto, por supuesto, mi querido Sakurech, es apenas natural que dos seres tan devotos a los dioses, como estos dos lo son en efecto, procuren un camino ascético, por decirlo de alguna manera. Pero continúa, háblame más que tu voz me encanta, jo jo jo. –Codea sutilmente a Sakurech-
Sakurech- Ehm, jejeje. Sí… sí… entonces, en lo que íbamos. Tenemos, en primer lugar, a nuestro cuervo asceta favorito, todavía siendo el más bonito del grupo, Arpad, quien luego de saborear el más allá y ser reencarnado por su servidor, se ha resuelto con notoria devoción a una causa que ni él mismo entiendo, pero guarda su fe en ésta, algo respecto a una visión que tuvo hace luxantes atrás. Luego de acercarse al templo de Kefhos, donde es un viejo conocido por sus habituales residentes, además de ser alguien cercano a quien comanda dicho templo, el enano Barorik, Arpad pone a disposición de Barorik ciertos datos sobre sus recientes aventuras: la caverna en la zona que era demoniaca, el sujeto enigmático que ayudó al pueblo orco a retomar sus tierras, la organización que los comanda, así como algunos datos adicionales que no podemos revelar por nuestra propia seguridad. En fin, Arpad hizo esto como una muestra tangible de su lealtad y fidelidad incólume hacia Kefhos y sus dogmas. Ante tales acontecimientos, Barorik recibió en el seno del templo al monje y accedió no sólo a presidir su ritual de iniciación, también le ha compartido la información que tenía sobre una reliquia de los templos de Kefhos, Los guanteletes de la garra, los cuales son exclusivos de los iniciados en los misterios de Kefhos, como lo sería pronto nuestro cuervo monje.
El ritual fue modesto, bautizando a nuestro aventurero en la materia que compone al mundo, que le da sustento, creada por el dios Kefhos, manifestada en diferentes estados. Esta ceremonia abre camino a quienes en verdad sean acogidos por la infinita sabiduría del creador de los enanos, de las montañas y el forjador primigenio, hacia conocimientos privilegiados y experiencias que una criatura común no podrá jamás siquiera soñar. Una vez concluido dicho ritual, Arpad sintió como sus fuerzas le habían abandonado, dejándolo en un estado de extenuación atípico, le tomaría dos ciclos recobrar sus fuerzas, luego de lo cual, Barorik le daría la bienvenida como un “iniciado”, y le daría una guía básica de lo que ahora sería su senda. El enano le explicó sobre una particular habilidad sobrenatural que ahora el monje Arpad tenía, la capacidad de entender de manera innata, espontánea, el material natural con que estaban hechas las cosas y cómo trabajarlas para lograr nuevas y diferentes. Algo que Arpad supo al instante no podría saber de algún modo, nunca estudio tales saberes; además, el detalle con que algunos datos estaban en su fuero interno superaban con creces lo que un artesano podría saber, a menos que fuese un maestro en su arte. La bendición de Kefhosllegaría también con un foco divino y otros dones particulares, Arpad ya no era más un monje común, un humanoide cualquiera, ahora era un “Iniciado de Kefhos”, algo más grande que cualquier otra cosa.
Nadie, llorando: Disculpen ustedes, mis estimados invitados, pero me encuentro enternecido por la manera conmovedora, sobrecogedora y poética en que Sakurech ha narrado tan maravillosos eventos, su oratoria es impecable, qué gran Orco tenemos como invitado en nuestra gloriosa velada. Y ni qué decir de nuestro querido Arpad, el más bonito del grupo, el más guapetón de todos. Es una muestra de lealtad y entrega a su causa, el ejemplo de compromiso con sus ideales. Es todo un ejemplo a seguir, le compondré una canción, un poema y narraré sus historias para que el mundo se inspire en su gracia e infinito carisma. –Sakurech le pasa un pañuelo, éste se suena con él y se lo devuelve. Sakurech lo guarda de nuevo como si nada pasara-
Sakurech: Oh, pero qué alma de artista tenemos ante nosotros, cuánta sensibilidad. Mi estimado Nadie, tiene usted el arte a flor de piel, no hay bardo más empático que usted. Por favor, no llore más que hará a nuestra audiencia llorar conmovida. Venga, ármese de valor y terminemos nuestro relato, que la película sigue rodando. –Ante sus palabras, Nadie se recompone, utiliza sus propios pañuelos para secarse las lágrimas y evitar que se le corra el maquillaje, sonríe cándidamente y hace el ademán de que continúe al orco-
Sakurech: Y entonces, como íbamos diciendo –Mira la pantalla para ver dónde va la película muda- Ah sí, encontrábase Ryobak, el pirómano nudista, en su muy habitual desespero por Zechi, a quien parece encontrar hasta en la comida picante, porque le “quema” –¿Obsesión o devoción?- En todo caso, nuestro pirómano hizo su parte de iniciado al dirigirse al templo de Zechien la ciudad de Mercari, donde, como nuestros astutos asistentes pueden inferir, el fuego es la marca de bautismo en la cual todo iniciado debe sumergirse. No siendo este un caso diferente, a nuestro nudista favorito le han sabido recibir en su seno, con abrazo y todo, que ni las pestañas le han dejado, literal. Los iniciados de Zechi reciben a la diosa como la lógica lo determina, por fuego, si sus actos y determinación le son favorables a Zechi, ésta les permite recibir su bendición, aunque en ninguna parte dice que no vaya a dolerles un poco el asunto, qué barbaridad. –Imágenes de Ryobak ingresando al recinto, caminando hacia una “parrilla” donde clérigos de Zechi lo esperaban-En medio de su ritual, Ryobak se metió con todo y armadura a la pila iniciadora, el fuego consumidor le derritió la ropa, luego poco a poco se hizo con su cabello, el de todas partes, para seguir con una flamante inmolación que derretía la piel. Ryobak hizo acopio de toda su resistencia, pero cuando empezó a verse la musculatura, no sabemos si fue por fobia o por extenuación, pero no dio más y perdió la conciencia. Cinco ciclos más tarde se despertó, con piel rozagante, tersa, blanca como la nieve, sin una cicatriz… y sin un pelo en todo el cuerpo.
