Gran Casa de las Maravillas

Este vasto taller es el epicentro de la religión de Gond en Puerta de Baldur. Todos los días los yunques y las mesas de trabajo que pueblan la gran Casa de las Maravillas resuenan con el clamor del martillo y la sierra. Los inventores trabajan junto a sacerdotes, acólitos y maestros de todas las disciplinas. Los acólitos se encargan de crear cachivaches que son expuestos y vendidos en el Salón de las Maravillas, los artesanos trabajan junto a los inventores construyendo nuevos proyectos y prototipos experimentales que no son considerados aptos para su exposición al público. La Casa tiene varias alas, cada una de las cuales se dedica a un tipo de trabajo o a un tema de conocimiento relacionado con las invenciones que allí se hacen. Los joyeros trabajan junto a los que modelan el bronce, y los arquitectos dibujan sus bocetos al lado de los diagramas de los ingenieros. Cualquier cosa, desde buques a armas de asedio, se construye a tamaño real y luego es desmontado para ser transportado. El templo de Gond no prospera por casualidad. Si bien hay ciudades ciertamente más laboriosas y académicas, en pocos lugares los fieles de Gond tendrían acceso con tan poca supervisión a recursos cada vez más raros. La ciudad se preocupa más por las innovaciones de los clérigos que por la moralidad de las mismas. Los rumores afirman que la Gran Casa de las Maravillas mantiene una instalación de pruebas secreta dentro o fuera de la ciudad. Aparentemente, los sacerdotes de Gond ofrecen curación y otros servicios mágicos a cualquiera que esté dispuesto a pagarlos. Sin embargo, a menudo los sacerdotes demuestran estar tan inmersos en sus proyectos que son reacios a atender a aquellos que no han sufrido las heridas más sorprendentes o las dolencias más sugerentes. Por supuesto, los sacerdotes de Gond también trabajan en reparaciones y en la construcción de edificios por toda la ciudad. Entre otras tareas, reemplazan las piezas rotas de las grúas sobre ruedas que hay en el puerto, erigen andamios alrededor de lugares de construcción y se aventuran en los hogares de los patricios para arreglar las cañerías.