Ulzasta, el dragón de tres cabezas
Reina-Dragón Ulzasta la Relatora (a.k.a. La dragona de la memoria)
Ulzasta es la mas notoria de los dioses-dragón de Kali Norte y la maestra de los Relatores. Se dice que recuerda todos y cada uno de los nombres de aquellos que lucharon a su lado en las guerras de unficación de Kali Norte.
Physical Description
Rasgos identificativos
Ulzasta es una enorme dragona de tres cabezas. Su cabeza y cuerpo son de escamas purpuras mientras su parte derecha es blanca como la nieve y la parte izquierda de color escarlata. Si bien no es masivamente grande como Nobek, la serpiente Marina es comparable a los sauropodos en tamaño si bien muchísimo más ligera.
Es capaz de asumir una forma de naga en la que sus alas asumen el color de sus cabezas literales. En dicha forma no es mucho mas grande que una naga promedio, pero tiene una presencia imponente que nadie osa cuestionar.
Es capaz de asumir una forma de naga en la que sus alas asumen el color de sus cabezas literales. En dicha forma no es mucho mas grande que una naga promedio, pero tiene una presencia imponente que nadie osa cuestionar.
Habilidades especiales
La cabeza derecha es capaz de lanzar poderosa magia de Evocación de hielo mientras que la izquierda se especializa en el fuego. La cabeza central tiene un poderoso aliento eléctrico y un buen repertorio de magia ritual y de los nombres.
Mental characteristics
Historia personal
Ulzasta nació en las altas montañas de Kali Norte en una villa que se dedicaba a la preservación del conocimiento. Numerosos eran los ataques a su pueblo en busca de controlar el conocimiento que guardaban, especialmente el relacionado con la Ascensión Dragón. Era la hija de la persona mas importante de la villa, la Guardiana del Saber, así como su aprendiz. Numerosas leyendas hablan de su pericia en el campo de batalla defendiendo su pueblo con la espada doble que todavía a día de hoy porta como símbolo. Un día tras revisar los registros de los siglos de ataques que siempre se habían cometido sobre su hogar decidió emprender un viaje para buscar una solución definitiva a sus aflicciones.
En sus viajes entro en conflicto con Iodul. Las historias al respecto hablan de un combate feroz que duró un día entero y del que Ulzasta resultó victoriosa. Él al verse derrotado se preparó para afrontar la muerte con dignidad pero ella no quiso acabar con él. Ella alabó la fuerza de su oponente y le dijo que la única razón por la que había perdido era porque a su corazón le faltaba una causa. Ulzasta entonces ofreció a Iodul ser su aliado en algo mas grande que ambos: construir un lugar de paz. Entonces ambos declararon a las tribus que les seguían bajo su protección, así como cualquiera que quisiese unirse en su estandarte o librarse de crueles y tiránicos dragones que los sometían. Así, su dominio fue creciendo año tras año pero también lo hizo la frialdad en su corazón. En cada batalla perdía seres queridos y en cada herida su corazón se distanciaba más de los demás, al punto que solo sentía autentico apego por Iodul y Nobek así como milenios mas tarde su alumna Urdru. Al convertirse en dragón ese rasgo se magnificó, al punto de que ya, fuera de ese círculo, se volvió incapaz de sentir nada por las vidas individuales.
Cuando Kali Norte estuvo unificada fue férrea defensora de vigilar cuidadosamente los practicantes de Ascensión Dragón, únicamente permitiendo ascender a aquellos que demostrarán ser dignos. Milenios mas tarde, cuando Urdru y Borgias ascendieron los dioses-dragón coincidieron en que nadie más debía hacerlo, pues demasiados inmortales podrían conducir de nuevo a los tiempos antiguos de dragones tiránicos en guerra. Por ello tomaron una decisión a la que Nobek se opuso: instituir el Culto del Dragón, con propósito de que vigilasen otras tierras, instruyesen estas en el arte pero controlasen que nunca tomasen el camino que les llevase a la inmortalidad. Aquellos enviados a Dunya y Verden fueron los gérmenes de las Ordenes del Dragón, del Fénix , de la Esfinge y todas las demás ordenes de ascensión de dichos contienentes. La perdida de contacto con sus agentes y la ascensión de Regis el Rojo y Aldrif la Doble Inmortal fue un enorme disgusto para ella, pero los demás dioses-dragones la disuadieron de tomar acción directa: no eran amenaza suficiente como para justificar esa movilización.
En sus viajes entro en conflicto con Iodul. Las historias al respecto hablan de un combate feroz que duró un día entero y del que Ulzasta resultó victoriosa. Él al verse derrotado se preparó para afrontar la muerte con dignidad pero ella no quiso acabar con él. Ella alabó la fuerza de su oponente y le dijo que la única razón por la que había perdido era porque a su corazón le faltaba una causa. Ulzasta entonces ofreció a Iodul ser su aliado en algo mas grande que ambos: construir un lugar de paz. Entonces ambos declararon a las tribus que les seguían bajo su protección, así como cualquiera que quisiese unirse en su estandarte o librarse de crueles y tiránicos dragones que los sometían. Así, su dominio fue creciendo año tras año pero también lo hizo la frialdad en su corazón. En cada batalla perdía seres queridos y en cada herida su corazón se distanciaba más de los demás, al punto que solo sentía autentico apego por Iodul y Nobek así como milenios mas tarde su alumna Urdru. Al convertirse en dragón ese rasgo se magnificó, al punto de que ya, fuera de ese círculo, se volvió incapaz de sentir nada por las vidas individuales.
Cuando Kali Norte estuvo unificada fue férrea defensora de vigilar cuidadosamente los practicantes de Ascensión Dragón, únicamente permitiendo ascender a aquellos que demostrarán ser dignos. Milenios mas tarde, cuando Urdru y Borgias ascendieron los dioses-dragón coincidieron en que nadie más debía hacerlo, pues demasiados inmortales podrían conducir de nuevo a los tiempos antiguos de dragones tiránicos en guerra. Por ello tomaron una decisión a la que Nobek se opuso: instituir el Culto del Dragón, con propósito de que vigilasen otras tierras, instruyesen estas en el arte pero controlasen que nunca tomasen el camino que les llevase a la inmortalidad. Aquellos enviados a Dunya y Verden fueron los gérmenes de las Ordenes del Dragón, del Fénix , de la Esfinge y todas las demás ordenes de ascensión de dichos contienentes. La perdida de contacto con sus agentes y la ascensión de Regis el Rojo y Aldrif la Doble Inmortal fue un enorme disgusto para ella, pero los demás dioses-dragones la disuadieron de tomar acción directa: no eran amenaza suficiente como para justificar esa movilización.
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