Ymir Valkasdóttir (IY-Mih-R)
Ymir Valkasdottir
Ymir nació en Nye Uppsala pasando gran parte de su vida junto a su abuela Valka, a quien siempre consideró su madre. De ella aprendió el arte de crear ungüentos y preparados para curar y vigorizar a los guerreros que venían en su búsqueda. Tras su pérdida ingresó en La Tripulación de la Ruina de Fafnir donde pudo seguir usando sus conocimientos creando junto a Suvi nuevas armas que usar en el campo de batalla.
Physical Description
Condición física general
Estándar
Características corporales
Complexión normal, no demasiado atlética pero si ágil cuando se le requiere.
Habilidades especiales
Gracias a las nuevas bombas creadas junto a Suvi es capaz de usar ciertas habilidades para simular los efectos que ejerce la magia
Vestimenta y accesorios
Suele llevar algún rasgo distintivo sobre Huggin y Munnin, si no es un collar llevará algunas plumas o su nombre escrito en parte de su atuendo. Tienen un significado especial para ella.
Equipamiento especializado
En batalla presenta siempre un cinturón con diversos bolsillos para guardar todos los brebajes preparados, siempre cuenta con su pistola enfundada y dado el caso podría llegar a enfrentarse con espada y escudo
Mental characteristics
Historia personal
Ymir nació al sur de Nye Uppsala , pasando las altas montañas que separaban el punto más al sur de la isla del resto de pueblos y regiones más habitadas. Aunque su residencia siempre estuvo apartada del resto de la civilización no era una completa ignorante y cuando las necesidades apretaban en casa hacía largos viajes hasta los poblados cercanos al Jardín de Freya para comerciar con las gentes y regresar con víveres y materiales necesarios. Siempre trató de ser recta y no mezclarse más de lo habitual con las gentes pero su curiosidad a veces era mayor que su fuerza de voluntad y se paraba a observar las costumbres pero sobre todo a oír las historias que los habitantes y extranjeros contaban por allí.
Lo que mantenía a Ymir apartada del resto de la sociedad era su abuela, Valka, con quien había vivido toda su vida. Nunca conoció a sus padres pero tampoco lo necesitó pues en su pequeño núcleo encontró todo lo que siempre pudo necesitar. Su abuela se encargó de su educación, de enseñarle los valores por la naturaleza, el respeto por los dioses y el temor por la horrible maldición que pesaba sobre todo Jökull Vatna. Ambas creían que manteniéndose alejadas de los grandes núcleos de población conseguirían mantener a raya la maldición pues nunca nadie conseguiría que en su interior ardiese la ira que despertase a aquella bestia escondida.
Ambas sabían cazar a la perfección, podían aprovechar hasta el último recurso que el animal podía ofrecerles, vestían sus pieles, comían sus carnes y los huesos los usaban en forma de amuletos para agradecer a los dioses aquella dicha. Valka era conocida por su afición a las pociones y ungüentos pues algunos aventureros habían cruzado las altas montañas desde el otro lado de la isla para buscar sus remedios y aliviar así sus males.
Un día, Ymir salió al bosque en busca de algún animal que cazar y hierbas para sanar pues la salud de Valka se había deteriorado mucho en las últimas semanas. No fue una cacería normal pues la sensación de que la estaban observando detenidamente le picaba en la nuca a cada rato, podía oír pasos y ramas que crujían no muy lejos de donde se encontraba pero por más atenta que estaba no fue hasta que el sol estuvo en su cénit cuando pudo ver en la lejanía una cornamenta pero esta no era de ningún animal que la rubia pudiese haber visto antes. Ante ella un ser de unos dos metros y medio de altura con un cráneo de ciervo por cara y cubierto de pelo cortaba el paso por donde la joven pretendía seguir. Se temió que aquel fuese su fin pero por el contrario aquel dios no era hostil, el viento llevó el susurro de su voz advirtiéndole que debía regresar a casa antes de que fuese demasiado tarde pero Ymir rehusó, aún necesitaba los tallos de menta para el ungüento.
