Zariel

Fue hace más de un siglo que comenzaron los grandes problemas. Los demonios vagaban por las tierras al norte y al oeste de Elturel. Los campos fueron saqueados, el ganado sacrificado, las casas arrasadas y la gente arrastrada a un destino terrible e incognoscible. El terror se apoderó de los corazones de todos.
La caballería de la ciudad cabalgó por la tierra, derribando a los demonios dondequiera que los encontraran y sufriendo terribles pérdidas. Pero nunca fue suficiente. Por cada demonio que destruían, parecía que aparecían dos más en otro lugar. El gobernante de Elturel, el Alto Jinete , pidió a su pueblo que orara a los dioses por ayuda. Para asombro de todos, un ángel poderoso entró en la ciudad al día siguiente. Su nombre era Zariel, que significa Compañera de la Luz. Las oraciones de Elturel habían sido escuchadas y la ayuda había llegado.
Zariel localizó la puerta a través de la cual los demonios ingresaban al mundo natural, en los Campos de los Muertos al oeste de la ciudad. Zariel declaró que conduciría a la caballería hacia Avernus, destruyendo la hueste infernal que se estaba acumulando allí, y golpeando un gran golpe contra las fuerzas de la oscuridad.
El Alto Jinete envió a los jinetes de Elturel, que ahora suman muchos miles, con Zariel a la cabeza, montado en un mastodonte dorado. Con un gran grito, Zariel y su ejército cargaron a través de la puerta. Las legiones de Avernus temblaron y se doblaron, pero Zariel fue derrotado, y los restos de su ejército regresaron a Elturel, superados por el dolor por la pérdida de su glorioso general, pero confiados en que los señores de los Nueve Infiernos lo pensarían dos veces antes de amenazar a Elturel nuevamente.
Hubo grandes celebraciones para honrar a los valientes caballeros de la caballería, que a partir de ese día se conocieron como Hellriders.