Naufragio de La Ruina de Fafnir

Disaster / Destruction

El capitán Baldur puso rumbo con la tripulación hacia el sur, en busca de algo llamado "Lágrima de la Tormenta", pero cuando estaban en la costa, gran parte de los norteños despertaron la maldición berserker y hubo un naufragio, haciendo que la tripulación quedara esparcida.

El Capitán Baldur, del navío drakar “Ruina de Fafnir”, oyó en una taberna de los puertos de Nidalfjold que el mismísimo Rey Hjalmar estaba ofreciendo una recompensa muy cuantiosa a quien le llevase una “Lágrima de la Tormenta”. Un mineral extranjero con cualidades mágicas del cual le habló un mercader. Según contaban los guardias que tomaban hidromiel cerca, el propio druida y consejero del Rey le aconsejó usarlo, al parecer podría estar relacionado con la Maldición Berserker.   El Capitán Baldur habló con sus hombres más experimentados en tierras extranjeras, Flintrok y Thur, dos hermanos de batalla expertos en mapas y la navegación por los diferentes mares para viajar al sur. Baldur les dejó dirigir la travesía hacia un lugar conocido como El Archipiélago, donde se encontraba Isla Tormenta. Un lugar que Flintrok conocía de oídas gracias a sus viajes, sabía que en aquella tierra había algo especial y un poder mágico muy fuerte que podría corresponderse con lo que el capitán buscaba.   Muchas tripulaciones de Jokull Vatna se echaron a la mar en busca de tal mineral. Pero el “Ruina de Fafnir” fue el que se aventuró hacia el sur. Flintrok y Thur trazaron el rumbo. Se basaron en un viejo mapa del Archipiélago hecho en piel que uno de ellos encontró durante un saqueo. Ellos lo actualizaron, a Thur se le daba bien reconocer la dirección correcta en base a las estrellas e instrumentos que sólo él entendía.   Una noche, cerca de una isla desconocida para la tripulación, la ira del mar se les echó encima. Pero el temporal fue lo de menos aquella noche. La tripulación fue testigo de algo insólito, la mayoría de los hombres se transformaron en semibestias, medio hombres, medio osos horripilantes. Aquel lugar emitía algo oscuro y tan poderoso que provocó la transformación Berserker, sumando al Fafnir en el caos sangriento que fue su final.   La masacre y la lucha entre hermanos piratas amenazaba con diezmar a toda la tripulación, pero por “fortuna” o lo que fuese, el barco chocó contra las rocas de los acantilados. Algunos fueron lanzados por la borda como resultado del violento golpe y, los que quedaban, les acompañaron cuando se dieron cuenta de que el barco se hundía con un montón de bestias rugientes.   Fue así como lo que quedó de la tripulación del Fafnir fue desperdigada por la costa norte de Isla Dragón, tierras desconocidas.   ¿El objetivo en caso de naufragio? Encontrar a los supervivientes de la tripulación, conseguir un nuevo barco, la Lágrima y volver a casa. O esto es lo que pensó su antiguo capitán, Baldur, al despertar en una playa de Isla Dragón.