Las que siempre son tres
Siempre hay, siempre ha habido y siempre habrá tres brujas en Aralar: madre, hija y nieta, Birutia, Indarr y Sorguiñak. No son inmortales individualmente pero cada una sucede a la otra en un eterno ciclo, ocupando los nombres asociados a su edad, por lo que el nombre no es más que el grado de cada una, y al morir, Indarr se convierte en Birutia, Sorgiñak en Indarr y una nueva Sorguiñak aparece, portando la semilla de la vieja Birutia muerta, lo que sí las hace virtualmente inmortales como grupo.
De esta manera, Birutia almacena el conocimiento y la sabiduría de milenios y es, con mucho, la hechicera más poderosa de
Europa De su unión con Mikelatz, en el pasado más remoto, nació la primera Indarr que a su vez tuvo a Sorguiñak del hijo de
Túbal, el rey
Aitor.
Y así, cada generación renuevan el círculo, incorporando en sus venas, las sangres de un dios y de un rey.
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