Este ser no dejó de aparecerse a la joven en la lejanía pero ella se negaba a volver hasta que no tuviese lo que necesitaba. Cuando se decidió a hacerlo descubrió que la advertencia del dios se había convertido en realidad. Su abuela había desaparecido y a las puertas de su hogar podían verse unas huellas de un monstruo enorme que se alejaban en dirección norte hacia las montañas.
No tuvo mucho que pensar, Ymir cogió algunos víveres y se volvió a marchar. Vagó por las montañas buscando incesante la pista de aquel monstruo, rogando a los dioses para que le diesen fuerza y conocimiento para hacer algo por ella. El sol caía en el horizonte anaranjado tiñendo el cielo de un rojo carmesí, unos rayos apuntaban a un claro justo a las faldas de la montaña, allí descansaba un monstruo de inmenso tamaño, un híbrido entre un oso y un lobo consumido por los años.
Entonces lo entendió todo, entendió la advertencia, entendió el dolor de su abuela. La maldición había podido con ella…y era el sino de los dioses que Ymir acabase con su dolor. Pero la maldición no entiende de edades y familiares, no necesitó más que unos minutos para que la joven entendiese que no podía hacer nada contra ella, el berserker había entrado en cólera y estuvo a punto de matarla cuando La Tripulación de la Ruina de Fafnir llegó hasta allí. Habían ido a buscar las pociones de Valka y ya conocedores de los desastres habían seguido el rastro de ambas para acabar con el problema. Brindaron a Ymir la oportunidad de ser ella quien, con lágrimas en los ojos, asestase el golpe final al monstruo quien un día fue su abuela.
Trató de continuar con su vida como había hecho hasta ahora pero la tristeza y el dolor eran demasiado fuertes como para seguir viviendo en aquella cabaña por lo que empacó las pocas pertenencias que tenía y se dirigió hacia la ciudad más cercana. En el muelle Ymir volvió a dar con la tripulación que días atrás le había salvado la vida y sin hacerse de rogar encontró en aquel drakar una nueva familia a la que acogerse.
Aprendió junto a ellos el arte de la navegación, la lucha, el saqueo y sobre todo el maravilloso mundo de la pólvora. La joven no tardó en acercarse a Suvi , maestra artillera, y junto a ella encontró una maravillosa forma de unir el mundo que su querida abuela le había enseñado con su nuevo estilo de vida. No todos los intentos fuero fructuosos y más de una vez se ganaron buenas broncas por parte del capitán por pasarse con las proporciones y estar a punto de abrir un buen agujero en la nave.
Aunque su sed de conocimiento crecía día tras día por perfeccionar aquel nuevo arte que las chicas habían descubierto nunca olvidaría la imagen del dios del bosque advirtiéndola para salvar a su abuela y sobre todas las cosas necesitaba alcanzar alguna forma de vengar su muerte hallando una solución a la terrible maldición.
Lo que mantenía a Ymir apartada del resto de la sociedad era su abuela, Valka, con quien había vivido toda su vida. Nunca conoció a sus padres pero tampoco lo necesitó pues en su pequeño núcleo encontró todo lo que siempre pudo necesitar. Su abuela se encargó de su educación, de enseñarle los valores por la naturaleza, el respeto por los dioses y el temor por la horrible maldición que pesaba sobre todo Jökull Vatna. Ambas creían que manteniéndose alejadas de los grandes núcleos de población conseguirían mantener a raya la maldición pues nunca nadie conseguiría que en su interior ardiese la ira que despertase a aquella bestia escondida.
Ambas sabían cazar a la perfección, podían aprovechar hasta el último recurso que el animal podía ofrecerles, vestían sus pieles, comían sus carnes y los huesos los usaban en forma de amuletos para agradecer a los dioses aquella dicha. Valka era conocida por su afición a las pociones y ungüentos pues algunos aventureros habían cruzado las altas montañas desde el otro lado de la isla para buscar sus remedios y aliviar así sus males.
