Montañas de Ar Fan
Estuvimos allí hace eras cuando la cadena de montañas aún estaba de pie. Antes del gran cambio de la región, nuestros ancestros observaban desde la cima de Ar Fan como el mundo se movía en muchas direcciones como un rio dividido montaña abajo. Al igual que aquel rio, todos terminan en el mar que es el inevitable cese de la vida. Entonces comprendimos nuestra misión entregada por los mismos dioses: el cuidar el curso de los ríos y mantener el sagrado regalo llamado vida.
Desde la creación del mundo, Ar Fan ha sido una importante locación para muchos seres en comunión con la naturaleza. Ha servido como un punto de vigilancia y estudio del avance de la región gracias a su muy privilegiada vista casi céntrica permitiendo una investigación de los lugares no solo más efectiva, si no que también bien desarrollada para defenderse del aquel entonces salvaje mundo.
En su principio, Ar Fan era conocido como una hilera de montañas que se extendía hasta Dinok, pero debido a grandes cataclismos naturales y mágicos, la región cambiaría su geografía y muchas de estas montañas que componían la cadena se transformarían en valles o empezarían a formar parte de la Subtierra. Al día de hoy, Ar Fan sigue siendo una de las montañas más grandes y alberga en ella una gran cantidad de druidas, chamanes y villas que habitan de maneras muy rurales y en comunidad.
Las protectoras de Ar Fan
Cuando la república comenzó a expandirse y nuevos asentamientos y gobiernos fueron alzándose, muchas personas en la montañas de Ar Fan comenzaron a cuestionarse sobre la independencia con la que habían vivido toda su vida. Poco a poco nuevos representantes empezaron a llegar a las montañas estableciendo leyes y organizando villas. Esto terminaría por desagradar a los ancianos de cada lugar y en conjunto decidieron la creación de una organización político-militar en representación de todos los pueblos. Nacería entonces la organización llamada Las Protectoras de Ar Fan. Se consolidaría para realizar tratados con embajadores de la república y proteger los distintos poblados de toda la verticalidad de Ar Fan tanto de multitud de bestias que habitan la zona como de los intereses extranjeros en cuanto a extracción de recursos. Comenzaría como una organización informal, siendo solicitada por pueblos que necesitaban salvaguardas en labores en el interior de la montaña, lo que le permitiría con el paso del tiempo y de forma orgánica, generar una alianza entre las personas más aptas para combatir los peligros de las cumbres y los valles, ya sea por su capacidad física, disponibilidad o sabiduría. Esto llevaría entonces a la formación de un grupo transversal de personas de distintas razas, que adoptaría y combinaría distintas prácticas y creencias de las distintas culturas para fundar una filosofía de combate y supervivencia que hoy en día se conoce como La Senda del Guerrero Totémico. Ciertamente, después de algunos años de su creación, la organización aún no tendría una participación política importante, pero la transversalidad de la organización y el desarrollo de la filosofía de su senda les fue afianzando a lo largo del tiempo como una cultura más dentro de las montañas, siendo respetadas y profundamente apreciadas por todos los pueblos. Por este motivo es que en el auge de la república, todos los pueblos se organizaron en la Gran Migración a la estepa central del territorio poblado y se decidió en conjunto conferir representatividad y formalidad a la organización. Por un azar del destino, en este punto de la historia de Las Protectoras de Ar Fan, la mayoría de quienes participaban en ella eran mujeres y por ende quedaron para siempre con ese título a pesar de no tener un sesgo particular de género. Hoy en día, la estructura de Las Protectoras de Ar Fan está mucho más consolidada, contando con múltiples refugios a lo largo de los Caminos de Piedra y dos fortalezas en las montañas: una en la base sur de la primera ladera suroccidental y la segunda en la cumbre del mismo cerro. En estas fortalezas residen la mayoría de Las Protectoras y pueden elegir quedarse viviendo en ellas incluso una vez retiradas de la batalla. Entre las personas con mayor senioridad se establece un consejo de representantes de Ar Fan, quienes mantienen estrechas relaciones con los pueblos de las montañas con el objetivo de recabar información sobre las necesidades de los habitantes. Desde la solidificación de la organización, se ha vuelto costumbre en todos los pueblos el enviar a les más fornides entre sus jóvenes para el entrenamiento en su fortaleza más cercana. A pesar de no ser una norma establecida formalmente, hay una fuerte presión social en todas las villas de la montaña por tener a alguien en Las Protectoras, como una suerte de deber civil.Vida y cultura
Las montañas albergan una gran cantidad de vegetación y fauna dentro de sus fronteras. Familias de árboles como las Asteraceae, Caprifoliaceae y Lamiaceae, y de plantas como las Aceráceas, Lauráceas y Rosáceas conviven en armonía en este lugar. Su amplia variedad de vegetación ha sido siempre una de las principales fuentes de alimentación y estudio para aquellas y aquellos que han vivido eras en las montañas. Los primeros habitantes sorprendidos por su enorme cantidad de colores, fueron los enanos. En búsqueda del atractivo minero de las montañas, muchos de ellos decidieron voltear su mirada hacia lo que hay en la superficie y desarrollaron así villas y puestos mineros que se favorecían de todos los recursos entregados por Ar Fan.
No tardó mucho tiempo para que los Filbolgs y Goliath que, se cree, vivían en lo más alto del cordón montañoso, llegaran a las villas establecidas por enanos. En una suerte de colaboración en la extracción de materiales mineros y técnicas de establecimientos de villas más solidas, se formaría entonces una alianza que mejoraría la vida y el bienestar para todas y todos. Hoy en día, Ar Fan está poblado por varios pueblos sincréticos, compuestos mayoritariamente por las razas ya mencionadas que conviven en villas conectadas a lo largos de los pies, laderas y cumbres de la vertiente suroccidental del cortón, donde las condiciones climáticas y la presencia de pequeñas operaciones mineras propician la auto sustentabilidad e independencia de la comunidad.
En paralelo a los auto denominados pueblos de Ar Fan, los filos surorientales del cordón montañoso esconden desde tiempos inmemoriales tierras sagradas para los druidas del Círculo de la Tierra de Qwir, por lo que los peregrinajes de sus adeptos son constantes a lo largo de la historia.
La distribución de los habitantes a lo largo de las montañas se da mayoritariamente en forma de pueblos vecinos interconectados a través de caminos de piedra mantenidos por toda la comunidad. En términos generalizados, la tendencia suele ser que las distintas razas de Ar Fan se distribuyen verticalmente a lo lardo del territorio en función de su adaptabilidad al terreno, teniendo así pueblos Enanos, Firbolgs y Goliath de forma ascendente. Sin embargo, hay un alto grado de convivencia entre pueblos y no es raro que las personas migren entre distintas villas. Particularmente en el cajón central del cordón se encuentra el poblado más grande de la zona, originalmente de fundación Firbolg, en el que conviven en igual medida habitantes de todas las razas.
Tipo
Mountain / Hill
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