Vale decir que no todo fue malo, mis queridos invitados, es importante resaltar la labor de mejoramiento que le dieron a sus piezas de armadura, ahora decoradas con algunos delicados toques que resaltan la iniciación de su portador en el camino de Zechi.
Además, tal parece, a nuestro estimado nudista le han dado algo muy, pero muy particular, una bendición tal que el fuego no volverá a dañarle, algo apenas consecuente con los iniciados de la diosa del fuego. Aún queda atestiguar las sorpresas que nos depare este entretenido ser, tan lleno de sorpresas, pero no de ropa.
La escena se va haciendo cada vez más opaca, luego se desvanece por completo y queda en blanco la pantalla. Hay un momento de silencio, hasta que aparece algo…
Parte III: Las crónicas de Helios
Música de fondo
Nadie: ¡Ay, sí! Es mi turno de traerles las emociones de esta narración, agradezco a mi musculoso y risueño compañero Sakurech por su entrañable narración. Sin él, éste especial no sería lo mismo. –Lanza pico al orco. Sakurech se sonroja, algo apenado por lo extrovertido de su camarada- ¿Y por dónde más podríamos iniciar esta divertidísima sección? Pues por el más entretenido de los aventureros, el que mejor sabe divertirse, sexo, drogas y buena música. Apuesto a que nuestra audiencia ya sabe de quién hablamos, ¿cierto? –Las mujeres gritan, lloran, lanzan ropa interior al escenario. No se sabe si es por Nadie o por Helios- Así es, así es, nuestro encantador Helios, el amo del choque y los tutú rosa. –Las imágenes que pasan en la pantalla son de Helios bailando. Se rumorea que es él quien la cantaba en los bares de mala muerte cuando se ganaba la vida como bailador nudista. El público femenino enloquece de la emoción, el protocolo se fue al inframundo-
Sakurech: Bueno, hay que resaltar la facilidad que tiene Helios para reunir fanáticos. Estoy absorto por la conmoción que hay en estos momentos en las instalaciones, parece que vamos a necesitar algunos clérigos que calmen las emociones, nuestra audiencia femenina está desbocada, fuera de control. ¡Esta música sí me gusta, viva la fiesta, viva Janukra hijuepuchica! –Dicho esto, Sakurech se rie como de costumbre, dejando ver una dentadura perfecta, reluciente de lo blanca. Su enredo de cabello se ondea al ritmo de la música, hasta se quitó el corbatín y los pantalones. Ahora hace pogo con la gente que anda desordenada-
Nadie: … Jo jo jo… tal parece que hasta nuestro estimado Orco ha sido contagiado por la emoción. Bueno, mejor continuamos con la narración –Enfoque en las imágenes de la pantalla, Nadie sigue narrando- Helios hace algunas pesquisas de información por la zona de artesanos, así mismo por la fortaleza, inclusive va hasta la biblioteca de Lerman para recabar datos sobre diversas materias. Como bien es sabido, a cambio de información en las bibliotecas de Lerman, es preciso dejar eso mismo, información, lo que Helios no sabía era que la biblioteca lo hacía de forma automática, sólo por estar allí paradote en medio del recinto ya le estaban sacando lo que tenía en la cabeza. –Ay que feo, no le preguntan a uno ni el nombre y ya le meten mano- Nuestro bailarín se sintió tan sucio que tuvo que ir a lavarse al santuario de los héroes de su nivel, la cantina, no tardó mucho en dar con una que, oh sorpresa, es administrada por los medianos. Allí estuvo purificando su alma durante varios ciclos –No podemos llevar la cuenta exacta, lo único que sabemos es que Damalfit “el generoso” pagó 1000 piezas de oro por dicha purificación- En medio de su ritual de purificación dio con un viajero que dijo venir de Brajelante, el continente helado. Le narró ciertas cosas que pueden o no ser ciertas, por ejemplo, que Rugenko no era alguien, era algo, una montaña congelada que llega más allá de las nubes, que su clima es tan frío que ni siquiera la protección contra el frío funciona luego de cierto punto. ¿No les parece súper genial que un aventurero sepa estas cosas? Ahora bien, no sabemos si Helios creerá lo que le dijo o no, pero sí que lo tendrá presente para cuando él mismo se decida viajar hasta allá. ¡Ay, qué emoción! Me recuerda aquella vez en que estaba componiendo una Elegía a la difunta diosa del agua, Eifara, en medio de una bella noche de Noxante, cuando de pronto esta criatura, ¿qué era? Ah sí, era una bestia con enormes garras, pico afilado como la más peligrosa de las cimitarras, además hacía un ruido muy extraño, fue terrorífico. Menos mal luego de que me despertara me fije que era una gallina de esas que salen en medio del Noxante, pero esta me pareció mucho más grande… creo que me cayó mal lo que había comido aquel día, unos hongos que encontré en medio de un claro en un bosque.