Un día, Ymir salió al bosque en busca de algún animal que cazar y hierbas para sanar pues la salud de Valka se había deteriorado mucho en las últimas semanas. No fue una cacería normal pues la sensación de que la estaban observando detenidamente le picaba en la nuca a cada rato, podía oír pasos y ramas que crujían no muy lejos de donde se encontraba pero por más atenta que estaba no fue hasta que el sol estuvo en su cénit cuando pudo ver en la lejanía una cornamenta pero esta no era de ningún animal que la rubia pudiese haber visto antes. Ante ella un ser de unos dos metros y medio de altura con un cráneo de ciervo por cara y cubierto de pelo cortaba el paso por donde la joven pretendía seguir. Se temió que aquel fuese su fin pero por el contrario aquel dios no era hostil, el viento llevó el susurro de su voz advirtiéndole que debía regresar a casa antes de que fuese demasiado tarde pero Ymir rehusó, aún necesitaba los tallos de menta para el ungüento.
Este ser no dejó de aparecerse a la joven en la lejanía pero ella se negaba a volver hasta que no tuviese lo que necesitaba. Cuando se decidió a hacerlo descubrió que la advertencia del dios se había convertido en realidad. Su abuela había desaparecido y a las puertas de su hogar podían verse unas huellas de un monstruo enorme que se alejaban en dirección norte hacia las montañas.
No tuvo mucho que pensar, Ymir cogió algunos víveres y se volvió a marchar. Vagó por las montañas buscando incesante la pista de aquel monstruo, rogando a los dioses para que le diesen fuerza y conocimiento para hacer algo por ella. El sol caía en el horizonte anaranjado tiñendo el cielo de un rojo carmesí, unos rayos apuntaban a un claro justo a las faldas de la montaña, allí descansaba un monstruo de inmenso tamaño, un híbrido entre un oso y un lobo consumido por los años.
Entonces lo entendió todo, entendió la advertencia, entendió el dolor de su abuela. La maldición había podido con ella…y era el sino de los dioses que Ymir acabase con su dolor. Pero la maldición no entiende de edades y familiares, no necesitó más que unos minutos para que la joven entendiese que no podía hacer nada contra ella, el berserker había entrado en cólera y estuvo a punto de matarla cuando La Tripulación de la Ruina de Fafnir llegó hasta allí. Habían ido a buscar las pociones de Valka y ya conocedores de los desastres habían seguido el rastro de ambas para acabar con el problema. Brindaron a Ymir la oportunidad de ser ella quien, con lágrimas en los ojos, asestase el golpe final al monstruo quien un día fue su abuela.
Trató de continuar con su vida como había hecho hasta ahora pero la tristeza y el dolor eran demasiado fuertes como para seguir viviendo en aquella cabaña por lo que empacó las pocas pertenencias que tenía y se dirigió hacia la ciudad más cercana. En el muelle Ymir volvió a dar con la tripulación que días atrás le había salvado la vida y sin hacerse de rogar encontró en aquel drakar una nueva familia a la que acogerse.
Aprendió junto a ellos el arte de la navegación, la lucha, el saqueo y sobre todo el maravilloso mundo de la pólvora. La joven no tardó en acercarse a Suvi , maestra artillera, y junto a ella encontró una maravillosa forma de unir el mundo que su querida abuela le había enseñado con su nuevo estilo de vida. No todos los intentos fuero fructuosos y más de una vez se ganaron buenas broncas por parte del capitán por pasarse con las proporciones y estar a punto de abrir un buen agujero en la nave.
Aunque su sed de conocimiento crecía día tras día por perfeccionar aquel nuevo arte que las chicas habían descubierto nunca olvidaría la imagen del dios del bosque advirtiéndola para salvar a su abuela y sobre todas las cosas necesitaba alcanzar alguna forma de vengar su muerte hallando una solución a la terrible maldición.
