Casa de la Reina del Agua
La Casa de la Reina del Agua, el templo más antiguo de Puerta de Baldur, se aferra a su enorme embarcadero como un monstruo de las profundidades, con sus muros de piedra deslizándose por la orilla hasta descender bajo las olas y el barro del río. Una enorme fuente expulsa agua a gran altura en el extremo del embarcadero, recordando a los fieles el precio de no apaciguar a Umberlee.
La intimidante Allandra Gray lidera el grupo de siervas de la ola del templo, la mayoría viudas o huérfanas por culpa del mar. Los baldureños corrientes rara vez ven a estas sacerdotisas, pues nunca entran en el templo. Cuando los fieles desean hacer ofrendas deben tocar una campana junto a la puerta, que abren dos siervas de la ola: una acepta la ofrenda y la otra pronuncia una breve oración en el umbral. Cuando esta concluye y la donación se recoge, las sacerdotisas retroceden y cierran la puerta.
Aunque ningún extraño sabe exactamente cómo funcionan las finanzas del templo, las siervas de la ola solo compran en los mercados lo esencial. El resto de los diezmos se bajan en solemne procesión por unas escaleras desmoronadas que descienden hasta el agua turbia. Las siervas desaparecen bajoe l agua durante unos minutos, solo para reaparecer con las manos vacías.
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