Lüdérc
NOSPHOROS de las tierras de Hungría que se comporta como una suerte de amante satánico (ördögszerető en húngaro), bastante similar a un íncubo o súcubo. Este nonmortuis vuela de noche, apareciendo como una luz brillante, fuego fatuo, o incluso como un pájaro de fuego. En las regiones del norte de Hungría y más allá, también se le conoce como ludvérc, lucfir. En Transilvania y Moldavia se le conoce por los nombres de lidérc, lüdérc, y a veces ördög, literalmente, el Diablo. Mientras vuela, el lidérc esparce llamas. En la tierra, puede asumir una forma humana, generalmente la forma de un pariente o amante muerto muy lamentado. Las huellas del lidérc son las de un caballo. El lidérc entra en las casas a través de las chimeneas o cerraduras, trae enfermedad y desgracia a sus víctimas. Sale de la casa con una llamarada y ensucia las paredes. Quemar incienso y ramas de abedul impide que el lidérc entre en la vivienda. En las regiones del este de Hungría y más allá, se dice que el lidérc es imposible de superar, acecha en los cementerios y debe desaparecer al primer canto de un gallo al amanecer.