Formación
Sabe leer y escribir, conoce un sinfín de utilidades para las plantas de su isla, cazar y confeccionar las pieles, aunque esto nunca se le dio tan bien.
Ocupación
Alquimista, y ahora segunda artificiera de La Ruina de Fafnir.
Logros y hazañas
El haberse ganado la confianza de Suvi para poder trabajar con ella codo con codo y crear el mejor armamento que Jökull Vatna haya podido imaginar.
Traumas
La imagen de su abuela convertida en Berserker siendo incapaz de reconocerla y casi acabando con su vida. No fue capaz de dejarla atrás y siempre viaja con la calavera allá donde va.
Características intelectuales
Le cuesta retener demasiados datos por eso siempre va con una pequeña libreta donde apunta todo lo que aprende para no olvidarlo.
Moral y filosofía
La moral no existe cuando amenazan a su familia
Personality Characteristics
Motivaciones
El conocimiento, la venganza, nuevas aventuras.
Destrezas e ineptitudes
Se le da genial sacar de sus casillas a Suvi cuando no deja el taller ordenado. Se le da fatal negociar.
Gustos y disgustos
Adora las patatas, en todas sus versiones, como comida, como ingrediente y como arma arrojadiza, desde que las conoció un mundo nuevo se abrió ante sus ojos.
Virtudes y cualidades personales
Aprende rápido.
Vicios y defectos
Igual que aprende rápido olvida rápido, de ahí que necesite su cuaderno.
Higiene
Bastante pulcra con ella dentro de las posibilidades que tiene cuando están navegando.
Social
Contactos y relaciones
Su relación más estrecha es con Suvi ya que comparten gremio y taller ( Hannunvaakuna ) y admira profundamente aunque no quita que esté siempre buscando superarse para sentirse digna de ser su compañera.
A rasgos generales se lleva bien con toda la tripulación, cuando tiene algo de tiempo libre (que no suele ser mucho) comparte tiempo con ellos y ayuda en lo que puede.
A rasgos generales se lleva bien con toda la tripulación, cuando tiene algo de tiempo libre (que no suele ser mucho) comparte tiempo con ellos y ayuda en lo que puede.
Lazos familiares
Valka Sigurdsdóttir (abuela fallecida)
Creencias religiosas
Fiel seguidora de los dioses gracias a su abuela, su historia favorita siempre serían las de Huggin y Munnin quienes viajaban por todo el mundo en busca de información y conocimiento para brindárselo a Odín. Aunque tras el despertar de la maldición en Valka un nuevo espíritu del bosque se apareció ante ella y desde entonces no deja de dar vueltas en su cabeza
Habilidades sociales
Suele ser reservada con los desconocidos pero no cuesta ganarse su confianza. Por el contrario si tiene alguna sospecha de que algo no está siendo claro y viene con otras intenciones puede ponerse muy a la defensiva hasta el punto de ser agresiva. Ha perdido mucho y no se la juega.
Manías
Suele hablar mucho con sus manos, no las deja quietas.
Vehículo actual
Especie
Condiciones
Etnia
Títulos honoríficos y profesionales
Cuando ingresó en la tripulación vivía con lo justo, ahora poco a poco está consiguiendo hacerse con un botín interesante gracias a sus habilidades. El intendente Einar le paga lo justo que merece.
Títulos actuales
Edad
25 años
Lugar de nacimiento
@nye
Children
Ojos
Marrones con un toque verdoso
Pelo
Rubio decorado con alguna que otra trenza o abalorio
Tono de piel
Generalmente bastante pálida con un bronceado muy sutil
Estatura
1.60 m
Citas y frases célebres
¿Eso ser comida?
Belief/Deity
Fiel seguidora de los dioses Aesir
Organización relacionada
Otras afiliaciones