Bueno, ni al caso, de esos recuerdos maravillosos que nos quedan a todos de nuestras aventuras Jo jo jo. Entonces, mi querida audiencia, ¿en qué iba? Ah si, sí, sí, sí… el asunto es que nuestro Héroe estaba en medio de sus rituales de purificación –cofcof sexo, drogas, alcohol y música cofcof- y tuvo una idea brillante, una idea sólo que a los genios podría ocurrírseles: el grupo necesitaba con suma urgencia un Bardo para que narrara sus aventuras, claro, no pensaron en mi porque no podrían pagarme para que yo cumpliera esa labor, y en todo caso mi agenda es muy ocupada como estrella del espectáculo, así que los perdono esta vez. Lo importante aquí es que, pues encontraron una barda que… bueno, tiene cero modales, cero estilo, cero sentido de la estética, o sea, nada que ver. Ni me acuerdo cómo se llama, creo que era Ardorina o algo así, ¡ay como sea!, el punto es que la consiguieron y eso. FIN. –Nadie hace un ademán para que pasen rápido a la parte final. Sakurech anda perdido en medio de la multitud, que por alguna razón no cae rendida o inconsciente en medio de tanto golpe y alboroto por la música estridente que escuchan-
Parte IV: Buscándole males al cuerpo
Música de fondo
Nadie: Y así, amada audiencia de todos los confines de todas las dimensiones, planos, universos y multiversos, llegamos a la parte final de esta narración extraordinaria de los sucesos ocurridos en la vida de estos salvajes, intrépidos, plumíferos, desvergonzados y obsesivos aventureros. Ya que mi colega, el hermoso y educado orco Sakurech está… ocupado socializando con nuestra concurrencia femenina, seré su anfitrión en esta última parte, sin más demora, aquí inicio:
Cuando todos nuestros aventureros hicieron lo suyo – Alaska aún no termina de comprar, naturalmente- por obras misteriosas todo el grupo queda reunido en la zona de misiones, donde los aventureros se enlistan en diversas empresas para dar cuenta de sus habilidades y cobrar su peso en oro, en la mejor de las suertes, o sumarse a la interminable fila de asistentes a la cita con Iyaki. Hay aventureros de toda clase, los rudos, los ingenuos, los que aún no salen a su primera misión, los ególatras, los altos, los bajos, los buenos y los malos. La prudencia de este grupo que nos interesa es mayor, así que se toman su tiempo y sabiduría para seleccionar una adecuada para ellos, que les permita atender sus necesidades monetarias y particulares. Por sugerencia de Arpad, deciden tomar una que los lleve cerca de Montino, un continente inexplorado por todos ellos, y este destino resulta ser el continente con la fama de tener el costo de vida más alto, el de más calidad, el que representa el cúlmen de toda la vida social en todo Eiláar, Abadtrah, a donde escoltarán un grupo de comerciantes. El tesoro total es equivalente a 85.000 piezas de oro, por cabeza, ¿sabrán estos muchachines en qué se metieron? Pues no lo sabremos hasta la próxima entrega; así que, por favor, no desesperen y queden atentos. –Lanza beso, el público enloquece, hay varias desmayadas, gritos fanáticos. Sakurech sigue pogando, pero nadie le da la talla, se ríe enloquecido por la euforia- Hasta la próxima, recuerden que Nadie los ama, chaín, mis mocochirrinpinplines <3.
La imagen en pantalla se difumina, hasta que desaparece, el telón cae, las luces se apagan.
Música de fondo
Fecha del informe
02 Aug 2015
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