Sesión 04: Valsharen

La teletransportación termina en una enorme y oscura biblioteca y el grupo rápidamente descubre que están rodeados de soldados Drow y una comitiva de lo que parecen ser eruditas de algún tipo. Están en Faesys, el reino Drow, uno de los 12 Grandes del norte, del cual Yardis se presenta como actual director de la unidad de investigadores, o Valsharen.

Sin embargo su orgullo se desinfla cuando una de las investigadoras, Modderna, le informa con sorna que Elektra está aprisionada por traición, arriesgando pena de muerte, y que debe entregarle el orbe de luz ya que la reina la ha nombrado directora interina. Esto reaviva la desconfianza de la party; pero finalmente Mundenn, una investigadora de mayor edad, se disculpa y les asegura que es sólo un protocolo de seguridad para asegurarse de que ninguno viene infectado con algún dispositivo de Bismark, a quién el Valsharen se encarga de investigar.

Poniendo su confianza en la racionalidad de la reina de Faesys, Yardis entrega a regañadientes el orbe. Los guardias se marchan y la comitiva de investigación se retira para analizar el valioso artefacto, dejando atrás sólo a un par de investigadoras que deben realizar la inspección física del grupo. Lundenn, una Drow espigada e impasible, y Yuri, de apariencia jovial y estrafalaria, se encargan de revisar a los hombres y a las mujeres, respectivamente.

La revisión ocurre sin mayores novedades, excepto al notar, por una parte, como Oz está cubierto de tatuajes tribales y como su transformación a no-muerto ha avanzado por la mitad de su cuerpo, y por otra, como Harisa carece del sello mágico que la marca como Tiefling, una indeseable para la sociedad actual de Faerun. Yuri amablemente le informa a Harisa que sea discreta al respecto, porque hay algunas personas en el reino, refiriéndose a Modderna en particular, que no dudarían de entregarla ante la ley.

Las investigadoras les entregan 5 pergaminos para comunicarse con el exterior y los dejan en "libertad" dentro del aislado centro de investigación subterráneo, mientras Psicopompas, el familiar con forma de rata de Yuri, se despide de Harisa. El protocolo de seguridad dicta que la party sea retenida ahí por un día, así que Yardis los guía a través de las instalaciones hasta el comedor y sala de descanso.

Luego de ponerse al día después de 5 años escondidos de los celestiales de Atholas y sin verse, la party decide hacer uso de sus pergaminos mágicos de comunicación, los cuales son, de momento, el único tipo de magia efectiva en las resguardadas instalaciones.

• Wrenn se comunica con Owen, a quién le pide que vayan a dejar su encargo al puerto de Luksan.
  
• Esi llama a su abuela Ilsa para asegurarle que está bien y que volverá pronto a reunirse con ella y sus hijos.
  
• Oz usa el pergamino para comunicarse con su "tío" a quien le dice que no se preocupe y se haga cargo de los demás.
  
• Harisa, a pesar de todos sus esfuerzos por tener privacidad, es escuchada conversando en tono íntimo con alguien a quién le asegura que se verán pronto.
  
• Y Yardis, aun molesto con la indiscreción de Elektra y presionado por parte de Wrenn, le informa a su novia que está bien y la quiere.
  

El confinado aburrimiento del grupo se ve interrumpido cuando una figura díficil de confundir hace su aparición en la sala. Nadalz Jhavalar, el agraciado y carismático príncipe de Faesys, saluda al mago como si fueran hermanos, asegurándole que Elektra está bien, y se presenta ante la party causando muy buenas impresiones, sobre todo por parte de Esi, quien debe recordarse a sí misma de mantener el control ante tanta galantería. Con sus conocimientos de combate, Wrenn deduce que el drow es un hábil guerrero marcial estilo monje.

El príncipe, a pesar de las reglas y en secreto, los guía a través de pasadizos ocultos a una última reunión.

En el laboratorio, ahora sin las investigadoras Drow ni apariencias políticas que mantener, Katlin, la reina de Faesys, los espera, maravillada por el orbe que examina en sus manos.

Katlin brevemente felicita a Yardis y saluda al resto de la party de los cuales ya parece tener bastante información, pero su mente está más centrada en la urgente tarea que tienen por delante: Descubrir el mensaje del valioso orbe de luz. El grupo recuenta sus hazañas y la información que recolectaron sobre el objeto, pero la reina les comunica que no hay ningún astrónomo en Faerun que pueda leer la luz del artefacto; ella, con todo su intelecto y conocimiento, no pudo.

La reina les explica que en 3 días una comitiva del reino de Dimaitro vendrá a supervisar lo que la comisión encargada de Bismark ha develado, por lo tanto es de suma importancia que tengan claro un plan que les permita, en primer lugar, conservar el orbe bajo el poder de Faesys, y en segundo, conseguir la forma de interpretar la elusiva información.

Conseguir ambas cosas al mismo tiempo requiere cierto manejo político y estrategia, por lo que la reina rechaza, sin ninguna consideración y con algo de aspereza, las multiples ideas sugeridas por la party, hasta que una atraviesa su escrutinio: Aprovechándose de los espías escondidos en el reino, Yardis propone que la información sobre el orbe sea filtrada, usando al grupo como un anzuelo para atraer desde otras dimensiones a alguien que sí sepa descifrarlo.

Es así como el grupo se dispone a planear su recorrido acarreando un orbe falso, mientras el verdadero permanece a salvo bajo la custodia personal de Katlin. En un frente, deciden seguir investigando a lo largo de Faerun sobre alguna forma de atravesar a las otras dimensiones en busca de un astrónomo capaz, y en otro, lenta y orgánicamente van a dejar que la información cebo caiga en los oídos que tiene que caer, atrayendo al conocedor hacia ellos.

Desde ahora en adelante, sólo tienen 3 días para moverse con holgura, antes de que el plan entre en acción.